Era una mañana muy hermosa, se notaba que habia llovido por la noche, pues las hojas y el pasto estaban enpapados, ademas de aquella imagen, las criaturas de ese lugar recien se despertaban, pues ese era el caso de una pareja de PIDGEY, que sacudian sus plumas marones y asi logras extender sus alas con un suave chirrido, caracteristico de un pajaro.Esa fue la señal para que otras criaturas de la zona se despertaran y salieran de sus hogares y madrigeras, como paso con algunos PATRATS y RATATAS.
Otras criaturas solo salian de los hogares a hacer sus nesecidades, la cual todos saben cuales son.
Era un día normal por asi decirlo, y el amanecer y fresca brisa entrando por una ventana lo demostraba, una ventana que por cierto le pertenecia a la habitación de un adolescente cuyo sueño se habia terminado, cuando él abre sus ojos y dejar que ese verde esmeralda, se encendiera por el brillo del sol.
Se endereso al frotar sus ojos con la mano izquierda, y de golpe extendio su brazo derecho, la cual tenia libre para estirarse lo más que podia al estar sentado, al terminar solo miro a su alrededor y noto algo en un pequeño estante con libros qie funcionava como mesa de luz, lo que noto fue el reloj marcando las doce y media.
-no me jodaaas!!! -grito de golpe y fue tan fuerte qie una mujer qie se encontraba en el patio de alado, regando sus flores y cuidandolas, se asusto y por poco aplasta unas rosas.
La mujer suspiro de alivio al ver qie nada grave paso, pero en unos segundos.
-no puede ser, no puede ser!-salia aquel adolescente a toda prisa, repitiendo las palabras muchas veces, colocandose lo que era una campera negra, mientras que se trataba de acomodar la maraña de pelo marrón que tenía.
La mujer solo se vio confundida al ver esa escena y notar al chico salir corriendo, de nuevo suspiro, dandose cuenta de qie no era su asunto y volvio a regar las flores.
...
Era un dia tranquilo para algunos, menos para aquel adolescente de cabello marron y ojos verdes, de mas o menos quince años, que pasaba a toda velocidad entre las personas, pidiendo perdón por los pequeños empujones creados por la prosa.
-no puedo creer, como rayos me pude dormir justo hoy!! No es justo!! -gritaba y se culpaba por dormirse en aquel día, cosa qie de seguro era muy importante, solo que no se sabía bien por que.
Corria y no paraba, sabia que no era necesario hacerlo por nada en el mundo, e incluso ni un sanjon lo detuvo, ya que lo salto con mucha prisa y siguió.
Corrio unas cuantas casas asta que en la esquina doblo hacia la izquierda, topandose con una cgica que desprebenida y sin prestar atención salia de una tienda pokemon; un lugar donde vendian articulos y cosmeticos solo para pokemones.
Desafortunadamente, ni la chica, ni el adolescente logro darse cuenta de aquel encuentro y colicionaron, aunque el golpe mas fuerte se lo llevo ella al ser tacleada por el chico, ambos terminaron sentados y con dolores en sus gluteos, pero sobre todo en sus cabezas.
-auch... mi cabeza... -el chico solo luchaba por calmar el dolor, mientras que la chica ya se le había pasado y miro algo enojada a aquel chico.
-oye tu, mira que eres cabeza dura. Uh... -le regaño por un momento, pero luego lo observo y noto de quien se trataba, dejandola asombrada. -Toki...? -añadio la chica llamando la atencion de aquel chico que de inmediato la reconocio, amen de qie se le paso el dolor de la cabeza.
-Alis... -dijo haciendo memoria el adolescente, cosa que recibio un asentimiento de aquella chica, que vestia todo de negro, e incluso su pelo, aunque en un mechon era rojo. -que estas haciendo en una tienda pokemon? Que yo sepa no tienes a ningun, poke... -añadio confundido al ver de donde salia la chica, quedo pensando pero al final miro a sus poes y lo vio.
ESTÁS LEYENDO
POKEMON: EL CAMINO DE UN CAMPEÓN
PertualanganAn pasado ya 25 años desde que el nuevo campeón se conociera, al derrotar al invicto e invencible Leonel, aun asi, el mundo siguio avanzando, se descubrieron nuevas especies de pokemon y todo fue cambiando y modernizandoce, e incluso se descubrieron...