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⚠️Por favor, leer nuevamente el⚠️ capítulo anterior.

~Autora-chan

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Shira caminaba con pasos vacilantes, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza en su pecho.

Cada paso que daba parecía más pesado que el anterior, y las lágrimas seguían fluyendo por sus mejillas sin poder evitarlo.

Habían pasado dos días desde que Chifuyu le confesó su amor, y en ese tiempo, su mente había estado en un torbellino de emociones; la confusión y el miedo la habían envuelto, pero también la esperanza de algo hermoso.

Recordaba claramente el momento en que él le había dicho lo que sentía. Su voz temblorosa, la sinceridad de sus palabras, la vulnerabilidad en sus ojos, y cómo ella, abrumada, solo pudo pedirle un poco de tiempo para pensar.

Pero ahora, al reflexionar sobre esos momentos, se dio cuenta de que había estado huyendo de sus propios sentimientos. Chifuyu era más que un amigo o un chico que conoció de casualidad; era alguien que había logrado sacarle varias sonrisas en poco tiempo, alguien con quién se sentía a gusto y protegida.

Su mano temblaba mientras levantaba el puño para tocar la madera. Después de unos segundos que parecieron eternos, Chifuyu abrió la puerta. Su expresión cambió de sorpresa a preocupación al ver el estado de Shira.

-Shira... -dijo con voz suave mientras examinaba su rostro-. ¿Qué... Haces... Aquí? -La miró con sorpresa, no esperaba a que aparecieras en la puerta de su apartamento, mucho menos en esas horas de la noche- ¿Cómo supiste que vivía aquí?

-Obligué a Baji para que me lo dijera, me sorprendió saber que vive en el mismo edificio. -Su voz se escuchaba algo apagado, cualquiera podría notarlo- También le dije que no te dijera que le pregunté. -Sus ojos se posaron en el suelo un momento, sin saber qué más decir-

Él asintió a sus palabras, imaginando cómo pudo obligar al pelinegro a que le diera su dirección, pero más importante ¿Por qué lo hizo?

-...-Pasaron algunos segundos, ninguno había dicho nada, solo estaban ahí. Chifuyu dentro de su apartamento y Shira en el pasillo de afuera, separados por un metro de distancia aproximadamente. Ella veía el suelo y el veía su rostro, tratando de descifrar su expresión y lo que pasaba por su mente en ese momento- Shira... ¿Pasa... Algo?

Ella no pudo responder de inmediato.

En lugar de eso, se lanzó a sus brazos, dejando escapar un sollozo ahogado e inconscientemente dejando escapar más lágrimas mientras se acercaba más a él.

Chifuyu se sorprendió por su acción tan repentina, y se alarmó un poco al verla llorar, liberando su angustia; la sostuvo con fuerza, sintiendo cómo su cuerpo temblaba entre sus brazos.

-¿Por qué lloras? -preguntó, acariciando su cabello con ternura pero con cierta preocupación y desesperación en su voz-. ¿Estás bien?

Shira se separó un poco para mirarlo a los ojos, y en ese instante, vio la preocupación reflejada en su mirada. Era un recordatorio de por qué estaba allí. Se secó las lágrimas con la mano y respiró hondo.

𝑆𝑖𝑛 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑟 𝑎𝑚𝑎𝑟... (𝐶ℎ𝑖𝑓𝑢𝑦𝑢 𝑥 𝑇/𝑛)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora