𝑆𝑖𝑛 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑟 𝑎𝑚𝑎𝑟... (𝐶ℎ𝑖𝑓𝑢𝑦𝑢 𝑥 𝑇/𝑛)

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Otro día normal.
Otro día aburrido.
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Me encontraba en la cafetería como todas las tardes, mi turno terminaba aproximadamente en una hora.

Ya quiero irme, Izana me prometió que me ayudaría a hacerme un pedicure, y si se lo preguntan pues... Tardé como dos horas tratando convencerlo.

Limpiaba las mesas que ya habían sido desocupadas mientras tarareaba una canción al azar, hoy han habido pocos clientes, todo ha estado tranquilo.

-Koteshi -Mi compañera de trabajo, Azami, llamó mi atención- ¿Podrías por favor llevar esto a la mesa 7? -Me mostró la bandeja en sus manos, al parecer estaba bastante ocupada-

-Por supuesto -Tomé los pedidos y me dispuse a ir a la mesa correspondiente-

Mientras caminaba hacia esa mesa, la cual quedaba al otro extremo del establecimiento, la campanilla de la puerta sonó. Instintivamente dirigí mi vista hacia esa dirección para darme cuenta de que se trataba del chico adrenalina y el chico pelinegro, no le dí importancia, los saludaría en un rato.

Al dejar el pedido y saludar amablemente a los clientes, me dirigí hacia la caja registradora, ya que hoy me tocaba a mí llevar la contabilidad y la administración de ese día.

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-Hola chicos -Yuzuha se acercó con la libreta de notas a la mesa en donde estaban el rubio y el pelinegro-

-Hola Yuzuha ¿Cómo estás?

-Todo bien... ¿Qué desean pedir? ¿Lo mismo de siempre?

-Si. Chifuyu me dijo que Hakkai estaba algo enfermo ¿Cómo sigue? -Preguntó Baji mientras se acomodaba en su asiento-

-Está mejor, le pasa por conducir bajo la lluvia con un montón de holgazanes -Les recriminó con la mirada y ellos la miraron ofendidos- En un momento les traigo el pedido -Sin más se retiró-

Hablando de cosas sin sentido, ambos chicos comían de la deliciosa comida que servían en el lugar.

Mirando a su alrededor, Chifuyu se fijó sin darse cuenta en la misma chica de días anteriores.
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¿Shira? Si. Creo que ese es su nombre.
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Chifuyu nunca había sido un galán que coqueteaba y observaba a todas las chicas a su alrededor, pero esta persona en particular despertó cierta curiosidad por parte del rubio.

La miró, analizó a la chica de pies a cabeza, buscando algún defecto en ella, pero no lo encontró. Era perfecta ante sus ojos y no pudo evitar sentirse atraído por ella.

Lo que Chifuyu no sabía es que en la mesa junto a ellos, había un par de hermanos que decidieron saludar a su amiga en el trabajo, pero mientras esperaban a que la chica se desocupara, el de trenzas observó cómo Matsuno veía a la joven.

Sintió que la sangre le hervía, no podía aceptar que otro chico la viera de esa forma, de la misma forma en como él la veía.

-¿Te gusta? -se escuchó detrás del rubio-

-¿Eh? -giró su cabeza para encontrarse con la espalda de un chico alto con características distintivas-