18. "Enfrentando El Pasado"

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Saber que Utahime había hablado con Suguro lo tenía molesto, el pelinegro se encontraba profundamente dormido a su lado, boca abajo solo con una sabana envolviendo sus caderas, acarició suavemente su espalda y lo escuchó suspirar, le encantaba esa intimidad y no quería que nadie lo arruinara; lentamente se puso de pie y se vistió rápidamente, tomó su teléfono y escribió un mensaje a la pelinegra.

-Nos vemos en cinco minutos en el Lobby -

Escribió y espero la respuesta, la cual llegó casi de inmediato.

- OK - respondió

Vio por última vez al pelinegro el cual seguía durmiendo profundamente, dejó un suave beso en su sien y se puso en marcha al Lobby, era increíble la cantidad de personas que caminaban por los pasillos del hotel era casi media noche, llegó hasta el  Lobby y se encaminó hasta la sala y tomó asiento, poco tiempo pasó cuando sintió un toque en su hombro, sabía de quien se trataba así que le dio una ligera mirada y ella camino hasta el sillón de enfrente y tomó asiento.

— ¿A que fuiste a mi habitación? — inquirió con seriedad.

— Pues quería saludarte — respondió con obviedad — Pero no estabas así que regresé a mi habitación — dijo con desagrado.

— Utahime, quiero que me digas exactamente que fue lo que le dijiste a Suguru — dijo serio.

— Que raro que él no te lo haya dicho — mencionó sarcástica — Creí que confiaban ciegamente el uno en el otro — murmuró.

Él frunció el ceño — No es la primera vez que haces esto, crees que no sé que fuiste tu quien le habló de Suguru a Mei Mei y por eso ella regresó a mi departamento, la verdad es que estoy cansado de esta situación, no quiero que te vuelvas a meter en mi vida — dijo en tono de advertencia.

— No puedo creer que por él me hables de esa manera — reclamó — Recuerda que yo fui quien estuvo a tu lado cuando él te dejó sin decir nada, él ya te abandonó una vez y estoy segura que lo volverá a hacer — dijo molesta — Él no es quien debería estar a tu lado, yo siempre te he apoyado, yo te he amado desde el momento en el que llegaste pr primera vez a mi casa, mis padres tienen la esperanza en que tu y yo nos casemos, pero tu decides de un momento a otro quedarte con él — escupió con desprecio.

— Lo que pase entre Suguru y yo no debería ser problema para ti, así que deja de preocuparte — soltó — Y el hecho de que tus padres me hayan ayudado mucho en el momento en el cual me encontraba vulnerable no quiere decir que yo deba estar contigo, no es la primera vez que tu confiesa tus sentimientos hacia mi, pero la respuesta siempre va a ser la misma, yo solo te veo como una amiga y eso no va a cambiar y si no lo puedes entender no quiero que sigas en mi vida — sentenció, se puso de pie y subió nuevamente a su habitación.

*****

Su pecho dolía, no era la primera vez que era rechazada por su amor de adolescencia, Satoru; recordaba a la perfección la primera vez que lo vio, era tan contrario a ella, siempre bromeando y actuando de manera infantil, pero ese era su gran encanto, sus padres habían decidido ayudarlo a terminar la carrera así que desde ese momento empezaron a pasar mucho tiempo juntos, pero ahí aún no sabía exactamente que era ese sentimiento que la mantenía inquieta y eso le molestaba; cuando al fin terminaron la carrera ella decidió abrir un restaurante y Satoru se quedó a su lado a ayudarla y ahí fue donde llegó a la conclusión de que ese sentimiento era amor.

Cada día llegaba al restaurante con la ilusión de ver a Satoru, hasta el día que apareció Mei Mei, ella era una mujer hermosa, su cuerpo bien formando y su rostro era casi como el de un ángel, Satoru había caído profundamente por ella, pero esa mujer era tan hermosa como ambiciosa así que estar con un mesero no está dentro de sus planes y al poco tiempo se fue dejando a Satoru con el corazón roto. Esos recuerdos la atormentaban, su plática reciente con Satoru la había dejado mal, caminó hasta el bar del hotel el cual tenía servicio las 24 horas, sin pensarlo mucho pidió una botella de whisky y se sentó en una mesa en el rincón y ahí se volvió a hundir en sus recuerdos.

Desde el momento en el cual le dio un nombre a los sentimientos por su amigo quiso estar a su lado y ayudarlo en cualquier cosa, pero Satoru después de su roptura con Mei Mei había empezado a tener aventuras de una sola noche, ella sabía desde hacía mucho que Satoru era bisexual y eso en ningún momento le molestó, pero verlo cada día mal por el tipo de vida que llevaba le dolía mucho, afortunadamente eso cambió un poco cuando tuvo la oportunidad de actuar en el teatro sistina, su amor por la actuación era digno de admirar y eso fue lo que ella hizo, lo admiró mucho y eso le dio el valor para confesarle sus sentimientos por primera vez, pero resivio una negativa por parte del peliblanco, poco tiempo pasó de eso cuando llego Suguru y su corazón se rompió cuando vio a Satoru perdidamente enamorado.

Había pasado un buen rato bebiendo y cuando trato de ponerse de pie, sus piernas sedieron y casi cae al suelo de no haber sido por la persona que la sostuvo.

— Ten cuidado, puedes lastarte — hablo con voz dulce y la ayudo a tomar asiento nuevamente.

— ¿Quién er..es? — habló con voz pastosa.

— Soy Shoko, ¿Tú? — inquirió con una sonrisa.

— Utahime — murmuró.

La castaña sonrió y ella la observó, pero el alcohol le afectaba mucho, la realidad era que nunca fue buena bebiendo.

— ¿Puedo ayudarte a llegar a tu habitación? — inquirió — Creo que ya has bebido demasiado — habló suavemente.

— Esssta bien — balbuceó y escuchó la risita de la castaña.




Mío (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora