19."Una Persona Misteriosa"

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Los días pasaron rápidamente, el desfile había sido todo un éxito, Satoru estaba feliz por que él al fin había firmado los papeles del divorcio así que ya podían viajar a Italia, también había conocido a la pareja de Nanami, Yu Haibara, parecía un buen hombre y el amor que había entre ellos era de admirar; sus días se habían llenado de felicidad al lado del albino, él siempre lo consentía y cada mañana los despertaba entre besos y caricias en las cuales le profesaba el gran amor que le tenía, aún le era difícil creer que por fin podría estar con Satoru, pero así era y eso lo hacía muy feliz, su teléfono vibró en su bolsillo y él rápidamente lo sacó y revisó, era Shoko quien pedía verlo.

Llegó al restaurante en el que había quedado con la castaña, ella ya se encontraba en el lugar, caminó hasta ella y al verla notó las lágrimas en su rostro, rápidamente se acercó y ella al verlo se lanzó a sus brazos.

- Shoko, ¿Qué pasa? - inquirió preocupado mientras acariciaba su cabello.

- Es que soy una tonta - balbuceó entre lágrimas - Yo me confesé y ella me rechazó - suspiró.

- ¿Ella? ¿Quién? - indagó confundido - Por favor tomemos asiento y explicame - sugirió limpiando suavemente su rostro con un pañuelo, ahora entendía por que ella había reservado el área privada del restaurante, ambos tomaron asiento y ella suspiró profundamente antes de empezar.

- Esta bien - suspiró - Es que hace unas semanas conocí a una chica en el bar del hotel en el que me hospedé mientras remodrlavan mi departamento, esa noche ella estaba muy borracha así que quize ayudarla a llegar a su habitación, pero a medio camino ella se desmayó así que no tuve más opción que llevarla a mi habitación - confesó escueta - No quiero que pienses mal, yo la dejé en la cama y yo dormí en el sofá - dijo rápidamente y él sonrió levemente.

- Tranquila, se que no serias capaz de dañar a nadie y menos si esa persona está tan vulnerable, así que continúa por favor - pidió y le dio una sorbo a su copa de vino.

- Pues desde ese día habíamos estado en contacto y creí que había algo especial, pero creí que solo malinterpreté las cosas - murmuró y vio con tristeza su teléfono el cual vibró y en la pantalla solo se vio la llamada entrante de un contacto agendado con un corazón, ella suspiró y rechazó la llamada.

Él la vio y levantó una ceja a modo de pregunta.

- Sí, es ella, pero ya no hay nada que decir entre nosotras - masculló - Y es una pena por que de verdad es tan linda y tiene un acento hermoso - suspiró.

Él la observó, sabía lo orgullosa que podía llegar a ser y era posible que no siquiera la hayan rechazado del todo - Si ella te rechazó, entonces ¿Para que crees que te esté llamando? - inquirió.

- Pues no lo sé, tal vez para rocordarme que aún está enamorada de sus primer amor o algo así, no sé - dijo en tono un poco molesto.

- Creo que es importante que aclares bien las cosas, tal vez ella solo esté confundida, estoy seguro que tu no te quedaste a escuchar sus razones y eso lo sé por que te conozco, creo que si en realidad te gusta deberías aclarar a la perfección las cosas así no habrá más malos entendidos entre ustedes - aconsejó - Sé que tienes miedo y esta bien, pero no dejes que el miedo te detenga de hacer lo que en realidad quieres - dijo en tono delicado.

- Gracias Suguru, la verdad es que yo no quize escucharla, solo entendí lo que quize y no la dejé terminar, pero en ese momento solo pensé en que no quería seguir perdiendo el tiempo con personas confundidas así que ni siquiera escuché el resto, me quedé solo con lo que quize; ¡Soy una idiota! - exclamó.

- No eres idiota, pero si no tratas de arreglar esto entonces si lo eres - sonrió y al verla inquieta sonrió - Ve con ella, creo que tienen muchas cosas que aclarar - dijo y sonrió cuando ella asintió ansiosa y le dejó un beso de despedida antes de salir del lugar.

Regresó al hotel y subió hasta su habitación, después da haber trabajado durante la mañana y por la tarde salir con Shoko se encontraba completamente agotado así que solo buscó algo cómodo para vestirse y se dejó caer en la cama y quedó profundamente dormido; abrió sus ojos con dificultad, pero cuando al fin se había acostumbrado a la poca claridad de la habitación notó qué Satoru se encontraba a su lado solo con sus caderas envueltas con una toalla, verlo dormir de esa manera le encantaba, lusia tan vulnerable, con sus dedos recorrió lentamente su mandíbula, bajo por su cuello y llegó hasta su abdomen, escucharlo suspirar entre sueños era una maravilla, una sonrisa pícara se formó en su rostro al recordar todas las noches en las cuales el peliblanco lo ha despertado con una felacion así que esta era la oportunidad perfecta para que él hiciera lo mismo; con un movimiento rápido hizo a un lado la toalla dejando descubierto el miembro de Satoru, buscó una posición cómoda a una lado del albino para poder hacerlo sentir bien, lentamente se acercó y empezó por pasar la lengua en la base y los testículos, la sensación era extraña, pero deseaba hacerlo sentir bien, trató de imitar los movimientos que Satoru hacia en él y lo consiguió con éxito, en poco tiempo el miembro del albino se encontraba erecto y él ya podía tomarlo completo con su boca.

- ¡Ngh! ¡Esto es maravilloso! - dijo con voz ronca.

Él lo observó con ojos llorosos y lo llevó más profundo, pero el albino se movió provocandole una arcada así que tuvo que sacarlo.

- Eres un idiota - dijo limpiando sus comisuras.

- Esta es la mejor manera de despertar - dijo y lo atrajo para besarlo - Ahora si, en cuatro - ordenó y él obedeció, agradecía que debido al cansancio solo hay tomado una remera y unos boxers los cuales fueron quitados con rapidez.



Mío (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora