𝑆𝑖𝑛 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑟 𝑎𝑚𝑎𝑟... (𝐶ℎ𝑖𝑓𝑢𝑦𝑢 𝑥 𝑇/𝑛)

•°16°•

No quería entrar a casa a estas alturas.

A pesar de estar empezando a ser de noche y que probablemente en breve empiece a llover, prefería estar sentada afuera, en las escaleras de la entrada.

La verdad, desde que su hermano mayor volvió, su relación con él fué empeorando aún más; sin embargo, ya no tenía que trabajar para él como antes. No obstante, había discutido con él, por lo cual Yuzuha prefirió salir de casa. Y a pesar de que Taiju sabía que ella estaba afuera de casa, no quiso llamarla y mucho menos ordenar le que pasara.

La puerta estaba cerrada, lo sabía.

Lo que le animo un poco fué ver cómo su cómplice apareció a un costado de la calle tras haber pasado por lo menos 15 minutos de haberle escrito. Esa cara de asesina serial que tenía la pelinegra de mechones rojos ahora mismo valía oro.

Ahora, al estar más cerca, logro visualizar a la pelicastaña afuera de su casa abrazando sus piernas mirando en su dirección. A Shira le entraron unas ganas tremendas de entrar a su casa y matar a Taiju.

La pelinegra dejó su moto lo suficientemente lejos como para que el mayor de los Shiba no notara que estaba ahí. Agradecía internamente ser una delincuente anónima, ya que si se enteraban de que alguien de Tenjiku estaba en la zona de Black Dragón, quien sabe lo que podría haber pasado. Además de su muerte provocada por Izana.

—Hol- la interrumpió-

—¿Qué sucedió? -Habló bajito, arrodillándose frente a ella, inspeccionando sus fracciones en busca de algún moretón o señal de agresión-. ¿Te hizo algo ese hijo de... Tu hermano?

—No, solo fué una discusión. -Shira notó que Yuzahu estaba empezando a tener frío debido a que estaba haciendo fricción con sus brazos, buscando calor. Por lo cual se quitó su chaqueta y la puso sobre sus hombros-. Perdón por asustarte. Ya estoy harta de estar aquí.

En ese momento, ambas escucharon unos pasos más cerca, provenientes de la casa.

—No m*mes. -La pelinegra frunció sus cejas tratando de pensar algo rápido. Si Taiju la veía, estaba en serios problemas, debido a que él si logró verla sin máscara un par de veces-.

Culpa de Shion, por cierto.

—¿Qué pasa? -La chica la miró confundida-. Él sabe sobre tí, no se enojará porque vengas a verme de vez en cuando.

—Si, pero no sabe cómo luzco ¿O si?

—¿Eso qué tiene que ver? -Se confundió aún más cuando Shira la tomó por el brazo para luego arrastrarla con ella hacia su motocicleta-. ¿Shira? Sé que dije que no quería estar en casa pero no hay necesidad de que te pongas así.

—Ninguno de Black Dragón puede verme. -Admitió mientras la ayudaba a subirse. La chica la miró con sospecha, aún no entendiendo nada pero sorprendida de que supiera el nombre de la pandilla de Taiju-. No puedo meterme en problemas ahora.

—Ja ¿Qué cosas dices? -La castaña quería ignorar la idea que se la había cruzado por la mente, obligándose a sí misma a creer que solo estaba siendo paranoica-. Un poco más y pensaré que eres de otra...

—¿Pandilla? -Terminó la frase mientras ella también se subía-.

Yuzuha abrió sus ojos de par en par al escucharla hablar de forma tan tranquila y natural. Quería negarse a creer lo que estaba pensando.

—¿Qué es lo que...? -Cuando la moto avanzó, se abrazó de la cintura de Shira, la cual tuvo que dar la vuelta para no pasar frente a la casa de los Shiba-. Dime que no es lo que estoy pensando.