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#5番目 ━
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Los rumores que en un principio pensaba que eran falsos resultaron ser ciertos.
“La reina se ha ido...”
Justamente en el exterminio desapareció, ¿cómo? Nadie lo sabe, ¿por qué? Mucho peor.
Pero en todas esas semanas en las que los rumores volaban Sakura se preguntaba una sola cosa, ¿cómo estaba Lucifer y su hija?
No es como que si le importara lo que le pasara a Lucifer, pero lo de la niña si que la tenía preocupada, apenas era una bebé de un año, ya caminaba y en esa etapa los bebés son muy inquietos.
Y no sólo eso pasaba, uno de los Overlords, “El demonio de la radio” Alastor, había desaparecido, ahora ya no se escuchaban sus transmisiones de radio diarias.
Eso era algo que a los Overlords los tenía con dudas, aunque por otro lado no les disgustaba la idea de que Alastor ya no esté, estaban bastante molestos por la salida de Husk, aunque era culpa de ambos, de Alastor por incitarlo a darle su alma, y de Husk por aceptar el trato.
Estaba demasiado estresada, Foxy no paraba de arañar la puerta de la entrada, y aquel ruido de chirrido no era muy lindo de escuchar.
─ ¡Ya basta! -el animalito no le hizo caso y arañó con más fuerza aquella linda puerta, haciendo que el ruido le erizara la piel, y ya uno de sus ojos tenía un tic- ¿Quieres salir? Pues anda -frustrada abrió la puerta, esperando a que el zorrito pasear a por el pasto de su casa, pero no fué así.
Aquel zorrito rosa corría a una velocidad increíble, quien sabe a dónde. Más Sakura no podía dejarlo solo, así que lo siguió.
─ ¡¿CÓMO ES QUE CORRES TAN RÁPIDO?! -Sakura realmente no era alguien que le encantara el deporte, en especial porque odiaba tener que sudar y estar pegajosa-
Cuando vió que el animal por fin se detuvo pudo parar para descansar.
─ Tu... -agachó su cabeza mientras tenía sus manos en sus muslos- Como... Es... Que... -dió un gran suspiro- ¡¿Corres tanto?!
Vió a su mascota, la cuál ni siquiera la estaba mirando, sinó que tenía su mirada hacia arriba mientras movía las colas.
─ ¿Uh? -alzó la mirada, encontrándose con unos mirándola fijamente ojos rojos- Su Majestad... -dijo con un poco de ironía.-
─ Ayúdame, por favor... -al ver bien su cara notó que tenía grandes ojeras y estaba muy desalineado- No lo hagas por mí, hazlo por Charlotte. -dijo rápidamente al ver cómo la pelirosada empezaba a mover la cabeza en forma de negación-
─ ¿Dónde...? -no terminó de hablar ya que Lucifer la agarró de la muñeca y la metió al Palacio-
Sakura no era alguien con un “corazón de pollo” pero admitió que en ese momento pudo oir a su corazón estrujarse del dolor al ver a la pequeña Charlotte.
La pobre niña estaba sollozando muy bajito, con sus ojos muy rojos al igual que sus ojeras, se notaba que había estado llorando por mucho tiempo y que por esto ya no tenía energías para llorar más.
Lo que hizo que a Sakura se le empezara a nublar su vista fué oír cómo la pequeña balbuceaba con su vocecita débil y rota“mamá”
─ Yo... Yo no sé qué tiene, intenté de todo, pero no deja de llorar... Ni siquiera quiere verme.
En su vida ella había presenciado a el Rey del infierno tan mal, tan destrozado, y aunque ella fuera una de los demonios más temidos del infierno no era un animal sin corazón.
─ Deje de llorar, ahora. -Lucifer la miró algo sorprendido- si usted se derrumba ella también lo hará, si usted llora ella también llorará, porque ella siente que está mal, sea fuerte, no por usted, si no, por ella.
Sakura agarró a la bebé, quien en un principio se movía para que la soltara, pero la pequeña al ver el rostro de la pelirosada por alguna extraña razón se quedó viendo fijamente los ojos púrpuras de la mayor, su cuerpecito, que en un principio estaba tenso ahora se había relajado, sus sollozos cesaron, y su cabecita fué callendo poco a poco en el pecho de Sakura.
«Estaba tan débil, y solo quería dormir... »
─ Seguramente despertará mañana, ella estaba demasiado cansada, creo que dormirá hasta la tarde. -la mujer miró al más bajo- Mañana vendré, y le diré qué tiene que hacer, manténgase positivo y no esté triste mientras esté con ella.
El rey simplemente asintió con la cabeza, no sabía el daño que le hacía a su hija al estar mal por la partida de Lilith, se dió cuenta de que no era el único que estaba sufriendo.
A Sakura no le importaba que mierda le pasara a Lucifer, pero aquella pequeña rubia se había ganado su corazón en pocos segundos, y mientras ella esté cerca, aquella niña no sufriría, y de eso se iba a asegurar.
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Voten o se lo doy a los perros ↓
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