Capítulo 3

27 0 0
                                    

Me levanté temprano por qué mis amigas tocaron mi puerta a las seis de la mañana, amanecí mal.

Siento mi espalda hecha pedazos y mis pies casi no tienen fuerza.

_Amiga te vez mal.

_Estoy bien, solo dormí incorrectamente.

_Dios, ¿Esas son ojeras?.

_Amiga estás pálida.

_Ya dejen de tratarme como una niña, estoy bien.

Todas me miran como si fuera un alma en pena.

_Ahora por favor ayúdenme, tengo que recolocar mi espalda.

Me ayudan a levantarme de la cama, parezco señora de noventa años.

Esto es extraño, les juro que anoche me acosté espectacular aparte de que no tenía electricidad pero no me importó. Dormí de maravilla y ahora siento como si me hubieran dado cincuenta palos en la espalda.

Esto no me puede estar sucediendo otra vez, esto solo me pasó una vez y ya se está reviviendo el pasado.

Rowan me está robando energía y no entiendo por que hace eso, yo ya no estoy con el, no tengo nada que ver con el.

Entonces, ¿Que es lo que quiere?.

_Rowan no me va a detener.

Lavo mi cara con mucha agua, me miró en el espejo y veo algo a través de el, me giro con el corazón en la boca pero no hay nadie.

Vuelvo a mirar en el espejo y no hay nadie.

Rowan no me va a detener.

Le hago saber a mi memoria y me terminó de duchar.

Mis amigas me ayudan escogiendo la ropa que me pondré y se deciden con un jeans, un top y unos tacones altos, más un abrigo de pelusa.

Justamente igual que ellas.

Una de ellas se llama Ivana y la otra Meredith.

Mientras que Ivana tiene el cabello negro, Meredith lo luce castaño.

Ivana es de cejas pobladas con ojos azules, tienen un cuerpo hermoso, justamente como un reloj de arena o una guitarra.

Mientras que Meredith luce su cuerpo como una pera, tiene ojos negros y su cabello es más largo que el de Ivana, llegando hasta su cintura.

Simplemente tengo amigas hermosas.

_Escuche que anoche saliste con David.

_Maldicion que rápido corren los rumores, supongo que la empresa completa lo sabe.

_Hasta los de limpieza.

Me terminó de vestir completamente y me tomo una pastilla para el dolor, se que no hará nada ya que Rowan es más poderoso que una estúpida pastilla.

Donde sea que se aparezca le daré un golpe en la misma nariz.

Las chicas conducen mientras que yo me quedo en el asiento de atrás, tengo que relajar mis músculos que están muy tensos.

Es como si el me persiguiera en cada paso que doy.

Por el camino veo que están arreglando la electricidad y espero que para cuando vuelva todo esté listo.

_Estaba pensando en irnos al resort hoy, ir a la fiesta al anochecer y nos quedamos allá hasta el lunes.

_Por fin pensaste con la cabeza.

_Eso es lo más razonable Meredith, así no tenemos que pagar hotel.

El viaje al resort dura dos horas, así que mientras yo duermo, las chicas de turnan para conducir.

La pastilla me ayudó un poco con el dolor.

_Buenos días, señoritas, ¿En qué les puedo ayudar?.

Mientras Meredith habla con el gerente yo no puedo aguantar los mareos, me siento un poco para aliviar mi cabeza.

Las chicas hacen lo suyo y cuando terminan me ayudan a levantar.

Caminamos hasta la habitación de nosotras, cuenta con dos camas, se supone que dos duermen en una cama y otra duerme sola.

Se que Meredith no se va a despegar de mi, cada vez que duerme conmigo amanezco con la espalda despegada.

_Eva, aún te vez muy mal, por favor descansa un poco. Iremos por comida y algo para ti.

_Esta bien, no se preocupen por mi.

Ellas se van y me dejan en la cama, observo que cierren la puerta y me levanto a ponerle seguro.

Me volteo, su silueta desaparece, se que me ha seguido por todo el camino.

_¿Que quieres? Me tienes harta, para con esto.

De la nada su perfume llena mi nariz y con una increíble fuerza estoy pegada a la puerta con su mano en mi cuello.

_Dime, ¿Que crees que estás haciendo?.

Sus ojos están rojos mostrando su enojo, me aprieta el cuello pero aún así puedo respirar, poco pero respiro.

_Dejame, no tengo nada que ver contigo.

_¿A, no?.

Con el chasquido de sus dedos aparece un papel, el mismo papel que firme aquella vez y desde entonces entendí que no puedo escapar de esto.

_Has roto por lo menos quince reglas del contrato, alejarte de tu amo, no ser obediente y aparte besarte con un asqueroso humano, ¿Pensabas que tendrías una relación con el por qué no te he buscado en todo este tiempo? Esa fue la gota que colmo el baso.

Aún sigue furioso, nunca lo había visto así.

_Te quitaste tu anillo y entiendo lo que quieres, te trataré como sumisa, no como esposa. No se en que estaba pensando cuando me casé contigo.

Algo dentro de mi se mueve, a mi estómago se le hace un nudo al escuchar aquellas palabras.

No sabía en que estaba pensando cuando me casé contigo.

Por lo menos pensaba que me amaba, mis ojos se llenan de lágrimas.

Empiezo a golpearlo con toda la fuerza que me queda, me suelta el cuello y se queda mirándome sorprendido.

_Yo si no estaba pensando cuando me casé contigo, odio el maldito día en que nos conocimos y me hiciste firmar el contrato, ¿De todas por qué yo? Me alejé de mi familia por un estúpido demonio que solo quería mi cuerpo y ¿a qué llevó eso?. Mi muerte, la muerte de mi madre y todo por tu culpa, por qué no pudiste calmar tu estúpido pene caliente y por eso sufro la muerte de mi madre cada día, ella dió su vida por mi y si yo no hubiera aceptado ese maldito trato, todavía la estuviera abrazando. Eres lo peor que me ha pasado.

Sumisa de un demonio #3 Portadores De La Lujuria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora