The story of us

Ya nada queda

Nada transcurrió como esperaban, especialmente para él. Sus errores se transformaron en una carga insoportable, una con la que tendría que cargar el resto de su vida.

Su romance con Jazmín fue efímero, desvaneciéndose cuando ella lo cambió por Tacho.

Sabia que fue por él que acabó su historia con su flaquita termino ... y que fue por su culpa que la había alejado de mi lado y ahora la veía como se arreglaba mas y empezaba a salir con vestidos chiquitos o ropa pegada para salir a bailar con sus nuevas amigas de la facultad y cuando estaba en la casa se la pasaba a lado de su hermana.

La verdad se reveló de la peor manera posible, escuchando a Jazmín suplicándole amor a Tacho y pidiéndole perdón por cambiarlo por Luca.

Cómo permitió que alguien lo humillara de esa manera, dejó todo lo bueno que tenia por una obsesión pasajera, quedándose solo, cuando tenía todo al lado de su "flaquita" y él era feliz a su lado. La elección impulsiva y egoísta de perseguir una obsesión momentánea le llevó a perder la verdadera felicidad que tenía a su alcance. Ahora, enfrenta las consecuencias de sus acciones y se encuentra lamentando la pérdida de lo que una vez fue su fuente de alegría y estabilidad, pero no había marcha atrás.

-¿Luca que haces..?-   Pregunto al verlo entrar por la puerta de la habitación    -Aquí no esta Jazmín-   le contestó, pensando que era a ella a quien buscaba.

-Tenía que verte a ti-   Contestó

-¿No estabas con Jazmín?-  ella lo miró con escepticismo.

-Tenía que salir de ahí, tenía que venir a verte a ti-   dijo con deseperacion 

-¿A mí..?-    Preguntó extrañada

-No consigo olvidarte, quisiera regresar 9 meses atrás cuando las cosas estaban bien entre nosotros, quiero acabar con esa confusión de Tacho y Jazmín-    Ella solo lo miró indignada.

Él no titubeó y, con determinación, tomó su rostro, fusionando sus labios con los de Teffi, sin encontrar resistencia alguna. Se aventuró a besarla apasionadamente, sus respiraciones se mezclaban en un torbellino de emociones. Sus cuerpos cayeron sobre la cama de Mar mientras continuaban con el encuentro apasionado. La camiseta de ella voló por la habitación, y la de él siguió la misma dirección, perdiéndose en la habitación. Luca estaba sobre ella, bajando por su escote. Cuando descendió aún más, pasando por su ombligo, dejó llevar su lengua y la besó en aquel ombligo.

Fue entonces cuando Teffi abrió los ojos y recuperó sus sentidos. No podía permitirlo. Lo apartó de un empujón mientras se cubría con la sábana. No era justo para la gitana; no podía interponerse entre ellos, aunque quisiera. Pero ella no era así. Aunque ya no fuera amiga de Jazmín, no podía hacerle eso. Se sentía avergonzada, y lo peor es que estaba siendo usada.

-Véte-  Susurró con la cabeza agachada mientras trataba de taparse

-Sé que no quieres escucharme Teffi-     Trato de explicarle

-Es cierto, no quiero.- Contesto de inmediato

-Teffi no estoy pidiendo que me perdones, solo quiero que me escuches todo lo que te quiero decirte-

-No quiero escuchar tus excusas-     Negó con la cabeza autoconvenciendose 

-Quiero que sepas que estoy muy arrepentido por todo lo que he hecho.-

-Así que arrepentido-    Puso los ojos en blanco

-Estabas por fallarle a la mujer de tus sueños a tu verdadera mujer, te la recuerdo -   le reprochó

-¿De que hablas? -   Pregunto el sin entender

-Te escuché, escuché cuando les decías a todos que no te importaba lastimarme por ella, que ella era la verdadera mujer que amabas y ya nada importaba-

-Así que te pido no la lastimes a ella -    Le contestó de manera sincera.

-Yo quiero que sepas...-    El intentó explicarle.

-¿Sabías que todo el tiempo que fuimos novios... continuamente me sentí sumamente inferior a ti-   se cruzó los brazos enfrentándolo.    -Qué tonto eres, así como todos los demás hombres del planeta; eres desleal y un total mentiroso-

-Es cierto, Te mentí... y no hay excusa para eso-       Admitió

-Quizás quieras explicarle todo eso a tu novia Jazmín, te la recuerdo, tu novia... Y por excusas a mí, no me debes nada-

-Flaquita...- Trato de replicar

-A partir de ahora no me vuelvas a tocar, ni a llamarme así, porque no tienes derecho ya ni siquiera quiero ser tu amiga. No me gusta que me uses, Franchinni-

-Déjame explicarme ... -    suplico 

-Eras todo lo que quería, pero lo comprendí y no quiero seguir siendo usada por ti-

-Noo no me digas eso, déjame demostrarte lo que siento por ti-

-No me hagas reír -

-Tú no sientes nada por mí, Luca, porque lo que se quiere, no se lastima como tú lo has hecho y lo estas haciendo-         lo miro con furia

-Te amo...-     Contestó desesperado, tratando de transmitirle lo que sentía.

Ella lo miró con incredulidad y asco mientras buscaba su camiseta y se la colocaba. Él sintió escalofríos al ver lo que veía; ya no estaba ese amor desmedido que su flaquita le profesaba incondicionalmente. Él lo había logrado, la había roto, y por lo que había hecho, ya no quedaba nada.

-Luca, no me hagas perder mi tiempo-    Y sin más, salió de la habitación, dejándolo completamente solo.

Ambos se encontraban al borde de caminos separados, enfrentando las consecuencias de sus decisiones. Luca se quedó solo con sus propios pensamientos, con la soledad que él mismo había sembrado.