Celos, autos y cambio de tuerca

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Teffi había llegado corriendo al taller de Luca, ya estaba ya lista para la facultad cuando se dio cuenta que le faltaba su tablet de la universidad donde tenía todos sus apuntes y uno que otro boceto.

-¡NEGRI!- Grito al entrar al taller de su novio

-¿Flaqui, qué haces aquí?-   pregunto totalmente extrañado saliendo de debajo de un automóvil

-Olvide mi tablet en tu camioneta-  contestó preocupada mientras él se levantaba del piso

Luca negó con la cabeza divertido siempre algo le sucedía a su novia,  busco las llaves en su pantalón y se las dio en sus manos

-Gracias-   sonrío feliz  para darle un pico en los labios que el recibió gustoso

Se metió en la camioneta y coloco su tablet en su bolso, y se percató que su hermana se encontraba ahí.

-Morciii-   Se acercó a ella para saludarla alegremente

-¿Teffi..?- preguntó su hermana, extrañada, mientras se limpiaba el sudor con un trapo.   - ¿No te toca ir a la facultad hoy?- Se extraño por verla ahí en ese horario

-Olvidé algo en la camioneta de Luca-   le sonrió, tratando de disimular su torpeza      -¿Y tú qué haces aquí?- preguntó, tratando de cambiar de tema.

-Necesitaba relajarme y Thiago está cuidando a Bruno, así que vine a ayudar a Luca con algunas composturas-   respondió su hermana

Mar tenía una idea peculiar de relajación; Estefania prefería ir a un spa para liberar el estrés y mimarse a sí misma. Por otro lado, su hermana, Mar encontraba consuelo y paz en la actividad práctica de ajustar o componer cosas. Era algo que la relajaba y la hacía sentir útil. Teffi valoraba enormemente el tiempo que pasaba con su hermana en el taller de su novio. La colaboración de Mar no solo facilitaba el trabajo de Luca, sino que también permitía que él cerrara su local más temprano en esos días. Esto significaba que Teffi y Luca tenían aún más tiempo para estar juntos y disfrutar de su compañía.

Ambas hermanas se sentaron tranquilas para charlar un poco ya que aun faltaba un poco de tiempo para su clase en la facultad.

-Entiendo, pero es una lástima no tener aquí a mi sobrino y comerlo a besos-

-Debes de dejar de mimarlo tanto-  la reprendió Mar con una sonrisa burlona.

-Jamás Marchu ese pequeño niño es mi adoración-   

Ambas hermanas vieron como una mujer entraba al taller con un caminar que hacía contonear sus caderas en ese momento la cara de Teffi cambió de expresión, la chica no debía tener más de dos años más que Luca y su escote sugerente no dejaba nada a la imaginación suspiró con frustración.

Le fastidiaba ver cómo aquella mujer estaba haciéndole ojitos a su novio, ya que el era solamente suyo, podría ir y armar un escándalo con su voz chillona... pero tenía que pensarlo bien, no quería quedar como la novia posesiva y celosa como siempre, necesitaba ser inteligente si quería ahorrarse un enfrentamiento desgastante con su novio.

Seguía ahí sentada viendo cómo esa le hacía preguntas tontas a su novio mientras su sangre hervía por dentro, su furia escalaba niveles que podrían empezar a llegar a sus típicos gritos agudos.

En cambio ella respiro.....y respiroooo ... mientras pensaba en lo que haría.

-¿Qué te sucede, fideo?-   observó su hermana, comprendiendo totalmente la situación. Suspiró, ya imaginándose el espectáculo que su hermana estaba a punto de armar.

Y entonces, tuvo una idea que iluminó la mente de Teffi. Decidió actuar de manera estratégica para llamar la atención de Luca y reafirmar su presencia en su corazón. Con mucha determinación, se despojó de su chaqueta y anudó su camiseta, dejando al descubierto su abdomen totalmente plano. Consciente de que ese era uno de los puntos débiles de Luca, sabía que capturaría su mirada con esa simple acción.

Continuó su transformación desatando el moño que sostenía su cabello, permitiendo que sus ondas cayeran en cascada sobre sus hombros de manera tentadora. Sabía que su melena suelta añadiría un toque de sensualidad a su apariencia, pintó sus labios con su hidratante de labios sabor a fresa que le dejaba un ligero tono rojo y los hacía ver más carnosos y besables.

-Voy a cambiar la tuerca-  Se acomodo la ropa y agarro sus cosas en ese momento su hermana pensó que había perdido la cabeza por lo celos.

Mar no culpaba a Teffi por su comportamiento. En realidad, se identificaba con ella; ambas compartían esa sensación de ser perseguidas y desconfiadas con sus parejas, especialmente después de los errores del pasado. Mar recordaba vívidamente el sufrimiento que Teffi había enfrentado en el viaje al futuro, y estaba determinada a proteger a su hermana de cualquier dolor adicional.

Ella misma se sentía preparada para actuar si veía a su cuñadito coqueteando con otra mujer que no fuera su hermana. Después de todo, ya era demasiado lo que había hecho sufrir a Teffi en el pasado, y Mar no toleraría ninguna situación que pudiera causarle más dolor, Estaba lista para darle una patada en sus partes y dejarlo sin hijos a su cuñadito si eso fuera necesario, aunque significara que no tuviera sobrinos.

-Voy a marcar mi territorio-  Le compartió a su hermana casi en un susurro

Con paso firme, se dirigió hacia donde se encontraba su novio. Al llegar, lo tomó del cuello y comenzó a besarlo con pasión desenfrenada antes de terminar el beso, llevo su pequeña mano a la bolsa trasera de vaqueros de su novio dejándole las llaves del camioneta aprovechando para darle un buen apretón al trasero de su novio, el soltó el desarmador que tenía en la mano completamente sorprendido por su atrevimiento, ella se acercó más a él le susurró al oído con voz algo ronca.

-Tengo muchas, pero muchas.. ideas traviesas para esta noche... te amo -  susurró con voz ronca en su oído, dejando un rastro de su perfume mientras se alejaba, sintiendo la mirada hechizada de su novio siguiéndola con mucha atención tratando de no perderla de vista en su caminata.

Tuvo que controlarse las palabras y actos de su novia había logrado despertar algo en sus partes bajas.

Estefanía llevaba una sonrisa en su rostro de cierta manera había logrado llamar toda la atención de su Negri y en el acto se había sentido sumamente sexy debía admitir que su autoestima había subido gracias a la reacción que tuvo su Novio.

Luca se quedó allí, aturdido por la audacia de Teffi. Su corazón latía con fuerza y su mente estaba llena de pensamientos salvajes. Se arrepintió al instante de no seguirla y convencerla de que se quedara con él ese día.

-¡TE AMO, FLAQUITA! -   gritó desesperadamente, tratando de llamar la atención de su novia, mientras Mar la observaba con mucha admiración y una sonrisa en el rostro.

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