Capítulo uno. Impermeable

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¿Crees en fantasmas?

* * *

—¡Por ​​favor, dejadnos entrar! ¡El escudo está fallando, no hay tiempo!

Una larga fila de ponis aguardaba impacientes frente a un autobús aéreo, pero no había señales de los pilotos pegaso. Una yegua unicornio verde en la parte de atrás de la multitud de repente comenzó a gritar, empujando desesperadamente a los ponis a un lado en una carrera salvaje hacia el frente.

—¡Es imposible! ¡Esto no puede estar pasando! ¡Celestia nos ha abandonado! ¡Luna nos ha abandonado! ¡No hay...

¡BLAM!

La yegua aterrorizada calló cuando su cuerpo golpeó el suelo. Todos los ojos se volvieron para mirar a un soldado metiendo un cartucho nuevo en su escopeta antidisturbios.

—¡FORMAD UNA LÍNEA Y ESPERAD VUESTRO TURNO! ¡HAY ESPACIO PARA TODOS, LOS QUE CREEN PROBLEMAS SERÁN TRATADOS CON FUERZA LETAL!

Una potranca de crin rubia y pelaje rosa miraba al cielo hacia Camelot. Una gigantesca burbuja brillante envolvía toda la cima de la montaña. La nube rosa atrapada dentro fue la vista más increíble de su vida, capturando su atención por completo.

—¡Oye, tú!

Una oficial médica unicornio vestida con un uniforme blanco distribuía trajes protectores a los potros. Se detuvo por un momento frente a la potra rosada y le dio una mirada preocupada.

—¿Estás sola? ¿Dónde están tus padres?

La potra le devolvió la sonrisa a la oficial.

—¡Mamá está ahí arriba! —Señaló con un casco el campo de fuerza que rodeaba a Camelot. La burbuja de energía parecía mucho más delgada que hace diez minutos—. ¡Regresará para cenar!

La oficial vaciló antes de mirar a la potrilla e intentar sonreír.

—Por supuesto que lo hará. ¿Cuál es tu nombre, pequeña?

—¡Soy Puppysmiles! —vitoreó la potra, brincando arriba y abajo.

—Sí... sí Puppy, está bien... Ahora, escúchame con atención. Quiero que cojas este traje y te lo pongas. Debes ponerte el traje y no quitártelo nunca, ¿entiendes?

La potra miró el objeto amarillo con una expresión de perplejidad, luego al poni blanco.

—¡Sí, bonita señorita! ¡Me gustas!

«Querida Celestia, es solo una potrilla, ¡no ha hecho nada malo! Esta guerra está matando a más que solo ponis. Esta guerra está matando la esperanza misma.» El unicornio hizo flotar el traje y lo desdobló: era de color amarillo limón, con varios bolsillos en las perneras y un par de alforjas a los lados.

—Ok, necesito que metas tus cascos en los agujeros por mí. Es como... ¡como el poni pokey! ¿Conoces el poni pokey?

—¡Sí! ¡Pisas con tu casco derecho hacia adentro, estiras tu casco derecho hacia afuera!

—¡Bien, perfecto! Ahora la cola... aquí, déjame cerrarla y poner esto en tu cabeza... ¡listo!

La yegua puso un casco redondo y de vidrio en la cabeza de Puppysmiles, luego cerró un par de cerraduras a cada lado, finalmente sellando al pequeño poni dentro de su traje anti-radiación.

—¡Woah! ¡Parezco un poni espacial! ¡Como... como la Capitana Andrómeda! ¡Wooooosh! —La potra empezó a correr y saltar en círculos, riendo ingenuamente. La yegua blanca simplemente suspiró aliviada y se volvió hacia el siguiente grupo con potros.

Fallout Equestria - Pink EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora