**Capítulo 8: Mi Redención**
Los días se deslizaban como hojas de otoño. Emma y yo envejecíamos juntos, nuestras manos entrelazadas mientras mirábamos el atardecer desde nuestro porche. Nube, nuestro fiel compañero, descansaba a nuestros pies.
A veces, cuando las estrellas comenzaban a parpadear en el cielo, me sentaba solo en el jardín y miraba las montañas. Las imágenes del paraíso, los recuerdos de mi vida celestial, parecían sueños lejanos. ¿Había sido un ángel caído? ¿O simplemente había imaginado todo?
Emma me encontró una noche, perdido en mis pensamientos. "¿En qué piensas, Gael?"
Le sonreí. "En el pasado, en lo que fui y en lo que soy ahora".
Ella se sentó a mi lado. "Quizás no importa quiénes fuimos. Lo que importa es quiénes somos ahora".
Y tenía razón. Los recuerdos se desvanecían, pero el presente era real. Emma, nuestros hijos, la vista de las montañas: eso era lo que importaba.
Una tarde, mientras caminábamos por el bosque, Emma me miró y de manera al azar me hizo una pregunta: "Gael, si Dios te diera la opción de estar en el cielo o quedarte aquí, ¿qué elegirías?"
Miré las montañas, los árboles, el mundo humano que había aprendido a amar. "Elegiría quedarme", respondí. "Porque aquí, junto a ti, encontré mi redención".
Y así, en el crepúsculo de nuestras vidas, tomé la mano de Emma y supe que había encontrado mi paraíso. No como un ángel, sino como un hombre que había aprendido a vivir, a amar y a encontrar la grandeza en los momentos más simples.
**Fin.**
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EL CASTIGO DE LA SOBERBIA
Lãng mạnLa historia de un Ángel celestial castigado a vivir como un humano común en la actual sociedad, su días son insoportables, pero todo cambia cuando se enamora de una humana. Tendrá que aprender a ser humilde como humano, de lo contrario, será enviado...