10. "Modelo"

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Viajar a New York lo estresaba, no acostumbraba estar en lugares tan ruidosos, pero sus hermanas estaban a punto de presentar la nueva colección de temporada, estaba muy orgulloso de ellas al que sus padres; Riko iba a su lado disfrutando de una película, al ver por la ventanilla notó el azul intenso del cielo y a su mente llegaron los recuerdos de esos días en Italia, ya habían pasado cinco años de su aventura y por más que trató, no pudo olvidarlo, no volvió a saber nada de él, pero aún en su mente conservaba la imagen de frustración que el albino tenía cuando él se alejó, era seguro que lo odiaba, pero aún así ansiaba poder verlo de nuevo, pero sabía que lo mejor era no volver a aparecer en su vida, esperaba que Satoru fuera feliz; la voz de Riko lo sacó de sus pensamientos.

— Cariño, llegamos — informó con una sonrisa — Ha pasado mucho tiempo desde que vi a tus hermanas — sonrió — Vamos — dijo y lo arrastró con rumbo a la salida.

Caminaron por los pasillos del aeropuerto hasta que se encontraron con sus hermanas quienes al verlos los abrazaron eufóricas, él dejó un beso en la frente de cada una y empezó a caminar con rumbo a la salida.

— Hermano espera, — dijo Mimiko — Aún no podemos irnos, debemos esperar al modelo que se hospedará en casa — informó.

— ¿Modelo? — inquirió confundido.

— Si, él accedió a trabajar con nosotras y ser el modelo principal y papá dio su permiso para que se quedara con nosotros con la finalidad de que estuviera más cómodo — dijo con simpleza — De hecho llego hace rato, solo fue por café — mencionó

— Ok, solo me hubiera gustado que me avisaran qué compartiría espacio con un desconocido — resopló

— Amor, solo será por unos cuantos días, no te enojes — dijo la pelinegra y dejó un beso en su mejilla.

— ¡Se ven tan lindos! — exclamarón  las gemelas — Esperamos pronto ser tías — dijeron con emoción.

Él se estremeció al escuchar esas palabras, últimamente había tenido varias discusiones con Riko debido a eso, también sintió la incomodidad de la pelinegra quien respondió rápidamente — Es posible que pronto les demos una sorpresa — mencionó.

Las gemelas sonrieron, de repente sintió como es agarre de Riko se suavizó en cuanto lo soltó — ¡No puede ser! ¡¿Él es Gojo?! — exclamó emocionada.

— Si él es el modelo principal del desfile — informó Nanako.

Él volteó para ver quien era y al verlo su cuerpo se estremeció al darse cuenta que se trataba de Satoru, la sonrisa qué el albino tenía en el rostro se borró completamente al reconocerlo, pero rápidamente volvió a sonreír al saludar a Riko.

— Mucho gusto, Riko Geto — saludó con emoción.

— Un placer, Satoru Gojo — respondió al saludo.

— Satoru él es mi hermano, Suguru — dijo Mimiko al ver que él se había quedado inmóvil.

— Mucho gusto — saludó el albino con frialdad.

— Si... Mucho gusto — respondió.

El viaje hasta la casa de sus padres fue muy incomodo, él y Satoru subieron a la camioneta y se sentaron al fondo, por reflejo de vez en cuando lo buscaba con la mirada, pero el albino llevaba la vista fija en la ventanilla del auto; al llegar a la casa saludaron a sus padres y subieron a las habitaciones que ya estaban preparadas para su llegada, él tenía aún un nudo en el estómago, ver nuevamente a Satoru había sido un golpe bastante fuerte, pero recordar la mirada fría que él le dio hacia que su corazón doliera, pero era obvio que el albino lo despreciaba, nunca se iba a perdonar haberlo lastimado, se recostó en la cama, si por él fuera no saldría de esa habitación, no quería toparse con Satoru, sin darse cuenta quedó profundamente dormido.

No supo cuanto exactamente durmió, pero al despertar notó que ya había oscurecido, se puso de pie y entró al vestidor para ponerse algo más cómodo, un pantalón de chandal negro y un pullover gris claro, salió de la habitación con rumbo a la cocina para tomar un vaso de agua, al bajar vió a Satoru y Riko en la sala, ambos tenían una conversación bastante animada, al verlo Riko sonrió y él trató de responder de la misma manera y siguió hasta la cocina, al terminar su plan era volver a la habitación, pero la voz de la pelinegra lo interrumpió.

— Cariño ven! — llamó y él no la podía ignorar.

Caminó hasta la sala de estar y tomo asiento al lado de Riko, su estómago se contrajo al tener frente a él a Satoru.

— Le platicaba a Satoru qué en Italia pasamos nuestra luna de miel — dijo emocionada — ¿Verdad amor que fue hermoso? — inquirió.

— Si... Muy lindo — respondió y al ver a Satoru notó qué él sonrió de manera burlona.

— Suguru al volver a Japón decidió aprender italiano — dijo orgullosa — Lo habla muy bien, pero para mi es bastante complicado así que él si continuó con sus clases — mencionó.

— ¿Así? La verdad Italia es un lugar hermoso y se pueden vivir muy buenas experiencias — dijo en un tono sarcástico qué solo él pudo distinguir — Ora capisci le parole che ti ho detto mentre ti scopavo? (¿Ahora si entiendes las palabras que te decía mientras te follaba?) — inquirió y sonrió al ver su reacción.

Sus mejillas ardieron al entender lo que el albino dijo y no pudiendo soportar más la incomoda conversación, se levantó con brusquedad — Lo siento, tengo que revisar algo del trabajo, con permiso — dijo y se encaminó a la habitación.

Entró al cuarto de baño y cerró la puerta con brusquedad, se deslizó hasta el suelo y quedó recostado en la puerta, era tan patético y cobarde, ver nuevamente a Satoru hizo que esos recuerdos de los días soñados en Italia volvieran con más fuerza, amó profundamente a Satoru y aun lo amaba, pero ahora lo único que tenía era esa mirada de frialdad y rencor, pero no lo culpaba, sabía que el albino estaba en todo su derecho de despreciarlo, él lo lastimó y esa era su condena.

Holi...

Acá dejo un nuevo capítulo, perdón había estado muy ausente, pero fue a causa de mi nutriologa porque cambió mi dieta y la he pasado de muy mal humor y así es imposible que pueda escribir, pero en cuanto me acople podré seguir con normalidad.

Gracias por todo el apoyo ❤️
Besitos ❤️

Mío (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora