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-¡Ya te ví! -Estaba cantando como una loca- ¡Te tienes que mimir! -Un peine era su micrófono- ¡O si no...! -Y su escenario, la cama de Izana. Estaba saltando sobre ella- ¡Te voy a seducir!

-¿Comiste dulce o algo así? -Preguntó irritado mientras guardaba algunas cosas en su armario-

Vete a hacer la mimición! ¡A hacer la dormición! -Su cabello era un desastre, parecía una niña pequeña haciendo berrinche, para ser honestos- ¡A hacer la...!

Se le olvidó lo que venía.

-No sé porque mierda estoy cantando esto, pero debes dormir -Se sentó en la cama cruzada de piernas- Porque mañana es un nuevo día, y tienes que hacer muchas cosas. No sé qué tienes que hacer pero sé que andarás todo estresado -Se hizo un moño para recoger todo su desastroso cabello- Así que anda a dormir, pendejo.

-¿Ya terminaste? -Shira aguantó la risa al ver la cara de molestia de Izana-

La observaba recostado del marco de la puerta con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

-Si, ya me voy -Se puso de pie y de forma infantil comenzó a dar saltitos hacia la puerta- Espérame, te traeré algo -Empujó a Izana por los hombros para que se sentara en la cama- No-te-mue-vas

-No me moveré -Tomó su celular y comenzó a revisar los mensajes que tenía-

Luego de unos segundos la chica volvió.

-Cuando lo ví en la tiendita junto a la cafetería me acordé de tí -Dijo en cuanto entro de nuevo con una sonrisa de oreja a oreja. Escondía algo detrás de su espalda-

-...-Izana la miraba curioso-

-Eso si, no te vayas a reír -Solo con escuchar esa palabra ya ella se estaba riendo- ¿Me lo prometes?

-Te lo prometo -Dijo con algo de duda el albino-

-¡Ta rán! -Extendió el objeto frente a su rostro-

-...

-...

-...

-... (No le gustó) -Pensó nerviosa y triste al mismo tiempo-

-¿Qué se supone que es eso?

-Eh... Yo, pues...

-Dámelo.-Se lo arrebató de las manos para inspeccionarlo, agresivamente por cierto-

- •-•

-No me gusta... Me encanta -Sonrió gentilmente acariciando su obsequio-

Era un lindo peluche de un cachorro pastor alemán de color blanco, con ojos violetas y un collar negro. A Izana se le derritió el corazón con tan solo pensar que la chica quiso hacerle un regalo como ese. Le encantaba.

-¿De verdad? -Preguntó emocionada-

-De mentira -Dijo sarcástico sin dejar el peluche- Se lo mostraré a los chicos para que se pongan celosos -Ideó sonriente-

-No tienes remedio... -Shira puso los ojos en blanco mientras reía, amaba las reacciones de su amigo- Ahora sí me voy, adiós Izanita.

-Duérmete. -Dijo para después abrazar de nuevo el cachorro al escuchar el sonido de la puerta cerrarse-

Sonrió al sentir lo suave que era, lo conservaría por siempre.

..•..•..•..•..•..•..•..•..•..

Hace 10 años...

-¿Vas a tardar mucho, mami? -La pequeña niña iba de la mano con su progenitora, al ser tan pequeña tenía que hacer su cabeza muy para atrás para ver a su madre a la cara-

𝑆𝑖𝑛 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑟 𝑎𝑚𝑎𝑟... (𝐶ℎ𝑖𝑓𝑢𝑦𝑢 𝑥 𝑇/𝑛)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora