VIAJE DE FAMILIA (Vhope/Hopev)

COMPRAS

Ya con su palabra dada Taehyung y Hoseok se dedicaron a poner manos a la obra para cumplir el sueño de su pequeña, en especial porque tenían cinco días para arreglar cada detalle, tanto en sus trabajos, sus viviendas, así como la escuela; afortunadamente para esta última había días de descanso, más no para laborar, por lo que mientras esperaban resolver aquello, el de hoyuelos se encargó de llevará su hija en busca de artículos necesarios para su travesía, puesto que hacía un tiempo que no iban a la playa.

En primera instancia el castaño sintió que se arrepentiría en un santiamén, por tener que ser el quién acompañará a su retoño, para conseguirle unos trajes de baño, respirando hondo a penas vio el letrero luminoso cuando esté estaba con el rostro hacia el local.

- Ok, vamos a aclarar Minji, bikini no, traje de baño sí -. Al segundo la faz de la chica se deformó, cruzándose de brazos -. No señorita, te tocó venir con el papá que está dispuesto a ponerte un hábito, con tal de que nadie te vea-. La indignación de la estudiante crecía a la instante.

-¡Papá, plis!

- No Minji, no me haras cambiar de parecer.

- Ya no soy una niña papá -. La de hoyuelos no se rendiría tan fácil.

- Tampoco eres una adulta que se manda sola-. Suspirando la de Seúl continuó caminando sin mucho interés-. Mírame -. Con pereza la adolescente giró su rostro, empero no elevó su vista, por lo que Jung le tomó el mentón-. No voy a pedirte que te vistas como cuando eras pequeña, que uses cosas con olanes, moños u otras cosas de esas, porque entiendo que tal vez ya no te gusten. Y sé que estás creciendo y lo seguirás haciendo. Tengo que aceptarlo, sin embargo como tú padre me consta que eres hermosa, y tienes un cuerpo bellísimo, por lo mismo mi instinto es protegerte, porque aunque tú creas que nadie te va a voltear a ver existen toda clase de personas con intenciones malas y lo mínimo como padre que puedes hacer es evitar exhibir a tu hijo.

- Ok, entiendo. De cualquier forma vas a ayudarme en decidir cuál se me ve mejor.

- Por supuesto, hay muchísimos trajes de baño con aberturas, claro sin exagerar- . Conforme con ello la fémina y el caballero dieron inicio a sus compras, principiando con la descarte de prendas, que el castaño prohibía a que su acompañante lo utilizará, casi infartandolo.

-¡Pá no exageres, las tangas no deben ser nadas cómodas! Creo que eso es demasiado para mí.

- Bueno, a tu padre no le molestaba utilizarlas -. Con una auténtica mueca de horror la muchacha negó.

- Yo no quería saber eso-. Con cierta vergüenza por su lengua floja, el de Gwangju atinó a reír.

- Lo siento. Vamos a que te pruebes esto-. Los siguiente cuarenta y cinco minutos fueron una tortura real para el de rostro fino, que mandó a cambiar su niña apenas ponía un pie afuera más de una vez, teniendo varios desacuerdos con los reveladores trozos de tela, a consideración del mayor, con respecto como se veían puestos, llegando a un tratado de paz al final, que pareció favorecer a ambas partes -. Ok, llevemos esto para pagar-. Con una sonrisa la de hebras cafés siguió a su progenitor.

-¿Pá, tú no va a a llevar traje de baño?

- Todavía tengo algunos, no te preocupes.

- De acuerdo, ¿más si no vas a comprar me regalas otros vestidos para estar fuera de la playa?- Suspirando Seok afirmó.

- Paguemos esto y vamos a buscar lo que gustes -. Con felicidad la menor besó la mejilla del alto,que mostró sus hoyuelos satisfecho.

Alrededor de una hora y media más tarde, tras muchas risas y platicas entre padre e hija, estos traían un sin fin de bolsas con prendas, pues el castaño se  había encontrado con los artículos para su persona, tal como un sombrero para el Sol, igual algunos huaraches; optando por darse un break, dirigiéndose al área de comida, acercándose Ipso facto al restaurante de barbacoa coreana, su alimento favorito de los dos, degustando de cada bocado, continuando luego con el postre, con un bingsu de mango, el cual amenizaba un poco más el contacto.