Sumisa de un demonio #3 Portadores De La Lujuria.

Capítulo 2

Me levanto más estresada de lo normal, cepillo mis dientes, me ducho y me visto con el uniforme de trabajo que cuenta con falda, camisa, y unos tacones bajitos.

Hoy es viernes y significa que tengo todo el fin de semana libre para mí y mis amigas, teníamos una fiesta planeada para mañana sábado y el domingo nos iríamos de resort hasta el lunes.

De solo imaginar ese descanso me eleva los ánimos.

Salgo al parqueo privado de mi departamento y saco el auto que tengo estacionado.

No me costó mucho comprarlo ya que era de segunda mano pero está en perfectas condiciones.

Conduzco quince minutos hasta la empresa y al llegar algunos me saludan mientras que otros vigilan mis pasos para contárselo al jefe, fui la empleada del mes y para mi es bueno pero para ellos no.

Llegó a mi oficina y empiezo ordenando algunos papeles que deje ayer.

Toca mi puerta y puedo apostar quien es.

_Buenos días, mi princesa.

_Mi nombre es Eva.

_¿Que tiene de malo que te diga que te diga princesa?.

Deja un ramo de flores en una esquina de mi escritorio y me extiende un café recién hecho como todos los días, nunca se cansa.

_No soy princesa.

_Para mi si lo eres, quiero que salgamos esta noche, como una amistad sana.

_Saldré contigo solo si me dejas tranquila.

_Querida te doy mi palabra de honor.

_Esta bien.

_Paso por ti a las siete.

Sale de mi oficina y veo como se alegra.

Sonrió, su nombre es David y está enamorado de mi desde que entre por primera vez a la empresa, me ayudó mucho y creo que ya es hora de darle una oportunidad.

Aparte tengo que tratar de olvidar.

Mi día de trabajo no fue tan emocionante, a las tres salí de la empresa y al llegar a mi casa me recosté un poco.

Me levanté a las seis de la tarde y me sorprendí por lo tarde que era.

Me metí a bañar, lave mi cabello lo seque y escuché como sonó mi timbre.

Era David.

_Lamento llegar tan temprano pero no aguanté.

Me extendió un ramo de rosas y con una sonrisa lo recibí.

_Me puse mi mejor traje para la ocasión especial.

La verdad no sé veía tan mal, usaba un traje a la medida, su cabello peinado hacia atrás y luce un reloj de oro blanco en una mano, se ve elegante y atractivo.

En realidad no sé veía mal, tiene el cabello negro, ojos marrones claros, de tez morena, sus labios son gruesos y tiene cejas pobladas.

_Yo todavía no estoy lista, pero pasa dame unos minutos.

Se sentó en los sillones y entre a mi habitación a terminar de arreglarme.

Me puse un vestido negro hasta mis rodillas, tacones negros y me hice una coleta alta, aretes y un collar delicado.

Salimos juntos de casa, a pesar de que ya son las seis está muy oscuro.

David conduce por la cuidad por unos minutos hasta llegar a un restaurante.

_El restaurante es de mi padre.

Atravesamos el umbral de la puerta, se ve todo muy hermoso, hay lámparas de cristales que iluminan todo el lugar.

_Podemos tener el mejor sitio.

_Lo que tú elijas está bien.

Subimos unas escaleras al segundo piso, aquí es más tranquilo no hay tantas personas como abajo.

Solo hay tres parejas sentadas en diferentes sitios.

Tomamos una mesa e inmediatamente llega la mesera.

Miro el menú por qué muero de hambre y escojo papás con pollo al horno.

Mientras que David pide unos camarones con arroz.

No entiendo cómo puede comer arroz de noche, mi madre siempre decía que te inflaba la panza.

Mi mamá, como la extraño.

_Se que empezaste a trabajar hace unos meses pero también me gustaría saber más de ti.

_Pues no soy tan interesante, me mudé a la cuidad luego de que falleciera mi madre.

_Lo siento mucho.

_Mi papá murió cuando era pequeña, así que soy huérfana.

_Lo lamento mucho, tengo la boca muy ligera por preguntarte ese tipo de cosas.

_No te preocupes, es algo doloroso pero normal, así es la ley de la vida, naces, te reproduces y mueres.

No como un demonio que conozco que es inmortal.

_ ¿Cómo te ha tratado la vida? ¿Cómo lo superaste?.

_En verdad no tuve a nadie que me acompañará.

Ese estúpido me abandonó.

_Tuve que aprender por si sola, vine aquí conseguí trabajo y aquí estoy.

No puedo simplemente decirle que nací en un convento y fui monja algunas vez, peque de la forma más horrible dejándome gobernar por un demonio que usó mi cuerpo de todas las formas posibles, a parte de que me convertí en un demonio que con un simple chasquido podía estar en el lugar que quisiera, que morí y que me revivieron como humana.

Por ahora se podrá conformar con eso.

Tampoco pretendo pasar la vida sola, Rowan ya no está y debo rehacer mi vida.

_Se que es imprudente pero de verdad me gustaría formar parte de tu vida, se que entiendes a lo que me refiero, y ahora que me diste una oportunidad quiero aprovechar todo al máximo.

_No lo se, un romance entre la empresa está prohibido.

_Nadie tiene que enterarse y la vida personal de uno es eso, personal. Por favor dime qué por lo menos lo vas a pensar.

_No es necesario_ le digo y sus ojos se apagan, por un momento pierden el brillo que cargaban_Estoy dispuesta a estar contigo, quiero tenerte en mi vida por qué eres amable y muy cortés, eres atento y se que si tengo algún problema estarás conmigo a mi lado.

_No tengo palabras para describir lo que siento en este momento.

La mesera llega con el pedido.

_Podemos continuar más tarde, estoy muriendo de hambre.

_Disfruta.

Pasamos la noche bien, comimos y tomamos unos tragos de champagne. Todo estaba tan perfecto que parecía irreal.

David me dejó en mi casa y me acompañó hasta la puerta.

Le di un beso en la mejilla de despedida y justamente en ese momento justo en ese momento las luces del barrio explotan causando un corto circuito que nos deja sin electricidad.

_Dios ¿Que sucedió?.

_No se. Lo bueno es que tengo bombillas recargables.

_No me gustaría dejarte sola en esa oscuridad.

_No te preocupes, me gusta estar sola, me relaja.

_Lo siento no me puedo ir.

_David estoy bien _Enciendo la linterna de mi celular_Se como poner electricidad en mi casa, además es tarde y deberías llegar a tu casa.

_Segura que vas a estar bien.

_Te lo prometo, nos vemos el lunes.