capítulo 25: la reina de la pista.

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Estuve a punto de saltar, pero un grito repentino y alguien tomándome de los hombros me detuvo y cuando me giré para ver quién era, era ella, era makis.

Qué haces tú aquí?. Pregunté con la voz entrecortada.

Que qué hago yo aquí? Tú qué haces aquí?; que acaso te volviste loco?, cómo se te ocurre tratar de lanzarte por el balcón?.

Makis por favor, esta noche ha sido un infierno; lo último que quiero en este momento es tener una discusión contigo; no más, ya tuve suficiente por una noche.

Bueno pero esta no es la solución. Sé que te sientes mal por todo lo que pasó esta noche, pero no tienes por qué acabar con tu vida por eso; mira isa, que acaso nunca has considerado que si decides acabar con tu vida serías demasiado egoísta con las personas a las que les importas?.

Qué quieres decir con eso?, si a nadie le importo. Dije a punto de llorar.

Ahí te equivocas; créeme cuando te digo que hay muchas personas que te quieren, aunque a veces no te lo demuestren. Respondió mientras me agarraba de las manos y me miraba directamente a los ojos.

Como quién?; si el que era mi mejor amigo ahora me odia.

Villamil te quiere, solo está enojado y no es el único, tu mamá te quiere.

Mi mamá ni siquiera está conmigo; seguro se sintió tan decepcionada de mí que por eso decidió abandonarnos. Ya para ese momento, no pude contener más las lágrimas; enseguida la chica lo notó y se acercó aún más a mí para envolverme en un gran abrazo que acepté sin dudarlo.

Te prometo que yo nunca te voy a abandonar; mientras esté aquí contigo, nunca vas a estar solo. Y después de esas palabras me acerqué aún más a ella, la tomé de la cara y nos quedamos mirando a los ojos por unos segundos, hasta que lentamente, nos fuimos acercando aún más y más y para cuando lo noté, ya nos estábamos besando; era un beso dulce, suave, perfecto.

Y después de ese instante, estaba total y completamente seguro de que ella iba a hacer todo lo posible para que yo fuera feliz y que nunca descansaría hasta lograrlo.

Así duramos algunos segundos hasta que de pronto ella se separó y dio un salto hacia atrás alejándose de mí.

No, no, no, esto no debió haber pasado. Perdón... Yo... Yo solo me dejé llevar por el momento; de verdad lo siento Isaza.

Makis Tú... Te... Te arrepientes de ese beso?. Por favor dime la verdad. Supliqué envuelto en lágrimas acercándome un poco más a ella.

No, no me arrepiento de nada; la verdad es que fue muy lindo pero no fueron las circunstancias correctas. Tú estás muy confundido y yo no debí aprovecharme de esta situación.

Pero yo te seguí maquis y si lo hice fue porque yo también lo necesitaba.

No, si me seguiste fue porque yo no te dejé otra opción. Rebatió y yo me acerqué de a poco, la tomé de la cintura y la pegué lo más que pude a mí. Ella al principio opuso resistencia pero luego se dejó abrazar y envolvió sus manos en mi cuello y sin pensarlo dos veces, fui acercando nuevamente mi cara a la de ella, hasta tal punto en que sentía como nuestras respiraciones se mezclaban.

Qué... qué... Qué haces Juan Pablo?. Interrogó y se notaba que estaba nerviosa, no solo por como hablaba sino porque no era capaz de mirarme a la cara.

No le respondí, solamente subí una de mis manos desde su cintura hasta su cara y me acerqué de a poco hasta que por fin capturé sus labios nuevamente en un beso igual de perfecto que el anterior. Debo confesarles que me encantaba sentir los labios de Makis con los míos; era una sensación única Y esa china era como una especie de droga, droga a la que tal vez paso a paso yo me volvería adicto.

la vida sin la correcta (Juan Pablo isaza & Makis de Ángulo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora