capítulo 11: tú vales más que esta historia.

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  -Pues, si tengo que ser honesto, no quedaron tan mal.
  -Que no quedaron tan mal? por Dios papá! quedaron 1000 veces mejor que las que prepara la supuesta cocinera que tú contrataste. Respondió su hija quién lo miraba de forma incrédula a su comentario.
  -Sabes qué maquis? con postres así podrías abrir una pastelería. Dijo Juan Pablo quién se comía su galleta de lo más feliz.
  -Eeh, sí recuerdan que de eso trabajo no?.
  -Bueno sí, pero con esto podrías abrir tu propio negocio; solo necesitas un nombre.
  -Sabes que? a mí no me parece.
  -Y eso por qué lo dices Susi?. Preguntó su hermano.
  -Porque cuando makis se case contigo no va a tener motivo por el cual trabajar; al final ya va a tener todo lo que necesite aquí.
  -Pero si ella quiere trabajar, a mí no me molesta; esmás, no tengo ningún problema.
  -Esta vez, estoy de acuerdo con tu hermana.
  -Por qué no me sorprende. Dijo Isaza sarcásticamente.
  -Y que acaso a nadie le importa lo que yo piense?. Dije un poco molesta.
  -Claro que nos importa makis pero...
  -Pero nada Susana! ya es demasiado con que me obliguen a casarme con tu hermano, para que ahora me digan que no puedo hacer lo que me gusta.
-Ay makis por favor, deja el drama. Tú sabes perfectamente que casada con Juan Pablo, no es necesario que trabajes en absolutamente nada.
  -Tú lo dijiste Susana; me voy a casar con Juan Pablo, no con su dinero y si a él no le molesta, pues no veo el porqué a ustedes sí; al fin de cuentas, él es quién va a ser mi esposo; no ustedes.
  -A ver; quién te crees que eres para hablarnos así? dijo el padre de Juan Pablo dirigiéndose hacia mí.
  -Una joven que cree firmemente en ella, que se valora como es, que no necesita estar casada con un tipo rico para conseguir dinero, una joven que se vale por sí sola, alguien que a pesar de todo sigue de pie y no espera que nadie vaya a rescatarla como si fuera una princesa en peligro, una mujer con todas las letras y por sobre todo, soy autosuficiente; no necesito que nadie me diga lo que quiero, lo que debo y lo que puedo hacer! soy solo María Cristina.
  -Exactamente; solo eres María Cristina de ángulo, y nunca vas a llegar a ser una isaza.
  -Créame que no pretendo ser una isaza; y no es por ofenderte juanpi, es solo que no soy como ustedes, ni quiero serlo tampoco.
Como quieras María Cristina; te voy a demostrar que tú sin Juan Pablo no eres más que una chiquilla que pretende ser alguien en la vida. déjame decirte que eso jamás va a poder ser así; tú nunca vas a ser algo más que la hija de la nutricionista y la que pretende ser una pastelera de primera.
  -Discúlpeme señor isaza pero no pretendo; yo soy una pastelera de primera; amo mi trabajo y no me avergüenza decirlo.
Sí claro cómo no. dijo Susana con una mueca despectiva.
  -Sabes que? al final de cuentas no eres ni tan diferente a Juan Pablo.
  -Qué quiere decir con eso?.
Exactamente lo que dije. Juan Pablo piensa que sin nosotros puede llegar a tener éxito en la vida, piensa que la música lo va a convertir en alguien importante, y se la pasa solamente perdiendo el tiempo con sus bobadas como esa de ser un mago o incluso la misma música. Al escuchar la última palabra del señor izaza, vi cómo los ojos de Juan Pablo se llenaban de lágrimas; entonces lo tomé por la mano y le dije:
  -Ven acá Juan Pablo, por favor Acompáñame un momento afuera.
  -Qué quieres Makis? no quiero hablar. Respondió con un tono molesto.
  -Deje de ser tan terco y venga conmigo. Contesté mientras lo arrastraba hasta afuera.
  -Okay ya estamos aquí; ahora dígame qué quiere?.
Primero, que le bajes dos a ese tonito; y segundo, solo quiero ayudarte.
  -Ayudarme con qué? Tal vez mi papá tiene razón y este solo es un hobby; o peor aún, una pérdida de tiempo.
  -No diga eso; mira juanpi, yo los he visto tocar y sé que esto es lo que amas, lo que te apasiona y no deberías dejar que absolutamente nadie te diga lo que tienes que hacer.
  -Es que tú no entiendes María Cristina; mi papá no es cualquier tipo; él te absorbe y no se detiene hasta conseguir lo que quiere, tal vez debería resignarme y trabajar en la empresa familiar.
  -Eso ni lo pienses! no puedes renunciar a tus sueños solo porque alguien te lo ordena! no dejes que lo que tu papá u otra persona te digan te afecte.
  -Para ti es fácil decirlo; Tú puedes hacer lo que te gusta, yo no.
  -Claro que puedes! Yo confío en tí; y sabes algo? creo que tu papá no sabe con quién se metió.
  -Ya va; qué piensas hacer,. María Cristina?. Preguntó algo asustado mientras trataba de detenerme.
  -Probarle a tu papá, que yo no voy a a ser esa niña a la que va a manipular a su antojo.
  -Por favor No te metas con mi papá no sabes quién es ni lo que puede llegar a hacer si alguien se mete en su camino.
  -Ya deja de tenerle miedo Juan Pablo y enfréntate de una buena vez a él y hazle entender que tú no eres un títere y que no te puede manejar como se le pegue la gana. Le dije mientras tomaba su mano.
  -Por favor makis te lo suplico; no hagas nada en contra de papá.
  -A ver y qué hago? ver cómo nos manipula Y cómo juega con nosotros como mejor le parece? pues no Juan Pablo; Yo no soy así y tú también deberías darte tu puesto y hacer Que respete lo que crees y lo que quieres; si no lo haces tú, te aseguro que nadie lo hará por tí.
  -Tengo miedo. Dijo mientras apretaba mi mano con fuerza.
  -Pues no deberías; Mira te prometo que voy a estar contigo y voy a apoyarte en todo lo que sea necesario. Claro, si tú me lo permites. No sé que estaba pasando por mi cabeza en ese momento porque lo único que me importaba era Juan Pablo y ayudarlo a vencer ese miedo que no lo dejaba ser feliz.
  -No sé makis; creo que mi papá tiene razón y yo no soy más que un idiota Por creer que la música me va a llevar lejos.
-No vuelvas a decir eso más nunca en tu vida Juan Pablo isaza piñeros! Tú vales mucho más que esta historia y si no empiezas a creer en ti, te prometo que nadie lo va a hacer.
  -Te juro que me encantaría creer en mí pero no puedo makis; no sé qué es lo que me pasa, pero siento que nada de lo que hago vale la pena.
  -Mira yo creo que has dejado que tu papá se meta en tu cabeza por mucho tiempo.
  -Y qué debo hacer? Preguntó mientras parpadeaba varias veces para ocultar las lágrimas que salían solas.
  -Eso no te lo puedo decir, solo tú sabes que es lo que debes hacer; lo único que te puedo aconsejar es que no dejes que nadie se interponga entre lo que quieres y tú; y nunca pero nunca te des por vencido.
  -Y si alguna vez siento que ya nada tiene caso y duele el peso de la gravedad?.
  -Pues siempre hay algún refugio en un abrazo y siempre hay alguna luz en la ciudad.
  -De verdad, muchas gracias makis. Dijo secándose las lágrimas con la mano que tenía libre.
  -Pero gracias por qué?. Pregunté algo confundida.
  -Por todo. Ahora mi pregunta es; por qué lo hace?.
  -Porque, entendí que no sirve de nada estar peleándonos como perros y gatos; al final de cuentas nos tendremos que casar tarde o temprano; y la realidad es que, yo prefiero llevar la fiesta en paz; no sé si me entiende.
  -Si, esa parte la entiendo; pero por qué quiere ayudarme con lo de mi papá?.
  -Porque, debe ser muy feo que te digan todo el tiempo que lo que haces no vale nada y quiero que les demuestres lo contrario; sobre todo a ti mismo; por eso debería ir a hablar con su papá.
  -Okay, yo te prometo que voy a hablar con él, pero no justo ahora.
  -Y por qué no?.
  -Porque no quiero que piense que usted me metió esas ideas en la cabeza; así que prefiero esperar., Pero por favor no haga nada ni diga nada.
  -Está bien, yo no voy a hacer nada; solo con la condición de que vaya a hablar con su papá.
  -Ya le dije que lo voy a hacer; pero, necesito tiempo.
  -Y tiempo para qué?.
  -Cómo que para qué? pues obvio para contarle makis; o es que usted piensa que es tan fácil así como así? pues no; y mejor entremos, no vaya a ser que empiecen con las preguntas que de qué tanto estamos hablando aquí afuera.
  -Okay, si usted lo dice. Dije para después adentrarnos a la casa. cuando llegamos, su hermana y Don Luis estaban mirándonos como si esperaran alguna respuesta.
  -Y qué pasó?. Preguntó Susana.
  -Que pasó de qué? Le devolví la pregunta.
  -De qué tanto hablaban?.

la vida sin la correcta (Juan Pablo isaza & Makis de Ángulo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora