Una vez dentro de la barca, Iris y Agustín se acomodaron, buscando el equilibrio perfecto.
—¿Dónde prefieres sentarte? —preguntó Iris con una sonrisa traviesa.
—Creo que al frente, así puedo disfrutar mejor de la vista —respondió Agustín, señalando el lugar.
—Pero si no sabes manejarla —dijo Iris sorprendida.
—Ya me dijiste que era sencillo, no puede ser para tanto. Un poco de fuerza y coordinación —contestó Agustín con confianza, tomando los remos.
Iris asintió, aceptando la respuesta. Agustín, decidido a probar, comenzó a remar con determinación, buscando el ritmo adecuado para avanzar por el lago. Iris observaba disfrutando del momento mientras Agustín se esforzaba por controlar la dirección de la barca. Después de unos minutos remando, Agustín se relajó un poco, encontrando el equilibrio entre fuerza y coordinación.
—Ves, no es tan complicado —dijo Agustín con una sonrisa triunfante.
—¡Lo estás haciendo genial! ¿Hay algo que se te dé mal?—respondió Iris, admirando su determinación.
Agustin se ríe, mientras sigue remando.
—No todo me sale bien —respondió Agustín con seriedad. —Por ejemplo, no se me da bien decir lo que siento al principio.
—¿A qué te refieres con eso? —preguntó Iris intentando entender su comentario, un poco nerviosa.
De repente, Agustin deja de remar y su mirada se intensifica, sus ojos están clavados en los de Iris.
—¿Estás lista para escuchar lo que te voy a decir? —preguntó Agustin a Iris.
Iris sintió un nudo en el estómago ante la la mirada de Agustín. Ni siquiera hizo falta sacar el tema de Victoria, él se adelantó.
—Mirá, entiendo que tengas dudas sobre esto, y quiero sincerarme contigo. Vic y yo... nuestra relación ha estado medio complicada últimamente.— comenzó él, con una sinceridad que la tomó por sorpresa.
Iris lo escuchaba atentamente, sintiendo cómo cada palabra resonaba en su pecho. Había algo en la forma en que hablaba, en la sinceridad de su voz, que la hacía sentir más cerca de él de lo que nunca había estado.
—La distancia mientras filmaba la película... hizo mucho daño— continuó él, con la mirada perdida. —Aunque Vic vino a visitarme en algunas ocasiones. Incluso estuvimos varios días juntos confinados por COVID en el hotel en Sierra Nevada.
A medida que él continuaba compartiendo sus pensamientos, Iris notaba cómo cada palabra estaba impregnada de una carga emocional palpable.
—Y no solo eso— continuó él, con un tono más sombrío. —Durante el rodaje, me encontraba irascible la mayor parte del tiempo. Las largas horas de trabajo, la presión de cumplir con las expectativas... todo eso me estaba afectando más de lo que estaba dispuesto a admitir.
Iris podía sentir la frustración y la angustia en su voz, y aunque le dolía verlo así, también admiraba su valentía al compartir sus luchas internas. Iris asintió lentamente. Si a veces ya es complicado tener una relación normal, se imaginaba lo complicado que sería mantener una relación a distancia, especialmente en situaciones tan exigentes como el rodaje de una película como esa.
—Pero ahora estoy acá en Madrid y estoy pensando en vos todo el tiempo. Y no quiero ser más un hombre que esconde sus verdaderos sentimientos.
Iris sintió cómo su corazón latía más rápido al escuchar las palabras de Agustín. Sus ojos se llenaron de una mezcla de sorpresa y emoción, y una cálida sonrisa se dibujó en su rostro. Aunque Iris no estaba completamente segura de sus sentimientos antes de conocerlo en persona, Agustín siempre le había encantado desde que lo vio en la peli. Su personalidad y forma de ser la habían conquistado, y en persona era aún más encantador. Ahora, no entendía cómo Agustín realmente podía estar interesado en ella.
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más allá del deseo || agustin pardella
RomanceIris es una chica española, que reside en Madrid y estudia Periodismo en la Universidad. Agustín Pardella, uno de los protagonistas de "La Sociedad de la Nieve", despierta el interés de Iris más allá de su talento actoral. Lo que comenzó como una si...