Capítulo 8

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Derek salió con una sonrisa en su rostro del edificio donde vive Stiles. Fue hasta el estacionamiento para ir directo a su casa.

En todo el camino iba tarareando su canción favorita, cuando se detenía por los semáforos tocaba el volante como si fuera una tambor. Apenas llegó a su casa, busco en internet las cosas que hacian los amigos cuando uno de ellos pasaba por una ruptura amorosa.

Paso casi toda la tarde viendo diferentes opciones para probarlas el día de mañana y darle un buen momento a Stiles. Se colocó su pijama para acostarse a dormir y pasando unos minutos abrió los ojos de golpe.

—¡Le dije que era una cita!

Como todo lo que dijo fué tan rápido y mucho menos sin darle tiempo a Stiles, no pensó en las palabras que había dicho y justo apenas es que hizo una especie de viaje al pasado con sus recuerdos.

Stiles no estaba ni mejor, ni peor, le pareció muy tierno lo que Derek estaba haciendo por él. Se dió cuenta de que lo último que dijo Derek ni siquiera se percató de lo que decía, lo que se le hizo a un más tierno.

—Ojala nos hubiéramos conocido cuando estuve en la universidad.

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La mañana llegó y con ellos los nervios de Derek igual. Tal vez no fuera mucho lo que iba a hacer con Stiles, pero la intención era lo que contaba.

Antes de llegar al edificio donde vive Stiles, fue a otro lugar primero, guardando las cosas en la parte trasera del auto. Le mando un mensaje para que estuviera esperando en la recepción del lugar.

—Llegué, ya puedes salir.

Envío el mensaje y en menos de un minuto, Stiles ya estaba caminando directo a su Camaro. Derek salió y le abrió la puerta del copiloto.

—Pero que caballeroso es el Sr. Hale.

—El día de hoy me tiene a su completa disposición.

Habló de forma cordial dando una reverencia, sacándole una carcajada a Stiles. Ya estando los dos, Derek emprendió camino a su destino.

—¿A dónde iremos? —la curiosidad en Stiles era igual a la de un niño pequeño.

—Es una sorpresa —tomo algo de los asientos traseros cuando paro en un semáforo— Póntelo, sin trampas.

—Bien —tomo el pañuelo de las manos de Derek—. Señor mandon.

—¿Cuántos dedos tengo?

—Umm... ¿Tres?

—Perfecto.

No veía nada, lo único que podía hacer era escuchar el sonido de los carros a su alrededor. Unos minutos después pararon y Derek salió rápido para ayudarlo a bajar.

—Aún no te quites el pañuelo.

—Bien.

Cuidando de que Stiles no sufriera ningún tropiezo, lo ayudo a llegar hasta donde iban.

—Listo —se detuvo en la entrada del lugar—. Ya puedes quitarte el pañuelo.

De forma un poco rápida se la quitó, ya no podía aguantar más. Como tenía también los ojos cerrados fue abriéndolos lentamente para acostumbrarse a la luz del ambiente y ver donde estaban.

—The Bowling Place.

Derek tenía una expresión de duda, no sabía si a Stiles le gustaban este tipo de cosas y viendo que no decía nada, sus ansias no disminuían.

—¿No te gusta?

Unos segundos más de silencio.

—Derek —ni siquiera lo veía—. ¿Cómo sabes que adoró los bolos?

Y por fin Derek pudo volver a respirar, era como si antes hubiera olvidado como hacer y se estaba quedando sin aire.

Los dos se sonrieron y entraron. No había mucha gente, ya que era un día de semana y eran pocas las personas que iban entre semana a este tipo de lugares o de cualquier otro.

Justo en la mañana, Derek había llamado al lugar para reservar un lugar por unas fos horas. Como no abrían tan temprano le tocó decirle a Stiles que irían en las horas de la tarde porque no contaba con lo que le dijeron al momento de apartar.

En esas dos horas para Stiles fueron lo que necesitaba para dejar de pensar en su ex novio. Estar en la casa aquellas semanas se le hicieron un calvario, no sabía que más hacer y mucho menos con quién hablar, no era alguien de tener muchos amigos.

Para Derek era como sentirse realizado al ver cuanto estaba disfrutando Stiles. El día anterior cuando fue a visitarle lo noto muy desanimado, pero este día se encargaría de hacerlo sentir bien.

Los dos eran buenos en los bolos, pero Stiles era quien iba ganando y eso que le estaba dando ventaja a Derek para que lo remontará. No funcionó.

A la final termino ganando todas las rondas, habían pedido unas gaseosas con unos frituras, acompañados de unos perros calientes.

Estaban saliendo del lugar y Derek lo estuvo para entregarle otra vez el pañuelo.

—Aún falta una cosa más. Vamos.

—Eres todo un encanto, Derek.

Como Stiles tenía los ojos tapados, no sé dió cuenta del sonrojó en las mejillas de Derek. Y así tomaron camino al segundo punto en el plan de Derek.

Sobre Hielo ~ SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora