Capítulo 15: EL CHISME

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A la mañana siguiente, Iris se despertó con un peso en el pecho. La conversación con Agustín seguía dando vueltas en su cabeza, pero de repente, como un balde de agua fría, recordó a Victoria y las dudas volvieron con fuerza. Recordó los likes de Agustín en las publicaciones de Victoria en Instagram y, aunque ya no le comentaba como lo hacía antes, seguía estando presente.

Iris fue a desayunar un café caliente acompañado de unas deliciosas cookies caseras que su madre había horneado la noche anterior y guardado en la nevera. El aroma de las galletas llenó la cocina mientras Iris probaba una de ellas, disfrutando de la combinación de sabores que se derretían en su boca, tras haberlas calentado un poco en el microondas. El simple placer de saborear una de las galletas le trajo un breve pero necesario momento de paz. Mientras desayunaba, aprovechó para mirar las historias de los chicos del cast de la noche anterior. Ella salía en algunas fotos, así que les hizo captura de pantalla y se las guardó como un bonito recuerdo. Justo en ese momento, su madre entró en la cocina con una sonrisa, notando el deleite de Iris al probar las galletas.

—¡Buenos días, cariño! ¿Cómo fue la noche? —preguntó la madre de Iris mientras se preparaba su desayuno.

—¡Buenos días, mamá! La noche estuvo bien, gracias.—respondió Iris.

—No te escuché llegar, ¿viniste muy tarde? —inquirió su madre con curiosidad.

—No tanto, la verdad —contestó Iris con una sonrisa, tomando un sorbo de su café.

—¿Y la experiencia de salir de fiesta con actores famosos?— le preguntó su madre, mientras tomaba asiento a su lado.

—Mamá, antes de La Sociedad de la Nieve, la mayoría eran prácticamente desconocidos —respondió Iris. —Son personas totalmente normales.

—¿Y cómo es Agustín en persona? ¿Es tan encantador como parece? —preguntó la madre con una sonrisa traviesa.

Iris se detuvo un momento, reflexionando sobre cómo describir a Agustín.

—Bueno, es muy simpático y amigable. Tiene ese encanto natural que atrae a la gente, pero también tiene su lado gracioso y bromista —respondió finalmente, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

La madre de Iris escuchaba con atención, interesada en cada detalle de la vida social de su hija.

—Parece que te lo estás pasando genial —comentó con complicidad.

—La verdad es que no me puedo quejar —reconoció Iris con expresión cómplice.

Después de desayunar y compartir un momento agradable con su madre, Iris decidió ponerse al día con su amiga y compartirle algunos detalles de la noche anterior. Cuando fue a escribirle, se dio cuenta de que Julia, su amiga, ya le había escrito hace un par de horas. Su mensaje decía: "Me muero de ganas de que me cuentes cositas de anoche 🙈"

Iris procedió a responderle al mensaje.

—Holaaa sorry, me he levantado hace nada y acabo de desayunar, justo iba a escribirte— dijo Iris.

Julia no tardó en responder, se nota que la estaba esperando.

—¡Jodo! Ha madrugado la princesita...— dijo irónicamente.

—Jajaja, no seas exagerada, no es tan tarde— se justificó Iris.

—Bueno, bueno, ¿y qué tal estuvo la noche? —preguntó Julia con entusiasmo.

Iris sonrió al recordar los momentos divertidos de la noche anterior.

—¡Fue genial! La verdad es que lo pasamos de maravilla. Bailamos, reímos, nos hicimos fotos, jugamos... —respondió Iris emocionada.

—¿Cómo que jugasteis? ¿A pasaros el hielo? —sugirió Julia.

—Julia, ¿tú que crees? —contestó Iris riéndose por lo primero que había supuesto su amiga.

—No sé chica, habría estado interesante, imagina que te hubiese tocado con Pardella😏— dijo Julia.

Iris decidió no mencionar la conversación nocturna con Agustín. Sentía que esta vez era mejor mantener ese asunto para sí misma, al menos por ahora.

—Calla, calla. Jugamos a "Coger, matar, casar"— confesó Iris.

—¡Uuuuuuuuuuuu! —exclamó Julia—. ¿Qué opciones te tocaron? ¿Y quiénes eran las opciones para los demás?

—¡Bueno, mis opciones fueron...! —comenzó Iris, deteniéndose un momento antes de revelar las opciones—. ¿Qué crees que elegí?

Julia respondió con entusiasmo:

—¡Tienes que decirme todas las opciones primero! No me hagas sufrir así 😩

Iris no pudo contener la risa ante la impaciencia de su amiga.

—Está bien, está bien. Mis opciones fueron... Fran, Andy y... Agus —dijo Iris con una sonrisa traviesa.

—¿Cuál de todos los Agus? —preguntó Julia, imaginándose la respuesta.

—El mismo que estás pensando —confirmó Iris.—Al principio me daba un poco de corte, pero luego pensé, ¿por qué no ser sincera? ¡Así que decidí lanzarme y decir lo que realmente pensaba!

—Qué orgullosa estoy de mi amiga, no esperaba menos de ti —aseguró Julia. —Pero cuéntame todo, ¿cómo reaccionó Agus?

—¡Julia, te juro que fue una locura total! —escribió Iris mientras comenzaba a contarle lo sucedido. —Cuando llegó mi turno, me lancé y dije: "Me caso con Fran, me cojo a Agus Pardella y mato a Andy". Tras decirlo percibí algo de tensión, pero cuando miré a Agustín, tenía esa sonrisa pícara en el rostro y... bueno, no te imaginas lo que pasó después.

—¡No me dejes con la intriga! ¿Qué pasó después? —respondió Julia, ansiosa por saber más.

—Agus se levantó de su asiento con confianza y, con un gesto divertido se acercó donde estaba yo y se puso a mi lado, como si se sintiera halagado por mi elección. Por supuesto, el resto del grupo no se quedó atrás en las bromas y risas.

—¡Esto sí que es un giro inesperado! ¿Y qué hizo Agus al acercarse? —preguntó Julia.

—No pasó gran cosa, en realidad. Estuvimos sentados juntos solo un momento antes de que comenzara a sonar una canción que hizo que todo el grupo se levantara a bailar. Pero te confieso algo, Julia... Sentí un cosquilleo bastante intenso al tenerlo tan cerca y el corazón me iba super rápido.

—¡Ay, ay, ay! ¿Vamos a tener que preparar un plan de ataque para conquistar a Agus? ¡Estoy lista para ayudarte en esa misión!

—Es que, no sé cómo explicarlo, Julia... Estaba tan irresistible, con su sonrisa cautivadora y su actitud siempre tan amable y graciosa.

Después de compartir su experiencia con su amiga y teniendo en cuenta que solía contarle todos los detalles de su vida, esta vez se detuvo antes de revelar lo que sucedió en la madrugada por las calles de Madrid. Se reafirmaba en su decisión de guardar esos momentos para ella misma, en espera de entender mejor sus propios sentimientos y las posibles implicaciones de lo ocurrido.

—Bueno, eso es todo lo que tengo para contarte —concluyó Iris, intentando desviar la conversación.

—¡Vamos, Iris, no me dejes así! ¿Cuándo vas a salir de nuevo con el grupito? —preguntó Julia, curiosa.

Iris vaciló antes de responder.

—No lo sé, la verdad —dijo finalmente, con un deje de incertidumbre en su voz.

Después de esa conversación con Julia, Iris dejó su teléfono y se dirigió al baño. Necesitaba un momento para relajarse y procesar todo lo que había sucedido. Se puso música en el altavoz que tenía en la ducha y comenzó a hacerse su skincare routine. Mientras se aplicaba los productos, aprovechó para reflexionar sobre las emociones y los sucesos de la noche anterior. Era su momento de calma y autocuidado, donde podía ordenar sus pensamientos, o al menos, intentarlo.

Iris necesitaba respuestas, necesitaba saber qué estaba pasando realmente. Necesitaba ver a Agustín, hablar con él cara a cara y aclarar las cosas de una vez por todas. 

más allá del deseo || agustin pardella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora