La voz de Harper sonó en mi cabeza con tanta claridad que la confundí con mis pensamientos, "Seguro que ni siquiera sabe que Anthony mató a Maddison, cuando se enteré huirá"
-Pues he decirte que te equivocas, sé que mi padre mató a mi madre pero ya he huido 16 años de mi destino es hora de afrontarlo-La cara de Harper cambió radicalmente-Y por cierto voy a solucionar tu duda soy heterosexual, no me interesas
De nuevo las risas llenaron el pabellón, Kevin me miró probablemente esperando que me desmallara pero eso no ocurrió.
Un montón de rubios y rubias salieron del pabellón seguidos de Harper que agachaba la cabeza avergonzada. No quería hacerlo, pero ella me obligó, nadie debería subestimarme.
-Vale Kevin, ¿Qué ha pasado aquí?-Dije viendo como el ejercito de rubios se perdía entre la niebla. -Ellos son los corregidos, son vampiros que fueron mandados al cielo por error y que vuelven para cumplir con sus raíces-Kevin continuo antes de que pudiera volver a preguntar-Muy pocos rubios son vampiros, la gente rubia pertenece a una larga dinastía de ángeles, quiere decir que durante 50 años, ni un solo miembro de su familia ha ido al inframundo, es como una especie de obsequio. Normalmente los genes perduran y siguen siendo buenas influencias, pero en todos los casos hay una excepción y esos son los corregidos y los errados. Cuando mueres sabes a dónde vas a ir pero en ocasiones los ángeles acogen a los equivocados, todos los rubios van allí arriba y algunos de ellos deben estar aquí. La mayoría de ellos luchan por entrar aquí haciendo una dolorosa iniciación, esos son los corregidos, mientras que otros deciden quedarse allí arriba para evitar el dolor, son los conocidos como errados. El rey no se fia de los corregidos por lo que no los deja participar en la batalla.
-¿Por qué todos quieren ser parte de la guerra? Su vida corre peligro, ¿Qué tiene de atractivo el riesgo?-No podía creer que quisieran morir
-¿Y tú lo preguntas? Nena, tú y yo tenemos una relación de todo menos segura, ¿De verdad estás haciendo esa pregunta?-Kevin agarró mi cintura mientras sonreía de medio lado.
-Es diferente, si el peligro tiene tu aspecto es fácil caer, pero la guerra es muerte y eso implica fin
-Pequeña inocente, tienes en la sangre la atracción al peligro, y ellos también-Me dio un casto beso en los labios y se alejó por el largo pasillo conmigo pisándole los talones.
Puertas y puertas, era todo lo que había, pensé que alguna foto de Anthony estaría en las paredes, como en las películas donde el gobernador está en todas partes pero me equivocaba. Kevin entra en una habitación y decido esperar fuera, es una habitación pequeña apenas hay espacio para él.
Sale con un montón de papeles en sus manos, me pide que espere ahí y se va de nuevo por el pasillo.
En ocasiones Kevin es demasiado misterioso, solo han pasado tres minutos pero me invade la intriga.
Aún estoy esperando desmallarme, pero eso no sucede, la claridad de las palabras de Harper me ha sorprendido muchísimo pero estoy increíblemente orgullosa de ello.
-¿Piensas quedarte ahí o quieres hacerme compañía? Te ofrezco ese privilegio-Veo a Kevin tendiéndome una mano, y detrás de él puedo escuchar como alguien dice"arrogante"-Skyfall, calla eso que tienes por boca ¿Quieres?
Le reprendo por su actitud y me levanto del suelo.
¿Puedes inmovilizarle las manos por favor?, tengo que hablar con tu padre-Kevin se coloca detrás de Ed y lo empuja hasta mí-Ir a la sala de interrogatorios- Dicho esto coge su teléfono y se pone a hablar mientras coloco las manos de Ed en su espalda y le empujo suavemente para que comience a andar
-Rachel-No digo nada y espero que prosiga, pero no lo hace
-¿Ed?
-No se si puedo pedirte esto o no, pero ¿podría conseguirme un poco de agua?
Lo giré un poco para ver si estaba de broma pero no era así, sus pensamientos decían que llevaba tres días sin saber nada de agua.
Le asentí y seguí empujándole hasta el interrogatorio. Para cuando llegamos, Kevin ya no hablaba por teléfono, tan solo lo sostenía mientras tenía la mente distraída. Entró detrás de Edmund y esperó en el marco de la puerta a que yo volviera de la fuente. Le dije que era para mí así que no puso ninguna pega.
Entre en la sala evitando la mirada de Kevin, y le ofrecí el vaso a Edmund, que ya se encontraba sentado a un lado de la mesa.
-Vaya, has recurrido a la princesa para beber, seguro que le has dicho algo horrible de mí, es como si lo viera-Kevin puso sus brazos sobre la mesa y acercándose a Edmund a más no poder-Eres un mentiroso, ojala no pases los entrenamientos básicos
-¡Kevin! Se va a morir si no le das agua-Agarré la cintura de Kevin y lo alejé del ángel.
Kevin me miró con ira, pero pronto el verde de sus ojos se suavizó.
Me indicó que me sentara en la silla que se encontraba enfrente de la Edmund, él ni siquiera había levantado la vista desde que se terminó el agua que minutos antes rebosaba del vaso.
-A ver, tú no quieres pelear, solo estás aquí por joder-Kevin se aclaró la garganta antes de seguir-Puedes ayudarnos o morir en los entrenamientos, tú eliges.
Edmund levantó la vista del suelo y me dedicó una mirada rápida, volvió sus azulados ojos a Kevin y de nuevo agachó la cabeza. Kevin hizo un amago de reprimirle, pero se lo impedí, tan solo estaba pensando o quizás preguntándose lo mismo que yo, ¿Ayudarnos a qué?
-¿Ayudaros a qué?-La voz que salió de la garganta de Ed fue un gemido en el que se notaba su inseguridad
-¿Aceptas o no?-Kevin estaba perdiendo los nervios y eso iba a estallarle a Edmund y yo no quería eso.
Agarré la mano de Kevin y le empujé fuera de la sala.
-Kevin ¿En qué nos tiene que ayudar?-Me separé de él pero él volvió a agarrar mi mano
-Querías ver a tu madre, eso vamos a hacer-Suspiró-Él es el único ángel que conocemos que no quiere la guerra, nos ayudará a pararla
Unos pasos sonaron por el gran pasillo, y la melena castaña de Sam apareció meciéndose de un lado a otro. En cuanto me giré para mirar a Kevin, vi los labios de Sam sobre los suyos.
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Fire of angels, En alas del inframundo
VampirAlex no esperaba que su vida diese un giro de 180°, cuando una enfermedad acabara con su madre. Ahora debe luchar contra un destino impuesto en su sangre y del que quizas hubiese preferido no saber. Miradas que ya conoce, un amor olvidado y para ell...