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Es increíble cómo una persona puede cambiarte el ánimo en un segundo.
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—No tenemos eso por ahora, pero con gusto le podemos preparar una ración extra. -La paciencia es uno de los valores que ha tenido que aprender a desarrollar gracias a su trabajo. Los clientes a veces son algo difíciles-

—¡No quiero una ración extra! ¡Solo quiero esas patatas! -Un niño haciendo un berrinche-

—¡Ya cállate! -Y su madre ya cansada regañándolo-  Lo lamento, cariño. -Miró a la chica gentilmente, Shira tenía una sonrisa bastante tensa- Por favor, danos la ración extra.

—De acuerdo, vuelvo en un minuto. -Con cuidado, tomó los platos que ya estaban desocupados y se dirigió a la barra del local- Ayúdame.

—Niño malcriado, de lo peor. -Yuzuha, totalmente enterada de la situación por el escándalo del infante, tomó la vajilla y la dejó en la cocina-  a veces me provoca renunciar.

—Azami, ¿Podrías servir una ración extra de papas mixtas para la mesa 4? -Preguntó con algo de rapidez para ya desocuparse de esa mesa-

—Tranquila, ya te la doy. Respira mujer, te va a dar algo. -Rió un poco antes de hacer lo que la chica le pidió-

—Hoy solo me han tocado los niños gritones. -Se rió sin ganas de su propia desgracia mientras esperaba a su compañera-

Después de unos minutos, ya la orden estaba lista. Gracias a Dios su turno terminaba en menos de veinte minutos.

Con amabilidad y una sonrisa que aparentemente era tranquila, dejó la orden en la mesa 4 siendo cortez con la señora y su hijo.

Ahora, le tocaría limpiar las mesas desocupadas para salir.

Mientras hacía su trabajo en una de las mesas que estaban junto a la vitrina del café, su vista sin querer se dirigió a la calle y se encontró con una cabellera pelinegra que conocia muy bien. Últimamente había estado visitando muy seguido ese lugar. El chico le sonrió y ella lo saludó con su mano, haciendole señas que en un momento salía.

Baji asintió.

Luego de unos minutos, la chica se despidió de sus compañeras de trabajo y salió del lugar.

—¡Ey! ¿Llevas mucho ahí? -Cruzó la calle cuidadosamente y se acercó al chico con una sonrisa y el ceño ligeramente fuenvida, así era como sonreía-

—No. -Respondió tranquilo- Casi me aprendo tus horarios.

—Eso da miedo. -El chico rió- ¿Qué cuentas? No viniste solo para verme limpiar mesas.

—Tenemos una sorpresa para tí, Chifuyu está esperándonos -Le sonrió emocionado y comenzó a caminar- ¡Vamos!

—Si tú lo dices.

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Llegaron al mismo parque en donde ella había estado con Chifuyu días antes, le gustó la idea de que la volvieran a invitar.

Chifuyu estaba sentado en un banco jugando con algo.

—¡Ey, Chifuyu! -Baji llamó su atención- ¡Traje a Shira!

La chica hizo la seña de amor y paz con sus manos mientras se acercaban  al chico.

El rubio inmediatamente se puso de pie y caminó hacia ellos con velocidad.

—¡Tal como te lo prometí! -Le sonrió a Shira muy contento, extendiendo lo que llevaba con él- ¡Te traje al mejor amigo de Peke J!

—¡Tal como te lo prometí! -Le sonrió a Shira muy contento, extendiendo lo que llevaba con él- ¡Te traje al mejor amigo de Peke J!

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𝑆𝑖𝑛 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑟 𝑎𝑚𝑎𝑟... (𝐶ℎ𝑖𝑓𝑢𝑦𝑢 𝑥 𝑇/𝑛)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora