Capítulo XX

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    Desperté y noté que no era mi hogar, en eso todos los recuerdos del día anterior vienen a mi mente. Es cierto que me cayó un rayo.

    No veré más a mi madre ni a mi padre. Siento como las lágrimas van bajando por mis mejillas hasta llegar al cuello.

    Trato de recomponer me, no puedo llorar por eso en el hogar de una bestia. Y hablando del rey de Roma, esa misma bestia está saliendo de su cuarto.

——Buenos días—— su voz me hace temblar.

——Bu-bu-buenos dí-días bestia—— no dice más nada y se dirije a la cocina.

    Escucho otra puerta abrirse y de allí sale el hermano de Wirt.

——Buenos d-días Greg—— salude más cómoda con su presencia.

——Buenos días Sarah, ¿cómo dormiste?—— siento que preguntó por cortesía.

——Bien, ¿y tú?—— le sonreí.

——Bien—— también se fue a la cocina.

    Me quedé unos momentos recostada en el sillón, y veo que la bestia y Greg salen riéndose.

——¡Y cuando Wirt gritó asustado por la araña!—— el ser ese se rió suavemente.

——O cuando el peregrino se cayó en el local—— seguí en silencio, prestando atención a lo que decían.

——Por cierto, ¿cuándo le vas a decir a Wirt?—— ¿decirle qué? Me provocó preguntar.

——Tal vez en unos días, aunque siento que es algo muy pronto....

——¿Pronto para qué?—— parece que lo dije en voz alta, ya que voltearon a verme.

——No es esencial que lo sepas—— soltó gélido.

——L-lo sien-siento—— no pude evitar bajar la cabeza.

——¿Qué sucede?—— indagó Wirt entrando en escena.

——Nada, que Sarah le hizo una pregunta que no debía a Beast—— explicó y continuó antes de que Wirt dijera algo——. Mejor cambiemos de tema, ¿cómo dormiste Wirt?

——Bien, dormí cómodo—— se ruborizo un poco.

——Mmm—— no dijo más.

    El ambiente es pesado, sobre todo para mí, ya que parece que Wirt anda relajado. La bestia me sigue mirando inexpresivo. Y Greg, Greg anda en su mundo.

    Unas horas más tarde, ya cuando Verónica y Walter se despertaron, ayudamos entre todos a hacer ese cuarto.

    Adelantamos bastante, y se ve que quedará bonito.

    La verdad, sin contar con la mirada de la bestia que me observaba a cada rato, no es tan malo vivir aquí. Hasta diría que este bosque es el más bonito que he visto.

    Y en el poco tiempo que he vivido aquí, noté que el ente ese y Wirt tienen una relación un tanto rara. La verdad pienso que son pareja, pero es imposible que Wirt se enamore de un monstruo, sería ridículo.

    Al día siguiente salí apenas amaneció, para dar un paseo. En eso, veo a unos peli rojos, una chica de mi edad, y dos niños muy tiernos.

——¡Beatriz, mira a esa chica, es hermosa!—— gritó un niño de no más de seis años.

——¡Hola! ¿Eres nueva?—— pregonó.

——¿Nueva? ¿A qué te refieres?—— la miré inquisitiva mente.

El peregrino y la bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora