¿Amor a primera vista?

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No podía evitarlo estaba como obsesionada con la imagen que había tenido en el baño, ese chico nuevo llamado Luca había logrado desestabilizarla por completo debía admitirlo el era alto, guapo con buen cuerpo y esos malditos ojos azules que no podía dejar de pensarlos.

Estaba en su cama acostada haber visto el cuerpo desnudo de Luca, no le ayudaba a consolidar el sueño lo peor es que tenía mucho calor y no podía bajarlo de alguna forma con tanta gente en la habitación.

Se levantó de la cama con sigilo y entró en el baño mojó su cuello disfrutando del agua fría y decidió también mojarse la cara tratando de tranquilizar esa calentura que tenía, mientras pensaba que todo era por la culpa de aquel nuevo integrante del hogar mágico.

-Así que no puedes dormir - fue interrumpida precisamente por la persona que le quitaba el sueño, no pudo evitar que un pensamiento cruzara su mente: ella y él, besándose apasionadamente en uno de los cubículos del baño de manera tan apasionada que su ropa les sobraría.

-Tenía algo de insomnio- contestó viéndolo a través del espejo.

-Bienvenida al Club -    vio como estiraba los músculos de sus brazos.

-Iré a dormir, buenas noches Luca-

-Buenas noches Estefanía -   contesto de manera amable.

Después de unos días, la situación con Luca pasó de la amabilidad a los malos tratos, el optó por unirse al grupo de amigos de su hermana y empezar a copiar las actitudes desagradables hacia ella.

Ese día habían decidido todos por salir a bailar a un boliche súper top, ella obligó a su mente en solo pensar en Simón él era más de su categoría y no era capaz de tratarla mal, lo malo es que él solo tenía ojos para su hermana.

Ella trató de llamar su atención de todas las formas posibles pero fracasó, derrotada y humillada se dirigió a los baños de aquel lugar ella solo quería regresar a casa ponerse su pijama y comer helado.

Vio como una parejita se metía en una especie de bodega y le ganó la curiosidad. Decidió seguirlos, ahí fue cuando se dio cuenta de que era el chico nuevo del hogar mágico, Luca. Estaba con una chica rubia alta con curvas sumamente pronunciadas, llevaba un vestido demasiado revelador. Sintió como algo en su corazón se rompía, abrió los ojos sorprendida por lo que estaba viendo: él había llevado sus manos a acariciar las tetas de esa chica de tal manera en que éstas salieran afuera. La chica no perdió el tiempo y le bajó su pantalón, liberando la erección de Luca, él se colocó protección y cargándola la embistió de una, el pasillo se llenó de gemidos exagerados por parte de ella.

No sabía el porqué pero se estaba sintiendo sumamente herida por algo que no podía controlar, el no era nada suyo apenas lo conocía pero sentía un dolor en su pecho como si Luca la estuviera engañando.

Se dio media vuelta entrando en el baño, miro su reflejo en el espejo y detesto la imagen que el espejo le devolvía se sintiéndose tan poca cosa, su cuerpo era super delegado y sin chiste alguno, limpiándose las lágrimas que estaban en su mejillas, formo una sonrisita en su rostro totalmente actuada para enfrentarse al mundo, así que volvió a la pista de baile tomando un chupito de tequila, seguido de otro todo para olvidar todo eso que estaba sintiendo en esos momentos, para después perder la cuenta de cuantos tragos había bebido esa noche.

Perdió la cuenta de cuánto tiempo pasó, pero ya no veía a ninguno de sus supuestos amigos. Visualizó a lo lejos a Rama y se acercó a él, ya que era el único que la trataba de manera amable.

-Rama, ¿has visto a alguno de mis amigos? - preguntó atropelladamente gracias al alcohol.

-No, Teffi, creo que te han dejado sola - contestó, observándola.

-Maldita sea -   se puso triste al verse abandonada.-     ¿Me puedo ir con ustedes?

-Si Tefi, no podríamos dejarte así y sola -

-Gracias Ramu -     sabía que Rama no era amable con ella por querer ser su amigo, sino porque esa era su naturaleza. Siempre era amable con todas las personas.

Se sentó en la barra y dejo que sus párpados pesados se cerraran para poder descansar un poco, sintió como alguien me lleva en brazos y prefiero no delatar que estoba despierta.

-¿Entonces dices que tu hermana tomó mucho?-  preguntó Luca.

-Sí, la vi tomar varios chupitos. Gracias Luca por ayudarme con ella.-

-No es nada, Mar por suerte no pesa nada-

-Yo también la observé tomando varias bebidas. Nunca imaginé que ese cuerpo flaquito aguantara tanto-

-Hay, Tachito, no puedes juzgar a una persona por cómo se ve.-    Contesto mi hermana

-No puedo creer que sus amigos la abandonaran así -   Escucho la voz de Rama y ella concordó con el 

-Así son los chetos esos que solo les importa su ombligo.-   Escucho la voz de la gitana

-Tienes razón-

-¿En donde la dejo Mar?-   pregunto Luca

-Si puedes, déjala en su cama, pero si se te complica, en mi cama está bien.-

-Otra vez, gracias Luca-   agradeció que le ayudara todo ese tiempo con su hermana

Al sentir como se estaba abriendo la puerta decido abrir los ojos lentamente para espiar 

-¿Qué sucede? -   preguntó entre adormilada y borracha

-Estás algo tomada y te llevó a tu cama-   contesto tranquilo, tratando de explicarle

-Hueles... hueles bien - le digo con mis palabras atropelladas por la borrachera que llevo, mientras pego más mi cara a su cuello, oliéndolo para después depositar un suave beso en él, haciendo que su piel se erice.

-¿Quién hubiera dicho que esta flaquita podría llegar a erizarte la piel?-    se río en su cuello, mientras deposito otro beso suavemente en su cuello.

-Deja de jugar con fuego flaca, que no vas a querer quemarte conmigo-  Me dice de manera seria, mientras me deposita en mi cama con sumo cuidado.

-¿Y si quiero quemar .... quemarme contigo?-   Hago un puchero

-No soy de los que se aprovechan de borrachas-    Me dice de manera sumamente seria viéndome a los ojos, acariciando uno de los mechones de mi pelo.

-Buuu ... que abur... aburrido eres- llevo su mano para acariciar su rostro de manera lenta y suave.

-Suelo ser muy divertido y trato de complacer siempre-  Lo vio sonreír de manera seductora, ella recordó lo que vio esa noche negó con la cabeza, mientras se deshacía de su blusa quedándose solamente en su sujetador negro de encaje sin importarle la presencia de él.

-Demonios ... -   confesó el mientras tragaba saliva disfrutando de la vista que tenia, no pudo evitar y observo detenidamente el pequeño espectáculo que tenía enfrente.

-Me lo puedooo.. imaginar -    Sonrió seductoramente     -Yo aun soy virgen así que no tengo con quien compararte, para mí serias totalmente perfecto-   Se encoge de hombros, se tapa con una mantita que estaba en su cama, el le ayudo a taparla de manera suave tapando ese cuerpo delicado que le causo cierta fascinación.

-Algún día flaquita...-     Le promete y le da un pequeño beso en su frente, gesto que jamas había tenido por alguien, pero esa chica le causaba muchas cosas que desconocía.

-Está bien, buenas noches Negri-    Le dice por primera vez con aquel apodo, aventándole un beso para luego cerrar los ojos cayendo en los brazos de Morfeo.

-Buenas noches, flaquita hermosa-   logro alcanzarlo a escuchar en sueños ... para después gracias al alcohol olvidar para siempre de aquella pequeña conversación que se había desarrollado entre ambos. 

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