14."Todo Por Ti"

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Tras haber conversado con Nanami logró aclarar un poco de sus dudas, también el convivir con la familia de Suguru pudo darse cuenta de lo difícil que debió ser para él así que no había caso en guardar rencor, lo seguía amando y debía aceptar que no soportaría alejarse de Suguru una vez más ya había sido suficiente todo lo que sufrió durante esos cinco años, así que esta vez no se quedaría de brazos cruzados, estaba decidido se confesaría a Suguru y se lo llevaría a Italia lejos de las personas que lo han dañado. Salió de sus pensamientos cuando llamaron a su puerta al abrirla vio a Riko quien tenía una enorme sonrisa en el rostro.

— Satoru, hicimos una pequeña reunión con algunos amigos como agradecimiento a ti por aceptar ser quien abrirá el desfile — informó — ¿Podrías bajar? Todos están ansiosos por conocerte — dijo con una sonrisa.

Suspiró, por más que quiso dedicarle una sonrisa falsa al menos, no pudo hacerlo, la imagen de ella saliendo del hotel aún permanecía fresca en su memoria — Sí, bajo en un momento — dijo escueto — Solo me cambio y los alcanzo — dijo y le cerró la puerta en la cara.

Rápidamente buscó algo para vestirse, no estaría ahí por mucho tiempo, solo saludaría rápidamente y después iría en busca de Suguru, no podía pasar más tiempo sin decirle todo lo que sentía por él, se vistió con un suéter cuello alto azul marino y un pantalón casual gris, termino por coloco sus zapatos, se vió por última vez en el espejo y al salir tomo de perchero un cubretodo gris oscuro y bajó rápidamente; al llegar al primer piso Riko se acercó y lo tomó del brazo arrastrandolo hacía una esquina del salón donde se encontraban varias personas a las que él claramente no conocía odiaba sentirse como un fenómeno en exhibición, todos solo querían tomarse fotos con él, era obvio que solo por eso habían asistido, no pasó mucho tiempo cuando encontró la excusa perfecta para salir de allí y subió a un taxi con rumbo al lugar de trabajo de  Suguru.

Sabía que el lugar perfecto para él era al lado de Suguru, sentir la calidez de su cuerpo era lo mejor, lo apretó suavemente e inhaló el olor de su cabello, la mezcla de almendras y coco era exquisita justo como la primera noche que pasaron juntos, al separarse su ojos nuevamente se encontraron, esos ojos dorados qué había extrañado durante tanto tiempo, la leve sonrisa en su rostro era tan tan hermosa.

— Suguru, regresa conmigo a Italia por favor — pidió y su voz sonó más desesperada de lo que eque quiso.

El pelinegro acarició su mejilla y suspiró — Lo he pensado mucho y no creo poder alejarme de ti una vez más, te amo y claro que acepto ir contigo — dijo y no pudo evitar que sus lágrimas salieran.

Nuevamente se fundieron en un sentido beso en el cual dejaban salir todos esos sentimientos que guardaron durante tanto tiempo. La mesera llevó su pedido y les sonrió al ver sus manos entrelazadas.

— Perdón por no poder estar contigo antes, me dolió demasiado alejarme de ti, pero en ese momento sentí que estaba haciendo lo correcto — suspiró.

— Para ser sincero dolió muchísimo y traté de odiarte, incluso cuando creí que ya te había superado traté de salir con alguien, pero no funcionó y ahí me di cuenta que con quien deseaba estar era contigo, pero ya me había resignado a no verte más, guardé todas tus fotos como si fuesen tesoros y fue entonces que caí en cuenta que llegaste a lo más profundo de mi corazón, te amo Suguru — suspiró y vio nuevamente esa sonrisa en el rostro del pelinegro — Cuando volví a verte fue una mezcla de emociones que no lograba controlar, por un lado quería preguntar por que te fuiste, pero no quería salir dañado nuevamente así que decidí cumplir con mi trabajo e irme y no volver a verte, pero en los últimos días me he dado cuenta que tu no eres feliz y a decir verdad yo tampoco lo he sido es por eso que quiero que esta vez te quedes a mi lado, prometo amarte y hacer todo por ti — dijo sentido.

— Gracias Satoru, de verdad no hubo ni un solo minuto en el que no pensara en ti, al volver a Japón hace cinco años mi vida se sumergió en trabajo, trataba de pasar más tiempo en la oficina que en mi casa, odiaba escuchar los reproches de Riko, se que ella también saldrá lastimada, pero por primera vez quiero hacer lo correcto y lo correcto es estar a tu lado — suspiró.

Después de haber aclarado todo entre ellos decidieron regresar a la casa, su sonrisa no se borro de su rostro en todo el trayecto, finalmente estaba al lado de Satoru y eso lo hacía inmensamente feliz; al entrar a la casa vio a sus padres en el salón principal hablando con algunos de sus amigos, saludó rápidamente y se encaminó a su dormitorio y vio a Satoru entrar a su habitación  y él entró a la suya y vio a Riko recostada en eso espaldar de la cama al enfocarlo se puso de pie y caminó hasta él y lo abrazó él sintió el olor a alcohol y trató de alejarla, pero ella se aferró a él.

— Suguru, quiero que me folles — dijo con voz pastosa.

— Riko, estas borracha creo que lo mejor es que descanses — respondió y nuevamente trató de separarse de ella.

—¡NO! — exclamó — ¡QUIERO QUE MI ESPOSO ME FOLLE! ¡YA HA PASADO MUCHO TIEMPO — gritó.

— Riko por favor, baja la voz mis padres están abajo y hay visitas — reprendió.

— ¡NOE IMPORTA! ¡QUÉ TODOS SE ENTEREN QUE NO ME CUMPLES COMO HOMBRE! ¡¿QUÉ ES LO QUE TENGO YO DE MALO? — inquirió molesta.

— Riko por favor, ve a dormir mañana hablaremos de todo esto con clama — dijo apretando el puente de su nariz para poder mantenerse sereno.

—¡MAÑANA NO! ¡QUIERO QUE ME LO DIGAS AHORA MISMO! — exigió —¡NO SOY IDIOTA SUGURU, DIME LA VERDAD! — reclamó.

— Es imposible hablar contigo en este momento, regresaré mañana para hablar con calma, — dijo safandose de su agarre y se encaminó a la puerta, pero se sobresalto cuando escuchó el un estruendo y al voltear notó qué Riko había lanzado una de las lámparas al suelo.

— ¡¿ERES GAY?! — inquirió con sus ojos completamente llenos de lágrimas.

Él solo asintió.

Mío (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora