Capítulo 5

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Los dos seguían en aquella cafetería, pidieron más cosas y tenían una conversación amena. En eso a Derek le llegó a la mente la pregunta que tenía desde que dejó a Stiles en su departamento.

—No quiero que mi pregunta suene grosera —eso preocupó a Stiles—. Cuando te lleve a tu casa, te despediste diciendo mi nombre, yo nunca te lo dije ¿Cómo sabes mi nombre?

—Bueno, eres uno de los jugadores de hockey del país —esa parecía ser la respuesta—. Aunque, yo ya te conocía desde antes.

—¿De dónde?

—Estaba caminando por unas calles cerca de la universidad, después de salir de mi trabajo, cuando cuatro de los mayores de mi carrera se acercaron a mi —no entendía—. Le había interesado a uno de ellos y como lo rechace, llamó a sus tres amigos para darme una “lección”.

Derek estaba más perdido aún.

—En ese momento alguien salió de la tienda que estaba al frente, vió todo lo que pasó desde el ventanal y no dudó en salir a ayudarme —seguia relatando—. Eran cuatro contra uno y aún así ganó. Cuando se fueron golpeados de allí, me preguntó si estaba bien, no me dijo su nombre, pero en su gafete lo decía.

—Derek —lo había recordado.

—Me salvaste de cuatro idiotas y yo no pude agradecerte, porque al día siguiente me lleve la sorpresa de que fuiste despedido por la pelea.

Habían sido alrededor de cinco años desde aquello y aún así Stiles no se había olvidado ni por un segundo de su nombre y su rostro.

—Despues de eso deje la carrera y me concentré en el patinaje, y descubrí que eras uno de los mejores jugadores de hockey, vaya sorpresa que tuve el día que entraste a mi clase por equivocacion.

Los dos se sonrieron ante lo sucedido hace unos días y como ahora se estaban conociendo el uno al otro.

El teléfono de Stiles sonó y por su rostro al contestar no era para nada bien recibida la llamada, ni quién le estaba llamando.

—Voy en veinte minutos —colgó la llamada—. Lo siento, Derek —sonaba molesto—. Tengo que irme, como dije, está fue mi invitación para tí, ya dejé todo pagado.

Se levantó de la sola y se amarró al cuello una bufanda de cuadros.

—La pase muy bien contigo. Me gustaría que se volviera a repetir.

 Me gustaría que se volviera a repetir

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Sobre Hielo ~ SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora