Arrenged Marriage (Traduccion)

Capitulo 28

LOUIS W. TOMLINSON-STYLES

Levanté la cabeza y entrecerré los ojos en la silenciosa oscuridad. Nos sentamos, abrazándonos, necesitando esta cercanía.

—Necesito agregar más leña— murmuré. — El fuego terminará.

— Está delicioso así. Estoy lo suficientemente abrigado.

Me reí y besé su cabeza.

— En algún momento tendremos que mudarnos.

— Debería prepararnos algo de comer.

— Necesito encontrar un lugar donde quedarme.

Se quedó helado.

— ¿No te vas a quedar aquí?— Gentilmente, tomé su rostro y besé sus labios.

— Yo quiero. Pero no quiero forzar nada.

— Es una cama tamaño king. —Le levanté una ceja.

— Pequeña para nosotros. Creo que tendré que dormir como una cuchara. Creo que si ese es el sacrificio que tienes que hacer...

Sus labios se curvaron en una sonrisa.

— Creo que si.

— Extrañaba dormir abrazado a ti. Extrañaba tu calidez y tu olor.

— Bueno, entonces creo que lo mejor es quedarse aquí.

— Creo que si. — Hice una pausa, porque necesitaba hacerte la pregunta que llevaba días dando vueltas en mi cabeza. — Necesito preguntarte algo, Hazz.

Pasó su dedo por mi barba. — Me gusta que me llames así. — Le pellizqué la nariz.

— Que bien. Me gusta hablar así.

Su expresión se volvió seria.

— Ahora, ¿qué querías preguntarme?

Me moví, bastante incómodo. — La noche antes de que te fueras. La noche que hicimos el amor.

— ¿Eso es lo que era?

— Sí—  dijo con firmeza. — Lo era.

—¿Qué tiene ese dia?

Fui directo al grano.

— No usé condón. ¿Existe alguna posibilidad de que quedes embarazado?

Sacudió la cabeza, pareciendo avergonzado.

— Cuando era más joven tuve muchos problemas con las hormonas. Me hicieron tomar pastillas para regularlo. Todavía tengo un problema, así que todavía los tomo.

— Oh.— Suspiré aliviado.

— No te preocupes, Louis. — Desvió la mirada. — Sé lo que piensas sobre tener hijos.

La tristeza en su voz me dolió y puse mi mano debajo de su barbilla, obligándolo a mirarme.

— Me dijiste que pensabas que si amaba a la persona, amaría al niño. Creo que tal vez tenías razón.

— ¿Entonces quieres tener hijos?

Me quedé inquieto en el sofá, sin saber qué responder.

— Todo esto es muy nuevo para mi. Nunca pensé que podría amar a alguien. Apenas puedo entender cómo estoy tan enamorado de ti que no puedo vivir sin ti. Tú volviste todo lo que yo creía que era verdad. Te necesito. Yo te amo. — Negué con la cabeza con una sonrisa torcida. — Creo que es natural pensar que mi idea sobre los niños también podría cambiar.