Prólogo

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Una pequeña niña de 6 años estaba dentro de un pequeño cuarto pintado todo de blanco. Al rededor solamente se veían juguetes, un espejo grande qué no dejaba ver hacia afuera, pero ella sabía que había personas ahí, siempre las había.

Jugaba con sus poderes mucho tiempo, le gustaba el destello escarlata qué salía de sus deditos y levantaba los cuadros de juguete formando torres grandes. Ella era feliz en ese momento. Después llegaba el infierno, agujas, inyecciones, líquidos muy dolorosos y golpes.

La niña tenía una bata como vestimenta y en su espalda se podían ver varias cicatrices de múltiples golpes, profundos y no tanto, su cuello estaba lleno de piquetes de diferentes tamaños, al igual que sus muñecas al inyectarle tantos sueros. Las palizas no la dejaban moverse días enteros, como los medicamentos y las inyecciones.

Una tarde escucho golpes detrás del espejo y asustada se escondió en la orilla de su lugar seguro, el cuarto blanco.

Cuando la puerta se abrió casi se orina en sí misma, pensando en quien sería el que iría a verla ahora, pero no reconoció su cara y tembló aun más.

—Nat —le llamo el hombre—, Natasha.

Ella no olvidaría esos hermosos ojos azules, que al final la llevaron a la libertad.

—Soy el profesor Charles Xavier, venimos a rescatarte. Ven con nosotros —extendiendo su mano hacia ella, la otra la puso en su cabeza y hablando mentalmente pronuncio—. Somos iguales a ti, te protegerémos.

Charles dejo que la pequeña niña vagara por su mente unos momentos más, y en cuanto entró en confianza la cargo, llevándosela consigo. Ella no pesaba nada, estaba en los huesos y olía algo mal, pero a él no le importo, simplemente la cargo y la saco de ahí.

Ese fue el primer acto inhumano que llevo a Erick a pensar en lo mala que es la humanidad, y a Raven le crecieron esas mismas ideas, solo por ver a aquella mocosa, como ellos la llamaban.

Acompañó a los X-men a terminar su misión y regreso dormida en el regazo de Alex Summer un chico rubio muy lindo. Y así ella encontraría a su familia, por la que daría su vida tarde o temprano.

Scarlet Witch; Scott SummersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora