Mi vecino es famoso (JICHEN/CHENSUNG) (NCT) (pausada)

Capítulo 4

Chenle

—Por cierto, mi nombre es Zhong Xiaoting y mi esposo se llama Zhong Minghao. Nuestros hijos se llaman Mark y Chenle.

Nuestros padres estuvieron hablando un buen rato, pero mi hermano, Jisung y yo nos quedamos callados hasta que se dirigieron precisamente a nosotros.

—¿Y vosotros, queridos, en qué carrera estáis? —Wonyoung, la señora Park, nos preguntó a Mark y a mí.

—Yo estoy en tercer año de ingeniería mecánica.

—Y yo en primero de nutrición.

—Jisung, diles en qué carrera estás tú.

—Estoy en primero de administración y dirección de empresa.

—A tu madre y a mí nos dijiste que tu amigo Xiaojun y tú hacíais algunas clases de biología.

—Sí papá, en la clase de Chenle.

—¡Sois compañeros de clase, qué adorable!

—Señor Park, son solo tres horas a la semana —yo le respondí a Sunghoon, y Jisung asintió a lo que comenté.

—¿También conoces a Xiaojun?

—Sí, nos conocemos.

Continuamos hablando un rato sobre la universidad, aunque la mayoría eran solo preguntas por parte de Sunghoon. Los señores Park eran igualitos a cuando salían en las noticias pero Jisung era muy diferente.

Normalmente pasaba de mí y yo de él, pero queríamos darle buena impresión a nuestros padres. Los adultos tampoco sabían que Mark y Jisung no se llevaban muy bien, creían que eran amigos desde que se conocieron en las tutorías.

No pensé que los Park se quedarían tanto rato en nuestra casa, por poco se quedan a comer, pero se negaron diciéndole a mis padres que tenían algunas cosas que hacer.

Fuimos todos a la entrada de nuestra casa y nos despedimos de ellos. Nos lo habíamos pasado bastante bien, debo admitir eso.

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Por la tarde me puse a estudiar para los exámenes de la semana que viene. El lunes tenía un examen de química, el tema no se me hacía muy complicado pero quería repasar.

Llevaba ya media hora entre apuntes y mi ordenador. Abrí la ventana que había enfrente mío un poco para que entrara más aire fresco. No hacía tanto calor como de costumbre, así que aunque me daba la brisa se estaba bien y eso me ayudaba a concentrarme en estudiar.

Un rato después mi vista se fue hacia la ventana de la casa de aquí al lado —la de los Park— y vi a un chico, rápidamente sabiendo que era Jisung, estaba como a unos cuatro o cinco metros de mí.

Lo que me sorprendió fue que no llevaba camiseta, se le veía todo el pecho. Tenía el abdomen marcado y un bonito tono de piel. Me fijé mejor en sus movimientos y observé que llevó sus manos a su cinturón con planes de seguir desvistiéndose.

Me puse nervioso y agarré un bolígrafo lanzándolo a su ventana también abierta. Jisung se asustó al ver caer ese objeto y miró en mi dirección. 

—¡¿Qué coño haces tirándome un puto bolígrafo?! ¡Podrías haberme dado!

—Primero, te calmas, y segundo, ¡ibas a desvestirte enfrente mío!

—¿Y qué hacías mirando?

—Yo... Mi habitación tiene vistas a la tuya, es tu culpa por no fijarte, yo estaba estudiando y de repente apareces allí. 

—¿Y el bolígrafo?

—Para que te dieras cuenta de que yo estaba aquí. Devuélvemelo.

—Ven a por él —me miró con una sonrisa retadora.

—¡Es mi favorito, lo necesito para repasar mis apuntes! 

—Si no vienes a por él no saldrá de aquí, Chenle —Park no hacía más que enfadarme, cómo lo odiaba —. Mis padres no están en casa, tienen una sesión de fotos.

—¿Y?

—¿Vienes o no? No puedo asegurar que esté a salvo durante mucho tiempo... —dijo mientras sacaba el bolígrafo por la ventana —Sería una pena que acabara en el suelo y alguien lo robara —me levanté decidido a recoger mi preciado y adorable bolígrafo que escribía azul oscuro.

Mis padres tampoco estaban en casa ya que habían ido a dar una vuelta y Mark se encontraba en su habitación con sus cascos escuchando música y di gracias a ello al no tener que responder sus preguntas de a dónde me dirigía. A un paso rápido llegué en segundos a la casa de Jisung e hice sonar el timbre. Él me abrió y no pude evitar fijarme en una cosa.

—¿No te has puesto ninguna camiseta?

—¿Para qué iba a hacerlo? Después iré a la ducha así que me quitaré todo igualmente —me guiñó el ojo y me indicó el camino a su habitación.

—¿Dónde está?

—Juguemos a un juego. Tú buscas tu bolígrafo mientras yo te miro.

—¿Qué clase de idiota eres tú? Dámelo.

—Está en alguna parte de esta habitación, vamos, no es muy difícil, come on —suspiré rendido y comencé a buscar. Primero miré por su escritorio pero no estaba allí. Luego me dirigí a su armario, cómo no, estaba lleno de ropa de marca y miles de accesorios. 

Busqué durante cinco minutos hasta que me harté.

—¡Dime dónde está o me quedo con toda tu ropa!

—Quédate la que quieras, puedo comprar más.

—Argh, es enserio, dime dónde está, Park Jisung —me señaló con los ojos una caja que había encima de un pequeño armario y la abrí. Entre los varios objetos que habían allí dentro encontré mi querido bolígrafo. Lo cogí y dejé la caja en su lugar —. No ha tenido gracia, he perdido quince minutos de mi vida en esto.

Él se acercó a mí y nos quedamos demasiado cerca el uno del otro.

—A mí me ha encantado, repetimos cuando quieras —me habló en un tono más grave de lo usual y eso me gustó más de lo que me hubiera imaginado. Me puse un poco rojo y eso Jisung lo pareció notar —. Qué mono eres cuando te sonrojas —volvió a hablarme así y yo quería salir de allí corriendo pero querer mantener mi dignidad era mayor.

—Soy un joven gay, esta reacción a tu acercamiento ha sido totalmente natural, no ha sido mi culpa.

—Ya somos dos —se acercó otros pocos centímetros más y podía sentir su respiración en mi frente ya que él era más alto que yo —. Si no supiera que mis padres volverán en cualquier momento ahora mismo de mí no te librarías, Zhong.

—C-cállate, no tiene gracia.

—¿Gracia? No tenía ninguna intención de dar gracia.

—Esto se está poniendo raro.

—Pues a mí me encanta —nos quedamos mirándonos sin decir nada unos cuantos segundos y yo decidí hablar.

—M-me voy ya.

—Vuelve cuando quieras —no respondí nada a eso y salí rápidamente de aquella casa. Al llegar a mi habitación me senté en mi escritorio pero no ayudó encontrarme a Park apoyado en su ventana —. Hola otra vez.

—¿No te ibas a la ducha?

—Uy, es verdad. Supongo que tendré que desvestirme...

—¡Pero hazlo en el baño! —él se rió saliendo de la habitación.

Por fin tranquilidad. 

Intenté volver a poner mi atención en estudiar pero solo podía concentrarme en mi molesto vecino. En mi molesto compañero de clase en biología. En el molesto chico que le caía mal a mi hermano. En el molesto hijo de una familia famosa. En Park Jisung.

—¡De verdad que no te soporto! —hablé para mí mismo y me quedé sentado en aquella silla sin hacer nada media hora.