5~ ♤ Noviecito ♤

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Caminaban riendo entre ellos. Los cuatro jóvenes iban concentrados en sus conversaciones triviales cuando a lo lejos vieron pasar a alguien conocido por el pasillo del fondo.

Uno de ellos alentó al resto para ir detrás de esa persona. Prácticamente nadie estaba cerca.

Rápidamente lo alcanzaron. Le tomaron de su bolso y lo empujaron hacia un salón vacío.

La suerte no le acompañaba. El lugar estaba solitario.

- No sé por qué me da la impresión de que has estado evitándonos.

- Yo no... solo... - el pobre chico se le veía nervioso.

- Vamos, por qué no hablas como un hombre... Oh verdad ¡Eres un marica!

El grupo reía mientras lo empujaban.

- ¡Déjenme estúpidos! No tienen otra cosa que hacer - gritó tratando de evitarlos pero eran muchos para él solo.

- No me digas que vas a gritar como niña Park. Vamos, grita como marica a ver quién te ayuda - sin más uno de ellos de dio un puñetazo en el estómago y lo empujó fuertemente contra la pared golpeando su cabeza.

Cayó algo mareado por el impacto.

Era la primera vez que lo golpeaban.

Su cabeza adolorida no paraba de dar vueltas. Sus oídos resonaban con un timbre fuerte luego del golpe.

Un par de minutos después logró ir volviendo a la realidad.

Apreció que estaba en brazos de alguien quien le hablaba pausado.

- Tranquilo. Respira profundo chico tierno... Vamos, tu puedes...

Se separó un poco de aquellos brazos. Aunque aun se sentía mal ya lograba apreciar su entorno.

Ahí estaba el chico sonriente observándolo.

- ¿Estás bien Jimin?

- Si, creo... - logró girar un poco su cabeza al oír ciertos quejidos y voces violentas.

Sus ojos se abrieron por la impresión. Rocky, Jinjin y Sanha tenían de rodillas a los cuatros acosadores quienes estaban algo golpeados.

- Pero que pasó...

- Tocó adelantar el plan. Sanha vio como te agarraron y nos llamó inmediatamente.

- Lamento que te lastimaran, debí haberlo impedido.

- No te preocupes Sanha - habló bajo Jimin quien ahora veía como Jinjin sacaba un bate y se posicionada frente a ellos.

- Jinjin que...

- Hora de golpear la escoria hasta matarlos - sin más dio un batazo a una mesa escuchándose un fuerte sonido cerca de uno de los acosadores y todos temblaron al creer que los golpearía.

- Ah pero ¿no que muy valientes? Si se sienten machos por acosar a un chico todos ustedes, pero tiemblan como gelatina con un simple bate.

- Maldito, defendiendo un marica.

El cenizo le tomó del cabello a quien habló jalándolo hacía atrás con fuerza.

- Debes aprender a respetar desgraciado, quien eres tú para juzgarlo.

Sus ojos de asco miraron al cenizo con burla.

- Ah ya entendí... - dijo con desprecio el hombre - Así que eres su noviecito.

¿Te Atreves?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora