Capítulo 11: ENCUENTROS MEMORABLES

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Llegó el momento de que Iris pusiera en práctica sus habilidades periodísticas, empezando por entrevistar a J.A. Bayona, el director de la película.

—¡Hola, Jota! Encantada de conocerte.—dijo Iris con entusiasmo. —Quiero comenzar diciendo que la película es realmente impresionante. ¿Puedes contarme un poco sobre la experiencia trabajando en este proyecto y lo que significa para ti?

—Muchas gracias por tus palabras. Trabajar en esta película ha sido un viaje increíble. Desde hace años, sabía que tenía en mis manos una historia que quería llevar a la pantalla grande y compartir con el mundo. Esta película significa mucho para mí, tanto personal como profesionalmente, y estoy muy orgulloso del trabajo que hemos realizado todo el equipo.—explicó Bayona.

—Es realmente inspirador escuchar sobre tu pasión por este proyecto. La película ha tocado muchas fibras emocionales, ¿cómo fue el proceso de casting y cómo se eligieron a los actores?

Mientras hablaba, Iris notaba cómo Bayona asentía con la cabeza, mostrándose de acuerdo con la importancia del casting en el éxito de la película.

—El proceso de casting fue una parte fundamental de este proyecto, que además se complicó porque fue en plena pandemia. Trabajamos con María Laura Berch, nuestra directora de casting y coach actoral, para encontrar a los actores perfectos para cada papel. Fue un proceso largo y meticuloso, pero al final, logramos reunir un elenco increíble.

—Tambien sería un lujo contar con la colaboración de los sobrevivientes de los Andes.

—No habría sido posible sin ellos. Todos los actores tuvieron la oportunidad de conocer a las personas reales que interpretaban, así como a las familias de aquellos que lamentablemente no sobrevivieron, que realmente ayudó a darle una autenticidad aún mayor a sus interpretaciones.—explicaba Bayona. —Por ejemplo, Agustín Pardella desarrolló una fuerte conexión con Nando Parrado, y Carlitos Paez forjó una gran amistad con el actor que lo interpreta, Pipe Otaño.

Iris sintió un cosquilleo al escuchar a Bayona mencionar a Agustín Pardella, recordando de repente que también estaba presente en ese mismo lugar aunque no sabía exactamente dónde.

Después de la entrevista con Bayona, un miembro del equipo organizador del evento informó de que ya no había tiempo para más entrevistas. Iris se vio limitada a solo poder entrevistar a Bayona. Sin embargo, después de ver la película, los miembros del elenco salieron a saludar. Aunque hacer más entrevistas no era posible, la acreditación de periodista le dio a Iris ciertas ventajas. Después de la proyección, pudo acercarse y saludar a los actores.

Iris no pudo saludar a todos, pero tenía sus prioridades, el elenco era muy amplio. A la primera persona que saludó fue a Pau Baldini, la actriz que interpreta a Liliana Methol. Su maquillaje en la película estaba realmente logrado, ya que en la vida real se veía mucho más joven. 

—¡Hola Pau!—exclamó Iris.—¿Nos podemos tomar una foto?

—Hola linda, ¿cómo te llamás?—se interesó ella.—Por supuesto que sí.

La actriz era muy dulce, tal y como Iris esperaba por lo que había visto de ella en redes. Junto a ella estaba Agustín Della Corte, otro actor de la película que interpretaba a Vizintín o "Tintín". A raíz del rodaje, él y Paula comenzaron a salir juntos.

Después, Iris se acercó a Enzo y Matías, los actores que interpretan a Numa y a Canessa respectivamente. Iris esperaba que fuesen más altos, especialmente Enzo, pero sobre todo le sorprendió Matías, era muy tierno, y era de los más jóvenes del cast, tenía la misma edad que Iris, 22 años. Iris notó lo cercanos y accesibles que eran los actores, lo cual la hizo sentir aún más emocionada de estar allí.

