Narras tú.En cuestión de minutos mi camisón, sus pantalones y su ropa interior son lanzados a la alfombra. Sigo sentada sobre él, desnudos, besándonos y acariciandonos. Me fascina su piel morena y tersa con un aroma natural que eleva mi libido. Su pecho marcado en combinación con los músculos que resaltan en sus hombros y brazos me ponen el doble de caliente. Ningún hombre me había hecho vibrar de placer a este nivel sin siquiera penetrarme y Namjoon lo ha conseguido con una facilidad impresionante.
Su lengua viaja por mis senos y no se detiene hasta llegar a mis clavículas. Estoy a punto de pedirle que me marque con sus dientes pero él se adelanta y comienza a succionar vorazmente. Se me escapan varios gemidos porque mi intimidad va a explotar.
Dirijo mi vista hacia abajo y lo que veo me hace rodar los ojos, Namjoon está colocándose el preservativo. Creo que es el primer hombre que se preocupa por cuidarse en ese aspecto y que puede hacer dos cosas a la vez. Masajeo sus grandes hombros porque sé que el momento está cerca. Termina de succionarme y con su mano derecha acomoda su miembro en mi entrada, siento su punta jugueteando con mi humedad y yo enloquezco.
—Vamos... deja de jugar Kim. —Intento que mi voz no delate mis ansias.
Sonríe juguetón con esos ojos profundos y dominantes. —Lo hago para que tu pequeña entrada se acostumbre a mi tamaño, no por jugar. -Su voz orgásmica no pierde el control y la elegancia que lo caracteriza. Me derrito.
—Podré con eso y más, Kim.
Mi intención es provocarlo para que saque sus verdaderos instintos, sé que su miembro es enorme y que va a deshacerme pero...
—¡MHGG!... ¡Carajo!
Mis ojos se cierran con presión, mis uñas se clavan en sus hombros y mis pensamientos se ven interrumpidos cuando Namjoon me penetra con fuerza. La diferencia de tamaños ahora es más notable, lo siento profundo y sí, me desgarra, me duele y es un tanto nuevo para mí, pero al mismo tiempo compruebo lo que dije el primer día que lo conocí, Kim es de esos problemas que te causan más placer que dolor de cabeza.
•••
Narra Namjoon
Es tan estrecha que puedo correrme incluso sin moverme todavía. Aunque lo desee, no soy un animal, no me moveré hasta estar seguro de que no voy a lastimarla.
—¿Quieres ir a la cama o... aquí está bien? —Le
pregunto acariciando su liso cabello.Ella afirma con la cabeza manteniendo los ojos cerados. —Vamos a la habitación...
La tomó de las caderas y con facilidad me levanto con ella entre mis brazos, procurando no dejar de penetrarla.
Ella respira agitada y pesadamente sobre mi hombro derecho.