𝟐𝟎

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En el auto, ninguno de los hermanos se atrevía a decir ni una sola palabra, conscientes del semblante de Zachary: una mezcla de ira y preocupación, especialmente por Logan, que yacía inconsciente en sus piernas, con su cabecita recostada en su pecho

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En el auto, ninguno de los hermanos se atrevía a decir ni una sola palabra, conscientes del semblante de Zachary: una mezcla de ira y preocupación, especialmente por Logan, que yacía inconsciente en sus piernas, con su cabecita recostada en su pecho. Lía, sentada al lado, tenía la mirada fija en la ventana, pero no decía nada. Lander, sin embargo, no podía con el silencio.

-Mami... -susurró, tratando de romper la tensión, observando cómo Zachary sostenía a Logan con una suavidad que contrastaba con su rostro endurecido -Mami... -repitió Lander al no recibir respuesta, su voz apenas más fuerte, esta vez.

Zachary cerró los ojos por un segundo, masajeando su sien para no perder la paciencia.

-¿Qué? -respondió con un tono tenso, sin apartar la mirada del camino.

-¿Estás muy enojado? -preguntó Lander, sabiendo muy bien la respuesta, pero buscando alivianar el ambiente. Antes de que Zachary pudiera contestar, Lía le dio un manotazo en el brazo, fulminándolo con la mirada.

-¿Qué pasa contigo? -le susurró Lía molesta, sabiendo que Lander estaba intentando ser gracioso en el peor momento posible.

Zachary soltó un largo suspiro, finalmente volteando a ver al travieso que seguía insistiendo.

-¿Tú qué crees? -contestó el mayor, frunciendo el ceño, sin un ápice de humor en su voz.

La verdad era que estaba furioso, pero más que eso, estaba aterrado. Lía golpeada, Lander igual, y para colmo Logan, drogado y sin conocimiento, reposando en sus brazos. Era demasiado.

Todo había ido cuesta abajo después de esa maldita llamada de Luca, quien le informó que los "tres nenes" estaban en una fiesta... pero no en cualquier fiesta, sino en una de las más peligrosas de la ciudad. Y por si fuera poco, Luca aún estaba a kilómetros de distancia, tratando de volver lo antes posible.

-Pero mami -

-Mami nada, Lander. No quiero escucharte decir ni una sola palabra hasta que lleguemos a casa -sentenció Zachary con su voz resonando en el auto como una orden inquebrantable.

Lander bajó la cabeza, sabiendo que había cruzado una línea. El silencio volvió a llenar el espacio, solo interrumpido por el sonido del motor.

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⏰ Última actualización: Nov 02 ⏰

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𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐞𝐛𝐥𝐚𝐧𝐜 𝐅𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲 - 𝐀𝐁𝐃𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora