Capítulo 4: El Encuentro en el Café.

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**Capítulo 4: El Encuentro en el Café**

El café estaba lleno de risas y el aroma del café recién hecho. Emma y yo nos sentamos en una esquina, nuestras tazas humeantes entre las manos. Su sonrisa era como un rayo de sol en un día nublado.

"¿Qué te gustaría comer?" preguntó Emma, hojeando el menú. "Tienen unos croissants deliciosos".

Mi estómago gruñó, pero mi orgullo me impedía aceptar su oferta. "Nada, no tengo hambre", respondí, mordiendo mi lengua para no herir mi ego aún más. ¿Cómo podía admitir que no tenía dinero para pagar ni siquiera un croissant?

Emma me miró con ternura. "Bobito", dijo, riendo. "Yo te invité, yo pago". Sus ojos verdes brillaban con complicidad. "Así que, ¿qué te parece un croissant y un café?"

Agradecí en silencio su generosidad y asentí. Mientras comíamos, charlamos sobre todo y nada. Emma compartió historias de su infancia, sus viajes y sus sueños. Yo escuchaba, ocultando mi secreto de ser un ángel caído. ¿Cómo podría explicarle que mi pasado estaba lleno de siglos de gloria y que ahora mi presente está lleno de fracasos?

Finalmente, Emma me miró fijamente. "Gael, ¿y tú? ¿Cuál es tu historia?"

Guardé silencio. "Sinceramente, no tengo nada que contar", respondí. "No soy alguien tan interesante".

Emma sonrió. "Todos somos interesantes, Gael. Pero no importa, no nos enfrasquemos en el pasado. Pensemos ahora en el futuro". Sus palabras resonaron en mi corazón. Tal vez, solo tal vez, había encontrado algo más valioso que la grandeza celestial: la posibilidad de enamorarme de una simple humana.

**Continuará...**

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