Growing Pain [TERMINADA SIN CONTINUACIÓN] (HaeHyuk)

Capitulo 21

CAPITULO 21

"Perdonar y ser perdonado, está en ambos. Si uno no lo hace, nunca podrán perdonarse"

No podía creérselo. No podía, en verdad que intentaba hacerlo con todo su ser, pero no. No podía.

Todo aquello parecía tan jodidamente surreal que Hyuk abrió y cerró los ojos más de una vez para cerciorarse de lo que veía no era un mero sueño u otra de sus imaginaciones. Pero no. Él estaba allí. Estaba allí y... recordaba.

Ambos se miraron a los ojos por varios minutos sin decir ni una palabra. No podían hacerlo, uno porque no se animaba, sabía cuánto lo había lastimado, y el otro, porque no sabía, simplemente, qué decir.

Donghae tenía sus manos enganchadas una con la otra debajo de la mesa. Estaba nervioso, y sabía que, con la mirada que le había dado, el otro tambien había recordado, pero ¿cómo?

-¿Qué es lo que quieres Donghae?- le preguntó algo frío y duramente, sin ser consciente de ello, pero todo su ser reaccionó de aquella forma ante aquel presente.

Donghae no quitó su mirada de él.

-¿Cómo has recordado?

Hyuk rodó los ojos.

-¿En serio lo preguntas?- suspiró cansado y colocó sus brazos en jarra mientras cruzaba una de sus piernas sobre la otra- Por una carta- contestó al final.

-En verdad que lo siento.

-¿Lo sientes?- incrédulo ante aquellas dos palabras levantó una de sus cejas- ¿Lo dices en serio?

Donghae solo se limitó a asentir con la cabeza.

-Solo escucha lo que tengo que decir, luego tú decides qué hacer ¿sí?

-¿Por qué debería de escucharte? ¡Tú me lastimaste, no yo!- exclamó más que molesto, pero consciente de que una vez más, no se borraría la memoria, no luego de ya haberlo hecho dos veces. No luego de, tarde pero seguro, haberse dado cuenta que con tan solo borrarlos, no lograría quitar ese agujero que se había formado en su corazón luego de la ruptura con Donghae.

Aun así, y luego de varios minutos más en silencio, se limitó a asentir con la cabeza.

-Habla- le dijo finalmente y Donghae mostró una leve sonrisa sincera, pero dolida.

Sabía que se merecía aquel trato por parte de Hyukjae quien no sabía todo lo que había sucedido, pero aun así, no negaba el hecho de que le dolía. Le dolía porque sabía cómo habían sido antes. Le dolía porque aunque tambien había sido su culpa, la verdadera culpabilidad se la llevaba su padre y su obsesión con aparentar ser una figura que no era, y por ende, arrastrar a toda su familia en ello.

Donghae habló por horas, contando y dejando al descubierto todos los secretos que él mismo le había omitido en su relación para no asustarlo, ni provocar la ruptura de ambos.

-¡Con secretos y todo mira donde hemos llegado!- exclamó ya cansado de escucharlo- ¿Querías protegerme? Pues me hubieses dicho todo desde el principio.

-Yo no creí que mi padre pudiera llegar a ser lo que hizo. En verdad.

-La cuestión es que lo hizo y ya no se puede hacer nada para cambiarlo, como tampoco que nosotros dos volviésemos- le contestó y desvió la mirada de él, dolido ya de toda aquella situación.

Estaba cansado. Cansado de escuchar escusa tras escusa.

-¿Has terminado?- le preguntó finalmente con un nudo en la garganta y evitando llorar por toda la situación.

-Hyuk yo te...

-¡No te atrevas!- le gritó y lo miró, aun sin importarle que viera las lágrimas que mantenía en sus ojos- ¡No te atrevas a decirme que me amas cuando me has hecho esto!- se llevó una de sus manos al pecho- Me has herido Donghae... me has herido y yo mismo lo he hecho gracias a ti, así que no me vengas a decir, ahora que recuerdas todo, que me amas. No te mereces mi amor ni el de nadie- escupió con veneno- Eres un maldito cobarde que prefirió seguir siendo manipulado por su retorcido padre sin importarle una mierda de nada- se levantó de la mesa tirando la silla hacia tras, la cual cayó por la violencia con la que se levantó- Vete- le dijo señalando la puerta.

-Hyuk- le susurró con dolor.

-¡QUE TE LARGUES!- exclamó.

No sabía que aquella sería la última vez que lo vería. No lo había sabido hasta que fue muy tarde. Demasiado, pero.... Como muchos dicen, el tiempo cura todas las heridas, o por lo menos, las cicatriza.

Hyukjae se fue la noche en que hablé con él. En la que recordé. Pero no sé a dónde. Se fue para nunca más volver. Yo fui el estúpido. Todo fue mi culpa. Y cuando lo quise aceptar... ya era demasiado tarde. Ahora me doy cuenta que nunca lograré cambiar. No quedándome bajo tú sombra. No sintiéndome arrastrado por ti. Ahora lo entiendo. Aun lo sigo amando padre. ¿Lo entiendes? Y gracias a ti lo he perdido. Gracias. Adiós- Mensaje dejado por Donghae a su padre.

Según informes de las noticias ese mismo día, por la noche, minutos después de haber dejado aquella carta, el cuerpo de Lee Donghae fue encontrado en el río Han. Muerto.

Lo que nadie sabía era que... en realidad... no lo había hecho.

Donghae se quitó las gafas de sol que llevaba puestas para ver las noticias que pasaban esa misma noche, en el aeropuerto internacional.

-En verdad que te has esmerado viejo- comentó para él mismo, mientras que con paso lento y decidido se iba a buscar a la persona que aún mantenía su corazón.

Un año sin verse. Dos años para reencontrarse.

Muchas cosas cambiaron en la vida de ambos.

¿Serán capaces de volverse a enamorar?