CAPÍTULO 7

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Tomando decisiones (parte 1)


El hotel se estremeció levemente ante la presencia enojada del monarca del infierno, Lucifer avía aparecido de la nada buscando y gritando por todo el lugar. Los huéspedes fueron obligados a permanecer en sus habitaciones y en cuanto al par de demonios que servían al gran Overlord de la radio, eran cuestionados por el paradero de la princesa y su amo.

-¡Ya le dije que no sé dónde mierdas está ese cabron de perra!. -gritó el demonio gato.

-Tal vez estés cubriéndolo. -dijo la ex externadora apuntando con su lanza.

En cuanto el rey apareció preguntando por su hija ella no tardó en deducir que el demonio de la radio estaba involucrado, aquel ser solo buscaba el caos y ella avía sido tan estúpida ese día como para no prevenir ese suceso.

-Charlie no desaparecería solo porqué si. -dijo cruzada de brazos frente a Lucifer.

-¿Y por qué creen que la princesa estaría con él?. -preguntó Husk una vez que los gritos y reclamos se calmaron.

-¡No es nada que te importe!, solo dinos dónde está Alastor y punto. -

-¡No lo sé!, ese bastardo solo me busca para cuando quiere que me encargue de algo, y lo ase para ese momento, ni siquiera se toma el tiempo de prevenirme. -murmuró lo último antes de beber de su botella de alcohol.

-¡¡Huuu!!... Tal vez el señor Alastor tiene un romance con la princesa. -comentó la pequeña cíclope comenzando a fantacear con esa posibilidad.

-Eres muy atrevida para pensar en eso mi pequeña demonio, -dijo la alegre voz de Alastor que coloco la punta de su bastón sobre la cabeza de la cíclope. -¿Cuál es el motivo de todo este alboroto?. -

-Alastor, ¿Dónde está Charlie?. -apumtó al recién llegado con mirada amenazante.

Alastor vio la brillante punta de la lanza frente a su rostro y después al par de ex angeles.

-No tengo ni idea, se supone que devia estar con su padre deshaciéndose de lo que ustedes llaman un problema. -se burló dejando escapar un par de carcajadas. -oh... veo que no hace un buen trabajo como padre al parecer. -hizo a un lado la lanza de su rostro, dejando confundidos a los presentes.

Lucifer avía perdido todo su enojo, las palabras que dijo aquel ser sonriente pesaron en el corazón del monarca, se suponía que todo era fácil y aún así algo avía salido mal. Ahora solo le quedaba la preocupación por saber el paradero de su hija. Aquel demonio de ropas rojas seguía burlándose de la descesperada novia de su hija, y si no savia donde estaba eso quería decir que estaba en peligro, después de todo aunque él la tuviera escondida no podría dañarla, pero eso no era mucho consuelo. Su teléfono sonó en ese momento con un mensaje de su hija.

-Es de Charlie. -dijo en voz alta llamando la atención de los demás.

Alastor miro curioso la reacción del monarca y la ex externadora, ¿Que habrá pasado con la princesa?, el demonio tenía una posible respuesta y sabiendo que no avían muchos lugares donde la princesa se sintiera cómoda pensó en el local de su querida amiga, era una probabilidad pero sería sospechoso que se apareciera ahí de nuevo. Miro su sombra y con un leve golpe al piso está se fue en un abrir y cerrar de ojos, solo era cuestión de unos minutos saver si la princesa realmente se encontraba ahí.

-Ahora que maldito plan tienes en mente. -murmuró Husk parándose a su lado y viendo la angustia crecer en el par de ex angeles.

-Hmm... Aún no lo sé mi estimado, estoy en una posición en la que nunca creí que estaría. -dijo sin mover ni un solo músculo.

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