11: DOLOR DE OMEGAS

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Wen Chao estaba con una de sus concubinas, ese día estaba de un pésimo humor y la pobre Omega estaba sufriendo las consecuencias del estado del Wen.

-Que se creé ese imbécil de Wei Wuxian?, se llevó a mi hijo como sin nada, debería haber pedido mi permiso!-

La Omega no dijó nada, solo permaneció con la cabeza agachada esperando no llamar la atención del furico Alfa.

-Yo debería criar a ese niño, no un estúpido Omega, todo esto es culpa de mi padre-

Wen Chao lanzó una jarra de licor a la pared, la Omega rápidamente comenzó a levantar los pedazos de la jarra y Wen Chao la vió con furia.

-Esto es tu maldita culpa!!!- el Wen soltó una patada al vientre de la joven Omega, el golpe fué tan fuerte que salió disparada a la pared golpeándose la espalda y por consecuencia empezó a escupir sangre.

-Maldita Omega inútil, tu y todas las basuras de mi harem no sirven, cuantos años han estado conmigo y ni una ha engendrado un hijo, si tan solo hubiera tenido más hijos mi padre no le daría tantas libertades a Wei Wuxian-

La Omega no se atrevía ni a levantar la cabeza, tenía miedo de ser golpeada nuevamente, sabía que cuando Wen Chao estaba furioso no había quien lo pudiera calmar, se quedó en cuclillas intentando limpiar el desastre pero fué empujada al suelo y antes de darse cuenta estaba siendo penetrada por el Wen, él la estaba tomando de una manera muy brutal, el salvajismo con que la embestía la estaba lastimando aún más de lo que ya estaba.

~Quisiera volver a mi hogar...~

La Omega solo se podía refugiar en sus pensamientos mientras era ultrajada por el asqueroso Alfa.

Después del trato tan brutal , el Wen se aburrió y salió de la habitación dejando a la Omega tirada en el suelo casi inconsciente, poco después entraron tres jóvenes Omegas y ayudaron a la joven, el médico encargado la revisó exhaustivamente y la dejó al cuidado de las demás concubinas, esa situación era muy común entre ellas.

-Esta vez está más furioso que de costumbre-

-Últimamente se está volviendo más salvaje, si no tenemos cuidado podría matarnos-

-Maldigo el momento en que llegué aquí-

-Mi padre no tuvo otra opción más que mandarme a este infierno, el maldito de Wen Chao le exigió una Omega y mi hermana es muy pequeña aún, yo nunca dejaría que ella sufriera este destino-

-Mi madre me mandó como ofrenda, él muy desgraciado le prometió poder a mi familia-

Las jóvenes Omegas nuevamente se perdían en una charla sobre las circunstancias que las orillaron a ese infierno.

-El Omega Wei Wuxian... él también es muy lamentable, escuché que en su noche de bodas fué arrastrado a los aposentos de Wen Chao, él solo aceptó para salvar a su familia, luego cuando buscó el consuelo en los brazos de su esposo fué despreciado y hasta golpeado por ese Alfa-

-Tambien lo escuché, cuando se fué con él corazón roto no sabía que en su vientre llevaba la semilla del asqueroso Wen Chao-

-Por lo menos nosotras no estábamos casadas, ni tampoco tuvimos la desgracia de engendrarle un hijo, pobre Wei Wuxian-

-Lo bueno fué que el pequeño que nació no se parece en nada a Wen Chao-

-Gracias a los dioses se parece a su madre-

Las jóvenes suspiraron al unisono.

Mientras tanto Wuxian estaba despidiéndose de su familia, ya era hora de volver y no sabía cuándo los vería nuevamente.

A-YUAN, EL NIÑO CON TRES APELLIDOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora