Capitulo 9

12 0 0
                                    

Polar me preparó con abrigo de lana y una mochila por si necesitaba lo que había dentro.

Mientras que rowan está inconciente en el suelo polar me ayuda creando un portal con sus manos.

Estoy en su habitación pero el portal que creó se puede ver claramente el otro mundo.

Atravieso el portal, el frío me inunda y me preguntó por qué si llevo varias prendas arriba.

Literalmente son montañas y por la neblina no logró ver ni arriba ni abajo.

Lo que se es que estoy en un sendero y mientras más camino siento como voy subiendo así que mi corazón me dice que voy por el lugar indicado.

Ojalá y mis amigas estuvieran aquí.

Después de un rato subiendo la montaña a lo largo logró ver algo. Es un castillo y literalmente está hecho de hielo.

Tiene dos columnas que portan unas gárgolas congeladas.

Al llegar, estoy cansada y el frío me matara si no entro allí.

Miro el castillo, tocó las puertas de madera y me quedo esperando respuesta. Pasan unos minutos y nada.

Escuchó como algo se rompe, escuchó crujidos y viene desde arriba.

Miro hacía y veo como las gárgolas se descongelan, mi corazón empieza a latir a mil.

Una de ellas cae ante mis ojos, son como una especie rara, con alas y colmillos manchados de sangre, apestan horrible pero no es el momento para pensar en olores.

Me toma del abrigo y me sube hacia su altura.

_¿Que quieres aquí tonta humana?.

La otra gárgola cae también posicionandonse al lado de la que me tiene cautiva.

_Vine a ver la reina de hielo.

_¿Que te hace pensar que está aquí?.

_Tengo más de cien años que no pruebo la carne humana.

_Por favor no me lastimen, vine con la reina para que me ayude a romper un contrato.

_Fox, dingo. Tráela ante mi.

Una voz femenina suena, la gárgola me mira y luego abre la puerta de madera, aún en sus garras no me suelta y entra conmigo aún en el aire.

Me deja caer y me golpeó más piernas, me levanto poco a poco y luego lo miro con la mirada regañadora.

Cómo esas que me daba mi madre cuando me portaba mal.

Me volteo y me tocó con la criatura más hermosa que he visto en la vida.

Hago una reverencia y me quedo observando a la reina.

Es pelo negro y de ojos profundamente azules, tiene una cara pacífica y juro que una mujer así no le haría daño a nadie con la delicadeza que tiene.

Porta un cetro azul y viene vestida con un vestido blanco que cubren sus pies, a su lado hay un hombre muy apuesto también, por la forma de sus orejas diría que es un elfo pero más guapo.

Dios Eva concéntrate.

_Su majestad, disculpe por molestar a estás horas pero necesito su ayuda.

_¿Dijiste que querías romper un contrato?.

_Si, así es.

_¿Cual es tu nombre?.

_Eva.

_¿De dónde vienes humana?.

Me pregunta el hombre elfo con su voz extra masculina.

_Vengo de la tierra, firme un contrato con un demonio que ahora no es el demonio que conocí.

_Los demonios son seres despreciables, algunos.

Comenta la reina.

_He conocido algunos de ellos pero se que los demás son así, yo te ayudaré a recuperar tu vida por qué se lo que significa estar atada a esas horribles criaturas.

_Muchas gracias mi reina.

_Ahora, cuéntame cómo terminaste así.

Me señala un camino, el elfo me quita la mochila y me guía el camino, caminamos por un pasillo, no hay mucha diferencia.

El castillo está vacío pero muy cálido.

_Cuentame Eva, ¿Cómo terminaste atada a un demonio?.

_No recuerdo mucho, solo recuerdo que un demonio estaba atemorizando el convento, había monjas muertas, incendios y gritos. Yo estaba encerrada en una habitación, el entró de todas formas y me dijo que dejaría de matar a las monjas si yo firmaba un contrato.

_Tipico.

_Firme el contrato con la esperanza de que se fuera y si lo hizo, pero tiempo después volvió y prácticamente arruinó mi vida, nos casamos, trajimos a su madre de vuelta a la vida y mi madre falleció trayendome a mi de vuelta.

_Si te casaste fue por decisión propia, ¿Que te hizo cambiar de opinión?.

_El me maltrato, después de que mi madre falleciera y el no me buscara decidí empezar de nuevo, conseguí trabajo, amigas y una vida. Entonces volvió aparecer y...

_Te castigó con un látigo de cuero por horas.

_Si, ¿Cómo lo supo?.

_Se de esos contratos, no eres la única que quiso romper ese estúpido papel.

Entramos a una habitación y raramente está amueblada, tiene cama, tocador y creo que esa puerta de allá lleva hacia el baño.

_¿Muchos han roto ese contrato?.

_Solo dos, no es tan fácil como parece.

_Entiendo, yo haré todo lo posible para romper ese contrato.

_Te dejaré que lo pienses hasta mañana, ya oscureció.

_Esta bien su majestad.

_Freddy te ayudará con lo que necesites, solo tienes que llamarlo.

Freddy me asiente con la cabeza y se van dejándome sola en esa habitación vacía.

¿En serio voy hacer esto?.

Claro que lo haré, el que lástima una vez, lástima más veces.

No me quedaré a morir a manos de rowan, saldré ahora que tengo la oportunidad.



Sumisa de un demonio #3 Portadores De La Lujuria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora