Logan Turner es un agente encubierto que logra infiltrarse en el clan de la familia Leblanc para poder arrestarlos por todos los crímenes que han cometido.
Logan aún no lo sabe pero desde el momento en que se encontró cara a cara con esa familia, j...
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Logan se había despertado de golpe cuando sintió un dolor punzante en su espalda porque Lander le había dado una patada mientras dormía, así que, furioso, Logan se giró dispuesto a enfrentarlo, harto de que ni siquiera en la tranquilidad de sus sueños lo dejara en paz.
Pero, su rabia se desvaneció al instante al ver a Lander profundamente dormido, abrazando su peluche con una expresión de inocencia que contrastaba con su habitual comportamiento molesto. Logan suspiró resignado y con un gesto de fastidio, se quitó el chupete que aún tenía en la boca y lo arrojó al suelo.
Intentó volver a dormirse, pero justo cuando sus ojos comenzaban a cerrarse, un sonido desgarrador rasgó el aire: un grito, seco y contundente, hizo que Logan saltara de la cama.
¿Qué estaba pasando?, decidió ir a chismear.
Así que, con mucha cautela, se deslizó fuera de la cama, moviéndose en silencio hacia la puerta para bajar la escalera en puntillas.
Al llegar al primer piso, un murmullo apagado y unos quejidos ahogados captaron su atención.
Provenían del sótano.
Logan abrió la puerta del sótano y bajó las gradas apenas lo suficiente para asomarse sin ser visto.
Lo que vio lo dejó helado.
Alice, Lía y Vincent estaban allí, sus voces entrelazadas en un coro macabro de risas y comentarios crueles.
—Esta perra ni siquiera se muere —murmuró Lía, con una mezcla de frustración y burla en la voz, mientras miraba a Raquel, que yacía en el suelo, temblando y cubierta de sangre con la mitad de su rostro desfigurado.
Logan sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al reconocer a Raquel, su compañera, y un nudo opresivo se formó en su estómago al pensar que quizá ella lo había delatado. Pero antes de que pudiera procesar esa idea aterradora, vio cómo Vincent se acercaba a Raquel y, con un martillo en la mano, Vincent golpeó la cabeza de Raquel una y otra vez hasta dejarla sin vida.
Logan apenas podía procesar lo que acababa de ver.
—Enviaremos su cabeza —comentó Vincent, agachándose para cerrar los párpados de Raquel—Pásame los guantes, yo mismo haré esto —dijo mientras trazaba una línea en el cuello de Raquel con un marcador, preparándose para decapitarla.
— Ya lo saben — Logan susurró asustado retrocediendo — Lo saben, lo saben —
Un miedo abrumador lo golpeó, envolviendo su mente y su cuerpo en un torbellino de terror puro.
Su corazón latía descontroladamente, como si estuviera a punto de explotar. Sentía que todo su ser estaba al borde del colapso, incapaz de moverse o de pensar con claridad.
Hasta que una mano fría lo agarró del brazo, tirando de él con fuerza y arrastrándolo hacia el sofá.
—¿Qué haces aquí? —La voz de Luca era fría y dura, sin darse cuenta de que Logan estaba al borde de un ataque de pánico— ¡Te estoy hablando! —insistió, sacudiéndolo para que reaccionara.
