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Jungkook había regresado a la galería después de unos días acompañando a Taehyung, pero su mente seguía lejos de su trabajo. El lienzo en blanco frente a él parecía una barrera infranqueable. "Concédele un poco más de vida, Kook", se dijo por enésima vez, pero cada pincelada que intentaba dar sentía como si le faltara la chispa que antes lo había impulsado.

Sus pensamientos se aferraban a Taehyung, preguntándose cómo estaría lidiando con todo. Su pecho se apretaba cada vez que recordaba el rostro de Taehyung, marcado por el dolor que él no podía disipar.

La galería, normalmente un refugio de calma y creatividad, ahora se sentía como una cárcel silenciosa. Jungkook intentó concentrarse en el lienzo, buscando inspiración en la textura de la pintura y en el ritmo del pincel contra el lienzo, pero la falta de dirección era abrumadora.

Cada trazo se sentía vacío, como si la vida que solía infundir en sus obras se hubiera desvanecido. La vibrante paleta de colores parecía ahora opaca, sin la energía que solía brindarle.

Namjoon, que había estado observando a Jungkook con una mezcla de curiosidad y preocupación desde el umbral del estudio, finalmente no pudo contenerse. Se acercó con pasos suaves, sus ojos reflejando una inquietud que él no podía disimular. 

—Kook, ¿estás bien? Pareces... apagado.

Jungkook levantó la vista, encontrándose con la mirada penetrante y preocupada de Namjoon. La voz de su amigo era un ancla en medio de la tormenta que había estado enfrentando. 

—No, no lo estoy —admitió en voz baja, su tono cargado de una vulnerabilidad que rara vez mostraba—. Es solo que... no sé cómo manejar todo esto, Joon. Es complicado y ni siquiera he terminado de procesarlo.

Namjoon frunció el ceño, su preocupación evidente en cada línea de su rostro. 

—¿Le pasó algo a Taehyung?

Jungkook se tensó, sintiendo una oleada de preocupación. 

—¿Por qué lo preguntas? ¿Él te dijo algo?

Namjoon negó con la cabeza, sus ojos reflejando una mezcla de entendimiento y preocupación. 

–No, pero Minnie me mencionó que lo llamaste hace unos días porque Tae quería verte. Cuando volvió, parecía... diferente. Como si hubiera estado llorando.

El pecho de Jungkook se apretó aún más. Cerró los ojos, tratando de encontrar las palabras adecuadas para expresar el dolor que sentía. 

—Taehyung ha pasado por algo muy difícil, y estoy tratando de estar ahí para él, pero es complicado. No quiero presionarlo a hablar si no está listo.

Namjoon asintió lentamente, su mirada llena de empatía. 

—Lo entiendo. Solo quiero que sepas que estoy aquí para ambos, para lo que necesiten.

Jungkook sonrió débilmente, sintiendo un pequeño consuelo en las palabras de su amigo. 

—Gracias, Joon. Eso significa mucho.

La conversación quedó suspendida en el aire, pero el peso en el pecho de Jungkook no disminuyó. Su mente seguía atormentada por la preocupación por Taehyung. Cada vez que intentaba enfocarse en su trabajo, los colores vibrantes que solían inspirarlo se sentían opacos, desprovistos de la chispa que antes los caracterizaba.

El teléfono de Jungkook vibró en su bolsillo, sacándolo de sus pensamientos. Era un mensaje de Taehyung: "Te extraño, tesoro." Jungkook sintió un nudo en la garganta, pero también una calidez que suavizó un poco el peso en su pecho. Respondió rápidamente: "Yo también te extraño."

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⏰ Última actualización: Aug 22 ⏰

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The Last Breath | KookVkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora