.Acróstico 2.

6 .Alfas.

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Despertó por el insistente pitar de su móvil, se removió un poco quitando aquel brazo de su pecho y se sentó para poder tomar el ruidoso aparato en sus manos.

-Suga...- suspiro pesado y se preparó para lo que fuera a oír- dime- paso del sueño a la preocupación al oír lo que su padre había pedido hicieran, sintió aquella opresión en su pecho y a su lobo, ese que parecía irse a algún lado cuando él estaba allí, moverse inquieto- entiendo, estaré allá en un momento, adiós- corto.

-Quién te llama a esta hora?- siseo la pelinegra a su lado, apegándose más al tibio cuerpo del alfa.

-Tengo que irme Jennie- abrió los ojos de golpe.

-Como que irte porque así...-

-Mi padre llamó, al parecer tienen problemas, tenemos que ir a ver que pasa...-

-Puedo ir?- la miró- pronto seré parte de tu familia alfa- paso saliva, había caído en los brazos de ella, al ver que no podía sacar a su omega de su mente, y si bien había un cariño, el amor parecía no querer aparecer en esa relación, al menos no por su parte- ya va siendo tiempo que ellos sepan que tú y yo estamos juntos, en especial tu hija-

Cuando la vieron en el aeropuerto, el primero en rugir fue Suga, que luego de una discusión, le dejó muy en claro que su padre pidió solo a la familia cercana, y ella, muy amante de Yoongi y todo, no era nada de ellos aún, por lo que con molestia la pelinegra los vio irse, odiando a muerte a su cuñado, ese que sus encantos no habían podido dominar.

El vuelo fue inquieto, tenían todos un sentir raro, hasta los pequeños, se sentían de esa forma.

-Por qué no dijo lo que pasa, que es que tenemos que ir hasta allá para saber?-

-No lo se Yoongi, pero tengo un mal presentimiento- tocando su pecho- mi lobo está inquieto nervioso-

-El mío igual...-

-Vas en serio con ella?- se encogió de hombros.

-Tan en serio cómo puedo, mi lobo aún no la acepta y Yoonji menos- mirando a la pequeña en brazos de tío Prem, mientras veían una película-

-Es tu vida y tú sabrás cómo vivirla, pero- lo miro fijo- ella jamás será lo que fue ...-

-Lo sé, y no trato que ocupe ese lugar, solo me aburrí de estar todo tiempo extrañándolo, sabiendo que jamás volverá, no sé cómo tú puedes soportarlo-

-No lo hago, pero me niego a pensar en alguien más de esa manera, porque si solo intento hacerlo su sonrisa regresa a mi mente- sonriendo triste.

-Tal vez deberías intentar dar ese paso-

-Por ahora mi prioridad son Yoonji, Yeonjun y Agust, solo el tiempo me dirá que pasara con mi vida después de ellos-

El resto del vuelo pasaron cada uno atendiendo sus asuntos a distancia, haciendo que las horas restantes del viaje pasaran rápido.

Cuando pisaron suelo Parisino, los cuatro Min sintieron esas cosquillas, volviendo a sus lobos más inquietos, vieron a Nam, parado en la salida de su puerta de descenso, y los pequeños se le fueron encima, amaban a su abuelo gato.

-Como estas mis amores?-

-Muy bien, abuelito y Gus?- dijo Yoonji mirando con sus grandes ojos verdes a su abuelo que suspiro, sería algo grande para ellos y más aún para quien estaba con las ansias a mil, en aquella habitación de hotel.

-Está con Jin amor, preparando algo rico para ustedes-

-Hueles diferente abuelo- Yeyo noto aquel aroma dulzón, uno que le trajo nostalgia, haciendo que la pequeña también buscará olerlo.

-Es el aire de aquí cachorro- le pido a Jin que lo impregnaba de su aroma para que los menores y sus padres no se dieran una idea de lo que pasaba.

-Papá!- los vio caminar y de verdad que sintió miedo, sabía bien lo que sus hijos habían sufrido por la pérdida de su omega, que estaba seguro verlo nuevamente y más aún saber todo lo que había sucedido, sería un golpe duro para todos.

-Hola...- vio al rubio aquel llegar junto a Prem y su mirada se endureció, tendría mucho que hablar con él, luego de que la verdad saliera a la luz.

-Qué pasó porque nos...-

-Les explicaré todo en el hotel-

-Agust está bien?-

-Lo está Suga, tranquilo, no es por ellos que los llame- su hijo lo miró interrogante- vamos-

El camino fue extraño, Nam respondía solo con monosílabos y Boun noto como el semblante del mayor cambiaba cuando era él quien preguntaba alguna cosa.

-Notaste, su aroma no es así?- susurro Kook mirando a su esposo, que tenía a su pequeño en brazos, asintió.

-Me recuerda mucho a...- pasaron saliva, ese era el aroma de Jimin.

Bajaron de la van y luego de recibir las llaves de sus habitaciones previamente pedidas por Nam, subieron hasta la que él usaba junto con Jin y Agust.

Golpeó la puerta y en cuanto esta se abrió el aroma de Agust, los golpeó, aunque tenía algo diferente, algo que apuro el corazón de los hermanos Min y de los dos pequeños.

-Entren - dijo suave.

El primero en hacerlo fue Suga, seguido de Yoongi y de los pequeños, que vieron como Agust estaba sentado junto a Jin, y alguien más.

-Gus!- grito Yoonji llamando la atención de aquella persona que lento giro, ya que estaba de espaldas, dejando a los demás con la boca abierta.

~Nuestro Omega~

Gritaron los lobos, de los Min aullando y rasguñando fuerte.

Levantó la vista de forma lenta hasta toparse con ese par de ojos negros, que amenazaban con salirse de sus cuencas, lo que ambos traían en las manos, cayó al suelo y la boca se les secó, sus corazones se apuraron a tal punto que todos podían oír el bombeo.

-Ji...- Prem, se tapó la boca, creyendo que era un espíritu, Kook y Tae estaban igual que los demás sin poder creer- Jimin?-

Los verdes buscaron a esas dos gotas, que parecían temerle, libero suave su aroma, buscando llegar a sus memorias, quería abrazarlos y besarlos, eran tal como en su gestación imagino.

Olisquearon aquel dulzón y parecieron aterrizar en la realidad, liberando ellos también esa mezcla que eran sus dos aromas juntos, volviendo la atención del rubio a ellos.

Agust, se abrazó de Jin, había soñado con este momento desde que aquella noticia los destruyo, algo en su interior le decía que si padre no se había ido, pero era aún muy niño para saber que el lazo omega cachorro, era fuerte.

-Papi- Dijo yoonji, dando un paso para llegar más cerca de quien le traía una paz única, Yeyo lento también llegó a su lado quedando los dos frente a quien ya lloraba, en especial cuando Agust se unió al cuadro, sus cachorros estaban allí, eso que tanto anhelaba, ya lo tenía, solo lo habían obligado a olvidarlo.

Se agachó un poco y estiró sus brazos, los dos menores miraron a Agust que solo asintió, y cuando el calor de esos cuerpecitos colmo el suyo, dejó salir su alegría, en un llanto que no dejó a nadie ajeno.

Suga miró a Min y este sin palabras le dio a comprender que si era él, no era un espejismo ni un sueño.

-Jimin- dijeron al tiempo, volviendo a tener los ojitos llorosos del menor sobre los suyos, como también volvieron a ver esa hermosa sonrisa que los había enamorado.

-Hola Alfas-

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