Después de su encuentro con Enzo y Matías, Iris se dirigió hacia Fran y Kuku, quienes interpretaban a dos de los primos Strauch en la película. A pesar de lo serio que parecía Fran en la película, Iris notó de inmediato lo adorable que era Fran y entendió en cuanto lo vio por qué tenía el mote de "hadita" en las redes. Iris prefirió no pronunciar el apellido de Esteban, estaba segura de que lo pronunciaría mal y prefería evitarlo. Iris también esperaba cruzarse con Juani, que no se perdía ningún evento, aunque no lo encontró así que supuso que estaría haciendo algún directo en Twitch o tuiteando. Al poco tiempo, vio por fin a Agustín Pardella, y fue a acercarse a él con un nudo en la garganta. Su corazón latía con fuerza mientras trataba de mantener la calma.

—¡Hola, Agustín! Soy Iris, —dijo, tratando de controlar el temblor en su voz. —Qué alegría conocerte.

Agustín le devolvió una sonrisa cálida, irradiando una energía contagiosa.

—Encantado de conocerte también. ¿Cómo andás? —preguntó con amabilidad.

—Emocionada de estar aquí y poder conoceros a todos. Habéis hecho una gran película—comentó, tratando de disimular su nerviosismo. 

Iris sabía que Agustín era guapísimo, pero no esperaba que tanto. Estaba aún más impactada al verlo en persona. Además, se veía elegante y sencillo, con un jersey de cuello alto blanco, una chaqueta azul marino con botones, unos elegantes pantalones de vestir y unos zapatos marrones. Iris se fijó también en que llevaba el pelo corto; se lo había rapado recientemente pero ya le había crecido un poco. 

—Gracias por decir eso, de verdad. Fue un laburo intenso pero mereció la pena.

—Me encantó tu personaje, tu forma de interpretarlo... sublime. El verdadero Nando debe sentirse muy orgulloso—agregó, tratando de expresar su admiración.

Una oleada de felicidad la invadió cuando vio la sonrisa sincera de Agustín.

—¡Qué bueno escucharlo! Nando es una gran persona, un héroe, estuvo ahí para cualquier cosa que yo necesitase o cualquier duda que me surgiera cuando íbamos a hacer una escena. Yo quería ceñirme lo máximo posible a cómo fue realmente y él me lo puso fácil.

—Nadie podría haberlo hecho mejor que tú—dijo Iris con timidez.

—Pará, pará, no sé si tanto, pero gracias—respondió Agustín con una risa humilde, apartando la mirada con timidez.

—¿Podemos hacernos alguna foto juntos? —preguntó Iris, ilusionada.

Agustín asintió con una sonrisa amable y se ofreció a tomar unas selfies con el móvil de Iris. Mientras se acercaba para posar junto a él, Iris se percató del aroma que desprendía Agustín. Los perfumes de hombre siempre habían sido una debilidad para ella, y aquel le brindó un cosquilleo por el cuerpo; era una fragancia fresca y excitante. Aunque no podía describir exactamente a qué olía, sabía que era un aroma demasiado agradable.

—Bueno, me toca irme, ¡fue un gusto! —dijo Agustín mientras algunos miembros del equipo lo llamaban para atender algún asunto relacionado con la película.

Con el corazón aún latiendo con fuerza por la emoción del momento, Iris se despidió de Agustín con una sonrisa. Aún estaba asimilando todo lo que acababa de suceder: había conocido a Agustín, había hablado con él cara a cara y ahora tenía fotos con él en su móvil. Era un momento que no podía creer que estuviera viviendo. Mientras Agustín se alejaba para atender sus responsabilidades, Iris se quedó allí, dejando que la realidad de lo ocurrido se asentara en su mente. 

Mientras veía a Agustín alejarse para atender sus responsabilidades, Iris tuvo un sentimiento agridulce. Sabía que, probablemente, esta había sido la única oportunidad que tendría de verlo y especialmente de hablar con él. Le habría encantado tener más tiempo pero comprendía que las circunstancias no lo permitían. Lo que Iris ignoraba en ese instante era que podría estar subestimando las oportunidades del destino.

 Lo que Iris ignoraba en ese instante era que podría estar subestimando las oportunidades del destino

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más allá del deseo || agustin pardella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora