II.

153 29 6
                                    

... "Sentí que me miraba con amor, un amor que seguramente me inventé yo" ...

De Mario Benedetti


II. Un idiota a mi lado


Él...

Simplemente no podía describirlo con palabras. En verdad no sabía si la situación que teníamos en ese momento era buena o mala. Hasta que frunció el ceño y se puso de pie sin decir ni una palabra.

— Hey ¿no te vas a disculpar?

Él solo me observó con desdén y no dijo una solo palabra. Mi ser ardía de molestia, no soportaba su falta de respeto.

— ¿Acaso no te enseñaron buenos modales? — dije de mala manera.

Andrómeda y Marcus quedaron sorprendidos, sin moverse, solo con sus miradas rebotando de mí hacia el desagradable desconocido y viceversa. Pude notar también como sus celos se fruncian ligeramente al verlo. Algo les provocaba.

— Para tu información niñita, a mí si me enseñaron modales...

Por primera vez habló.

Su voz... Oh Dios mío, su voz era inexplicable. Ese tono grueso sin vida, sin ganas justo en ese momento se volvió mi adicción. Cada vez que esas palabras salían hacían temblar mi cuerpo de manera instintiva.

Mi cuerpo tiembla por él...

¿Por qué?

¿Qué me está pasando?


— Lo que mis modales se quemaron en el infierno hace años. — continuó él.

— Qué pena. — dije de manera irónica.

— Para nada. — se acercó a mí hasta que pude persivir la poca distancia entre nosotros. —  Al final decir "gracias" o "perdón" me sería una gran pérdida de tiempo. — susurró.

Su aliento extremadamente cálido colapsó contra mi rostro. Mi ojos escanearon su rostro detalladamente y quedé impresionada. Rasgos faciales definidos, ojos felinos de iris celestes tal cual diamantes brillantes, nariz afinada y labios finos pero que te dan ganas de besar y su cabello... ese cabello azabache tipo noche sin estrellas, iba despeinado sobre su cara.

Qué idiota más atractivo, joder 》

— Así que... — tomó cierto alejamiento de mí, pero su mirada fría aún permanecía. — no esperes a que te pida perdón, Janetthe Spencer. 

《 Espera.. ¿qué acabó de decir? 》

Quedé perpleja, atónita. No podía creelo, como es que sabía. Era incomprensible

— ¿Có- cómo es que sabes mi nombre?

Su boca se curvó en una sonrisa siniestra que me quemaba por dentro. ¿Se estaba burlando?

— Janetthe Spencer, 19 años, buena salud.. mmm.. Chica americana, hija única...

— ¡Detente! — exclamé con fuerza.

Mil Rosas Para Un Demonio ⚔  1~ Bilogía InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora