Fire of angels, En alas del inframundo

Kevin 2

KEVIN

Tengo que ordenar esta habitación, no encuentro mi camiseta así que cojo una camisa gris mientras Rachel guarda sus cosas en su mochila.
Es preciosa, su pelo cobrizo le llega a la cintura de una manera perfecta, su tez blanca es increiblemente deslumbrantes, sus ojos verdes tienen un toque azulado que los vuelve únicos y sus labios son rojos como la sangre
Se ha tumbado en la cama y esta hablando de alguien pero no presto atención a lo que dice
-¿Qué decías?-Pregunto cuando salgo de mis pensamientos
-No importa, pensaba en voz alta, y tu ¿que?¿Pensabas en Sam?
-Sabes que no, pensaba en ti y en tu belleza sobrenatural
-Puedes llegar a ser muy cursi- Dice acercandose a mi
-Y tú increiblente provocativa-Digo agarrandola de las caderas y pegandola a mi
-Yo no hago nada es tu mente sucia- Acto seguido me rodea el cuello con sus manos y me besa

-Así que es verdad, mi hermanito esta con la nueva-Dice mi hermana Suzane apareciendo por la puerta-Podrían pagar muy bien por esta noticia
-Pero tu no vas a decir nada-Mientras digo eso Rachel me agarra la cintura y entierra su cara en mi pecho
-Haceis muy buena pareja, supongo que me lo pensaré-Se da la vuelta y sale de la habitación diciendo-Ya han llegado todos

Rachel me da la mano y bajamos las escaleras,no ha dicho nada desde que aparecio la inoportuna de mi hermana, seguro que piensa en lo peligroso que es que estemos juntos arriesgandonos a ser castigados, pero pensar en vivir sin ella es como si rompieran definitivamente mi alma.

-Rachel, no va a decir nada-Digo al llegar abajo
-Lo se, no pensaba en eso-Se que está mintiendo, agacha la mirada y al levantarla me dedica una falsa sonrisa
-Rachel, un único aviso, no aceptes nada de lo que te de la gente, si quieres algo pídemelo a mí-Digo besando su frente

Se suelta de mi mano, se coloca el pelo sobre su hombro derecho y sonríe, pero se que no se siente bien, quizás sea miedo o quizás solo esté cansada pero la conozco lo suficiente para sospechar que va más allá de todo eso, demasiados años observandola... Decido no preguntar, sé que necesita tiempo para pensar y es lo que le voy a dar.
Levanto la mano y hago el simbolo de la victoria a la espera de que los ángeles acudan a mi llamada.
Poco a poco empiezan a llegar y entre la multitud de 27 rebeldes veo a Edmund, mira a Rachel con una sonrisa pura, limpia de maldad o de pensamientos impuros, algo que yo nunca le podre mostrar.
Dylan, uno de los rebeldes más recientes se coloca enfrente de mí, me cae bien este chico o por lo menos me caía, no me gusta como mira a Rachel, quiero dejarle claro que es mia pero tengo que recordar el peligro que corre su vida, por lo que me callo y reprimo las ganas de abrazarla, mientras que ella le sonríe al suelo.
-Chicos no quiero que os mezcleis demasiado con la sociedad, estareis en una sala aparte y quizás luego os deje salir-Les digo
-Jefazo, ¿Puedo saber quién es este pivón?-Dicen Dylan mirando de arriba a abajo a mi chica
-Este pivón es alguien que no está a tu alcance-Digo guiandoles hasta la habitación que había elegido-Aquí es donde vais a estár, me quedaré por aquí por si me necesitais

Salgo de la habitación y vuelvo a donde dejé a Rachel, está perdida, este no es su sitio.
-Rachel, ¿quieres que vayamos a mi cuarto?
-No, tranquilo disfruta de la fiesta-Dice mirando al suelo y reprimiendo las lágrimas
-Sube-La llevo hasta mi habitación y cierro la puerta
-¿Qué pasa?-Digo cuando me abraza y rompe a llorar
-Kevin, echo de menos a mi madre, albergaba la esperanza de que hubiera sido mandada aquí pero era demasiado buena
-Preciosidad, vas a volverla a ver, mañana mismo iremos al cielo, pondremos tu plan en marcha y la buscaremos