.6.

118 9 7
                                    

El ultimo día del viaje, había sido demasiado pacifico... compartió muchos momentos con su novia y también se encargo de venderse como el esposo que esperaba ser próximamente a los señores Kim.

El éxito estaba casi al alcance de sus manos, cuando la señora Kim lo abrazo y lo llamo "Yerno" noto que ya no habían miradas analíticas o despectivas, ahora simplemente compartían un ultimo día del viaje en paz.

Al regresar a Seul comenzó un arduo trabajo de comenzar a armar el tema del casamiento, el salón ya había sido elegido y reservado por la familia de la novia, el decorado... se entero luego que era el obsequio de boda de parte de JongWoon. De la torta y otras pequeñeces se habia encargado el mismo.

El padre de la novia dejo en claro la fecha que quería que se celebre dicho casamiento y para Kyuhyun estaba perfecto, cuanto antes mejor. Ya se estaba cansando de ser el chaperon en las salidas de novia y su amante, si al menos también hubiera ido su cuñado seria mas llevadero, pero con ese desgraciado no se habían vuelto a ver desde la noche de la fiesta del orgullo. Necesitaba explicarle que sabia el motivo por el que lo había olido como un perro... y este  se debía a una infección en las vías respiratorias, nada relacionado con atracción o alguna cosa que haya imaginado su cuñado... Por que un resfrió y una infección es lo mismo ¿No? Quien sabe,  pero al menos sonaba como una explicación coherente.

Faltaban 9 días  y Kyuhyun era un manojo de nervios, luego de la ceremonia tenia asignadas dos semanas libres por el compromiso, el motivo la luna de miel. Sin embargo se dio cuenta que la situación se le estaba escapando de las manos, cuando llego al trabajo y noto que estaba el amante de su futura esposa. Se acerco cauteloso, para atrapar su brazo y arrastrarlo al despacho - ¿Se puede saber quien mierda haces aquí? -

El señor Kim me pidió que venga, al parecer debido al casamiento tu puesto va a estar vacante por dos semanas por lo que me pidió si podía cubrirlo... no te alteres, yo solo quiero a Annie, no tu puesto de trabajo - 

Entonce se vio envuelto en un cruel destino, capacitar al amante de su futura esposa, no es que el sujeto necesite dicho aprendizaje, era mas bien una introducción a la empresa, lo cual le generaba mas dudas que otra cosa.

Una tarde como cualquier otra, ambos se encontraban detrás del escritorio viendo estadísticas, cuando se escucho una risa demasiado escandalosa para el lugar - Y ahora es cuando confiesan que se aman también y Annie era un tapadero - esa voz... esa fastidiosa voz... creyó erróneamente que ya la había olvidado, pero ese tono grave, demasiado rasposo y oscuro era difícil de confundir.

¿Que quieres? - Le pregunto asqueado por la insinuación.

Vine a ver a mi padre... necesito dinero ya sabes  - Kyuhyun se levanto del escritorio y lo acompaño a los ascensores.

Siempre supe que eras un perdedor... esa tarjeta black, solo dando clases de canto - le dijo el menor.

Todo lo que tengo es merito mio mocoso - respondió Yesung, golpeando con una carpeta el pecho del menor - Tu vas a estar de luna de miel... debería hablar con Tae mejor - 

No, por mas que no este presente... siempre voy a estar al tanto de las operaciones de la empresa - las curiosas manos del menor abrieron la carpeta que traía Yesung y noto que era un enorme complejo de edificios - ¿Que es esto? - 

Ese lado es la academia de música y ese otro es mi sueño - Kyuhyun lo miro curioso ¿Que no solo daba clases? - Quiero un préstamo para adquirir ese otro espacio - 

Entonces ¿trabajas en esa academia? - 

No mocoso... ya no doy clases, la academia es mía, pero quiero ampliarla - el mayor se apoyo en el espejo del ascensor aburrido viendo como los números los llevaban al piso deseado.

El precio del éxitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora