**Capítulo 6: El Camino Compartido**
Los años se sucedieron como las estaciones cambiantes. Emma y yo continuamos viviendo en nuestro pequeño apartamento, rodeados de libros, risas y el aroma de las comidas caseras. La madera que cortaba en el bosque se convirtió en el fuego que nos calentaba en las noches frías.
Mis recuerdos celestiales se desvanecían, pero algunos destellos permanecían. A veces, en los sueños, veía las alas rotas, la luz divina y las voces de mis hermanos ángeles. Pero al despertar, todo se desvanecía como el humo.
Emma nunca preguntó sobre mi pasado. No sabía que yo era un ángel caído, que había perdido mi grandeza y mi inmortalidad. Pero eso no importaba. Emma era mi ancla, mi razón para seguir adelante. Su positividad, su risa y su amor me recordaban que la vida estaba en los pequeños momentos.
Un día, mientras Emma pintaba en la sala de estar, me miró y sonrió. "Gael, ¿alguna vez te has preguntado por qué estamos aquí?"
La pregunta me tomó por sorpresa. "¿A qué te refieres?"
Emma dejó el pincel y se sentó a mi lado. "Creo que estamos aquí para aprender", dijo. "Para amar, para crecer, para encontrar la grandeza en lo cotidiano".
La miré, asombrado. "¿Cómo sabes eso?"
Ella se encogió de hombros. "No lo sé. Es solo un presentimiento. Pero creo que todos tenemos un propósito, incluso si no recordamos nuestro pasado".
Y así, en el pequeño apartamento, rodeados de los susurros del bosque y el calor del fuego, encontré mi redención. No como un ángel caído, sino como un hombre que había aprendido a amar, a ser humilde y a encontrar la grandeza en los momentos más simples.
Emma se convirtió en mi razón de ser. No necesitaba recordar mi pasado celestial. Solo necesitaba vivir este momento, este instante efímero en el que éramos dos almas en busca de significado.
**Continuará...**
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EL CASTIGO DE LA SOBERBIA
RomansaLa historia de un Ángel celestial castigado a vivir como un humano común en la actual sociedad, su días son insoportables, pero todo cambia cuando se enamora de una humana. Tendrá que aprender a ser humilde como humano, de lo contrario, será enviado...