2 Part - Vida nueva y desconocida

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Anteriormente en dolor y sufrimiento

Po estaba de rodillas, podía a penas levantar la mirada, con el rostro ensangrentado y sus lágrimas corriendo como un arroyo por sus mejillas mezclándose con su sangre, mojando su rostro; veía como la Maestra Tigresa se le acercaba lentamente con esa sonrisa siniestra que llenaba de pánico a Po.

- ¡Maestros por... favor ya no me... golpeen! -rogaba Po llorando de pánico, en medio del dolor que sentía mientras los veía acercarse- me iré para siempre... se los juro... por favor ya no me golpeen -rogaba desesperadamente.

La Maestra Tigresa caminó hasta él y poco a poco ella acercó su rostro al de él, Po aún de rodillas levantó lentamente ambas manos intentando protegerse.

-te digo algo panzón... ya es muy tarde para que te vayas -le dijo la Maestra Tigresa. Luego le tomó del antebrazo vendado y lo apretó con fuerza en el lugar donde se encontraban las heridas de los anteriores arañazos.

- ¡Nnnn! -Po emitió un sonido de dolor con la boca cerrada mientras que con su mano libre intentaba inútilmente zafarse del duro agarre.

-grita todo lo que quieras, nadie podrá ayudarte -le dijo la Maestra Tigresa, poco a poco empujó sus garras perforando el vendaje y clavándolas en sus heridas. Inmediatamente la sangre emanó de las heridas y empapó el vendaje y la mano de la Maestra Tigresa.

- ¡AAAHHH!... -Po gritaba de dolor, mientras inútilmente con la otra mano intentaba librar su antebrazo de las duras y filosas garras de la Maestra. Verlo así llenaba de satisfacción a los Maestros. La Maestra Tigresa sonreía mientras lo veía gritar. Luego la Maestra le soltó el antebrazo y Po se la sujetó llorando de dolor con la otra mano. Luego la Maestra Tigresa le dio un gancho en la mandíbula haciendo que mirara hacia arriba escupiendo sangre que le manchó bastante el cuerpo y el rostro a la Maestra, e inmediatamente después del gancho le dio una fuerte patada lateral a la cabeza haciendo que cayera con violencia al suelo de costado para después caer boca abajo.

La Maestra Tigresa contempló por unos segundos el inmóvil cuerpo de Po que ya dejó de dar señales se vida. Después se dio la vuelta y atrás de ella estaban los demás Furiosos.

-este será mi secreto. ¿me ayudan a guardarlo? -les preguntó sonriendo con macabra satisfacción a sus amigos.

-claro -respondieron tranquilos al mismo tiempo...

Llega, dolor sufrimiento y venganza

Cuatro años después

En medio de una región boscosa y tropical de Tailandia, junto a una pequeña aldea; se encontraba el Kai Somsak (1), que era un inmenso centro de entrenamiento tailandés, tenía tres patios enormes un comedor bastante amplio y un rincón con muchos dormitorios individuales. Los practicantes de Muay thai asistían para entrenar. Y para los que no tenía donde vivir; podían tener una habitación individual a cambio de que demuestren lealtad y voluntad al practicar Muay thai...

- ¡198!... ¡199!... ¡200!... ¡KAP! (2) -el eco de los gritos emitidos al unísono resonaban por todo el establecimiento, contaban emitiendo gritos enérgicos para que los ejercicios puedan ser realizados con eficacia y exactitud.

Alrededor de 30 personas de todo tipo de especies como tigres, cocodrilos, lagartos, lobos, conejos, etc. entre varones y mujeres. Estaban ordenados en filas y columnas, y todos estaban en posición de lagartijas. Vestían solo un short rojo y tenían todo descubierto de la cintura para arriba (las mujeres tenían los senos cubiertos con un vendaje especial para entrenamiento). Llevaban vendajes en los puños, las muñecas y los pies. Absolutamente todos llevaban un Prajead (brazalete cuerda amuleto, los practicantes de Muay thai los llevan atados en cada brazo) en cada brazo.

Dolor Y Sufrimiento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora