Capítulo VII

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    No supe en que momento me quedé dormido, no, mejor dicho, ¿la última vez dormí? De nuevo mi mente me está haciendo una jugada.

    Mire a mi alrededor, lo que detalle fue oscuridad, pero se puede ver mejor que en la noche. El cuarto tiene una silla, una mesa y algo parecido a una cama, lugar donde yo dormite.

    Me senté. Comencé a estirar mis extremidades, se escuchó como truenan mis huesos. Luego de unos momentos viendo la puerta, decidí levantarme, al hacerlo lo hice un poco rápido, terminé mareando me.

     Cuando se me quitó el mareo, caminé en dirección a la puerta. Al estar al frente de ella, acerque la mano y la abrí.

     Me encontré con un pasillo menos oscuro. Pude apreciar los detalles de las paredes de madera. Empecé a explorar la cabaña.

    La cabaña no es tan grande, solo tiene dos cuartos, la sala de estar, una cocina que se ve abandonada, ¿si no se utiliza, para que hay cocina?

    En eso escuché el chirrido de la puerta principal. Enseguida dirijo mi mirada al lugar antes dicho.

    Lo primero que veo es una mirada tricolor.

——Buenos días, peregrino—— saludó con voz monótona.

——B-buenos días, B-Beast, ¿¡puedo decirte así!?—— pregunte alarmado al notar como le había dicho.

——Si, si así me quieres decir—— expresó desinteresadamente.

——L-lamento las molestias—— dije, para luego escuchar como soltaba un sonido de confusión——. Ando hablando de quedarme aquí, de haber alzado un poco la voz—— sentí un poco de nerviosismo al decirlo.

——Oh, no es necesario que lo lamentes—— dijo mientras pasaba al lado mío——. Solo no seas ruidoso, es lo que pido.

——S-si—— el ambiente se volvió tenso.

——Ah, puedes salir cuando quieras y si quieres seguir quedándote aquí, te puedes quedar, solo no estés por ahí tan  tarde. Hay animales un tanto peligrosos—— culminó entrando en el otro cuarto.

    Me quedé unos segundos analizando lo que dijo. Al final salí a ver que habrá por el lugar.

    Ayer no detalle el alrededor. Hoy si tuve la oportunidad de apreciarlo mejor. El lugar se ve como un bosque normal, solo que es más lúgubre, sin vida.

    Camine por varios minutos, hasta que llegue al pueblo. Fui de nuevo a la taberna.

——Hola de nuevo, peregrino—— se escuchó a la bar tender.

——Hola—— hable tranquilamente.

    Estuve allí aproximadamente una hora y pico.

    Al salir me volví a encontrar con Beatriz, solo que esta está con un niño de alrededor de diez años. Muy parecido a ella.

——Wirt, hola—— hablo con una sonrisa, mientras agarra al niño con la mano Izquierda.

——Hola, Beatriz.

——Beatriz, ¿ese es el chico que estuvo aquí hace años?—— curioso con timidez.

——Si, es él—— decía mirándolo.

——El pequeño es tu hermano, ¿verdad?

——Si, él es Liam—— contestó.

——H-hola, Wirt—— dijo, mientras se aferraba un poco al brazo de su hermana.

——Hola, ¿cómo estás?—— pregunté, mientras me agacho a su altura.

——Bien, e-estoy bien—— se comenzó a escuchar risas leves.

    Mire a la causante de dicho sonido.

——Perdón, Liam es tímido. Cosa que me da un poco de gracia—— alegó sonriendo.

    Charlamos un rato más, para luego irnos cada uno por su lado.

    Camine perdido en mis pensamientos. No note que llegue a la cabaña de Beast.

     Me acerqué a la puerta caoba, acerqué mi mano a la manilla, abrí con lentitud.

     Entre y me dirijo a la habitación en la que dormí ayer. Cuando voy abriendo la puerta, enseguida escuchó una voz ronca.

——Llegaste—— volteó a mirar hacia su dirección——. Yo pensé no volverías.

    Ni yo mismo sé por qué regresé. Muy bien le pude pedir a Beatriz quedarme en su casa.

——B-bueno, tal vez tú tenías tus razones para hacer lo que hiciste años atrás. Aunque yo no sepa el porqué. Además, las personas merecen segundas oportunidades. Creo yo—— argumente con la mirada baja.

    No dijo nada. El ambiente es incómodo, tan incómodo que me dan ganas de salir corriendo. En eso suena mi estómago.

——Supongo que todavía no has comido—— comentó——. Vamos, te buscare algo que puedas comer—— dijo pasando a mi izquierda, en dirección a puerta de salida.

    Yo lo seguí en silencio. Tampoco pensaba decir nada.

     Me llevo al pueblo en el que estuve en la mañana. Nadie se veía asustado, más bien varias personas lo saludaron.

    Entramos a un local, parece una cafetería, solo que está es antigua. Nada como las de mi mundo. Pero es acogedora y tranquila. Me gusta el ambiente.

El peregrino y la bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora