Prologo

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Cho Kyuhyun era un joven, atractivo, carismático ambicioso y claramente con muchos deseos de progresar en la compañía donde trabajaba, ser justamente la pareja de Annie lo ubicaba tan cerca de un puesto gerencial en la empresa familiar.

Siempre supo que grandes cosas le esperaban, jamás dudo de su intelecto e incluso tal vez creía merecer más, nunca había sido del tipo conformista.

¿Quién dice que el sexo es tan importante?

Una relación se basa en la confianza, en el compañerismo y la amistad, atributos que claramente compartía con su pareja. Estaba bien, de vez en cuando pasar a la cama, no era algo que le molestara demasiado pero se sentía más como una obligación que algo que nacía del amor, jamás habían vivido eso que otro juraban tener, una atracción irresistible, un deseo descomunal, que su corazón golpee desesperado su pecho o algo más que denote que ese aprecio era una necesidad.

Su pareja era perfecta, en lo que a Kyuhyun respectaba era una joven respetuosa, extrovertida, educada y lo más importante, con la familia perfecta para escalar económicamente. Justamente todo lo que pedía al momento de dar el sí en el altar.

Tal vez sonaba un poco interesado e incluso tenían un acuerdo con su pareja, a escondidas tenían una relación abierta. Esa parte del trato era más para complacer a Annie que a él mismo, debido a que jamás se había encontrado con alguna otra mujer.

¿Qué podía salir mal en un viaje familiar?

Antes del compromiso la familia Kim propuso un viaje para conocerse mejor, el cual claramente acepto rápidamente, de la familia de su prometida solo conocía a los padres y en la escapada al fin conocería al mayor de los Kim, el cual por rumores sabía que no quería saber nada con la empresa familiar, lo cual ubicaba a Kyuhyun siguiente en la lista de posibles gerentes.

Lo poco que pudo averiguar, más por chismeríos de oficina que por certezas fue... que el sujeto era homosexual y justamente por luchar por sus preferencias sexuales, había abandonado sin el consentimiento de sus padres la herencia, no estaba interesado en el negocio, el tipo era un bohemio de la vida, durante el día daba clases de canto y en las noches trabajaba en un club donde también cantaba, para Kyuhyun un completo fracasado.

Solo tenía una semana para ganarse por completo a los Kim y luego, seguir con una glamorosa vida llena de lujos, ya podía imaginarse a sí mismo cambiando su auto, mudándose a la mansión familiar e incluso ocupando esa oficina vidriada del piso 10... tan encantadora.

Solo debía sobrevivir una semana ¿Que podía salir mal?

El precio del éxitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora