Mil Rosas Para Un Demonio ⚔ 1~ Bilogía Infierno

I.

I. Becada en Oxford

" Señorita Janetthe Spencer:

Nos complace informarle que su solicitud ha sido aceptada. Se le ha otorgado una beca en la universidad "Oxford" en Inglaterra, Reino Unido donde podrá continuar sus estudios.

Esperamos su asistencia a la institución en el mes de septiembre, donde se le aclarará todo con respecto a su inicio...

Estamos muy agradecidos de que formes parte de nosotros. Buena suerte,

Universidad Oxford
Director: Ben Stibenson

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Aún leyendo el correo no podía creerlo. Quedé en shock junto a mi madre, quien se encontraba sentada al lado mío en el sofá

- ¿ Esto es un sueño ? - pregunté aún sorprendida, a lo que mi mamá negó con la cabeza. Sus ojos seguían abiertos como platos, como si en algún momento se le fueran a salir de sus cuencas. Esto es lo que siempre deseaba ver, y lo tenía, sin restricciones frente a sus pupilas.

- Janetthe, hija, te ganaste la beca

Me levanté del sofá rápidamente y miré con euforia a mi madre.

- Mamá... ¡¡me gané la beca!! - grité con emoción en conjunto con ella, quien se unió al festejo. Me abrazó y el cálido amor de madre que sentí en ese momento, fue el mejor regalo que pude recibir por todo mi esfuerzo.

- Estoy orgullosa de tí, Nett - susurró en mi oído y besó mi mejilla con cariño

- Gracias mamá.

- Estoy loca por contárselo a tu padre. Va a llorar de emoción

Sonreí por el comentario de mi madre y me separé de ella. Me quedé mirándola. Cabello corto castaño oscuro, ojos negros cual carbón, mediana altura, de 36 años de edad.

Esa era la mujer que me trajo al mundo, y me veía dar mis primeros pasos con solo 5 años, la misma que ahora le salían lágrimas de sus ojos por verme alcanzar mis sueño. Las hormonas maternales le hacían efecto muy rápido y es algo que siempre me daba melancolía. Pues era mi protectora, guardiana de mi vida.

- Basta mamá, no llores. - acaricié su mejilla para evitar que la lágrima siguiera su recorrido. Le sonreí. - Todo esto es gracias a ustedes.

- Lo sé.. lo sé.

Frotó sus ojos con sus manos para retirar los restos fantasma de lágrimas faltantes para luego mirarme con su boca torcida en una sonrisa de admiración.

- Bueno, solo falta un mes para que te vayas a Oxford. Tenemos que aprovechar el tiempo que nos queda juntos, en familia - sostuvo mi mano y plantó, en mis blancos nudillos, un beso que retuvo por un tiempo. - Nett, mi pequeña, te has vuelto tan grande

Besé su frente.

- Aunque siga creciendo madre mía nunca te dejaré, lo prometo.

- Bueno, basta de tristeza por hoy, Nett. Vamos a festejar. - mantuvo la sonrisa poniéndose de pie.

- Me parece perfecto